—¡¡¡April!!! ¡¡¡April!!! —Escucho a mi madre gritando desde la cocina. —Ven que el desayuno está listo. —¡Voy enseguida mama! De la cocina se desprende un rico aroma a café, y se que que en la mesa está ya preparado mi desayuno favorito, unos deliciosos waffles, con jugo de naranja. Tomo mi bastón, siempre lo guardo al lado de mi cama y me dirijo a la cocina. ¡Buenos días mama!—Date prisa que llegaras tarde a la escuela. Me siento en la mesa, y siento unos lengüetazos en mis piernas. Es mi perro Rocky, un Bulldog Francés, color negro. Ya es costumbre que en la mañana le regale un waffle, por debajo de la mesa; sin que mi mamá se de cuenta. Termino mi desayuno y me dirijo hacia la camioneta.
Mamá enciende el vehículo, y prende la radio en su estación favorita. ¡Me encanta escucharla cantar! Se que a pasado por mucho y su vida no ha sido nada fácil. Aunque tengo una discapacidad, ella siempre se ha encargado de inculcarme, que no hay nada que no pueda hacer en la vida. Sufro de ceguera permanente, debido a un accidente que tuve de niña. Mi mama nunca me ha querido dar detalles de lo qué pasó exactamente; siempre que le pregunto, me dice que todo a su debido tiempo. Es un poco raro; siempre que le hago esa pregunta, noto que su voz se quebranta y siento la tristeza en sus palabras. Aveces en las noches nos vamos juntas al patio de la casa y ella comienza a describirme el cielo y las estrellas. Es de los pocos momentos en el que se me olvidan todos mis problemas y solo comienzo a volar junto a las estrellas. Unos de mis momentos favoritos, es cuando comienza a hablarme de mi papá...
—April, llegamos a la escuela—dijo mi madre. Me bajo cuidadosamente de la camioneta y tomo mi bastón.—Adiós mamá! A ella le gusta acompañarme hasta el salón de clases; pero en estos últimos 2 meses me deja caminar sola. Me gusta sentir que soy independiente, y no ser una carga para ella.
—En la tarde te paso a recoger— Se despide y presiona el acelerador. Comienzo a caminar con un poco de miedo, aunque ya conozco casi perfectamente cada rincón de la escuela. Ser ciega me ha ayudado a perfeccionar, otros sentidos como por ejemplo; el olfato. Con tan solo el olor, puedo reconocer a una persona, que ya haya tenido contacto en el pasado. —Hola Tommy—Ese olor a Cupcakes es muy difícil de ignorar. Tommy tiene una obsesión con los dulces, y eso lo a llevado a estar sobrepeso. El se a convertido en mis ojos, es la única persona en la escuela que en realidad se preocupa por mi. Aveces me da un poco de lastima, ya que
siempre tiene que estar al pendiente de mi. Se lo he comentado varías veces, pero el dice que para el no es molestia.—April, siempre con tu gran sentido de humor. ¿Estas lista para entrar al salón?—Claro—Vamos.De camino al salón de clases, por accidente me tropiezo con un escalón. Ahhh!!! Tommy me agarra por mi brazo y de mi mano se desprende mi bastón. Escucho las carcajadas de una persona y de repente escucho a Tommy gritando enfadado. —¿!!!Dime que es lo que te parece gracioso Dominic?!!!—Ya gordito no te enojes jajajaja. Dile a tu novia que tenga cuidado donde pisa.—No es mi novia imbécil, es mi amiga. —Ya Tommy; no le hagas caso. Vámonos que se no está haciendo tarde. Tommy recoge mi bastón, me agarra de la mano y seguimos caminando. Dominic siempre ha sido grosero conmigo, no se por que, yo no le he hecho nada. Una vez tomo mi mochila sin darme cuenta, y le puso una rana adentro. Cuando abrí la mochila para agarrar mi cuaderno, la rana me saltó encima y yo empecé a gritar. Tommy se levanto de su pupitre, agarró la rana y la puso en el patio de la escuela. Todos el salón se reía y se burlaba de mi. Luego Tommy se entero de que Dominic fue la persona que puso la rana en mi mochila. Entramos al salón y ubicó mi pupitre. Escucho una voz que me dice...—April tengo algo que contarte...