𝐀𝐍𝐈𝐌𝐄 𝐁𝐎𝐘 - 𝖧𝖸𝖴𝖭𝖧𝖮

O2

-¿Le pedirías a alguien que haga ahegao?- Minho escupió su bebida, y luego sintió un ardor en su garganta y nariz. Había recordado lo de hace una semana, tenía que superarlo.

-¿Tu novio te ha pedido que pienses más?

-No sabes cuánto.

Sin pena respondió, gesto que hizo a Minho torcer sus ojos y a su novio esconder su mirada. La 'pequeña reunión' solo consistía en tres personas, que eran ellos.

Se sentó en el sillón desparramándose en el sillón, haciendo que HyunJin se removiera incómodo.
-Cierra tus piernas, yo aquí también estoy sentado.

Minho volvió a torcer sus ojos, evitando sentarse como HyunJin; piernas entrelazadas y apretado en una esquina.

-Vamos, Hwang, ni estas ocupando el sillón, estas básicamente flotando.

-Porque yo si me sé sentar como un caballero.

El pelinegro iba a contestar, pero un chico interrumpió el comienzo de una acalorada discusión, y sólo faltaba un paso para que alguno se proporcionara una bofetada.

-¿Por qué se llevan tan mal? Son mis dos personas favoritas en el mundo.- Un puchero y ambos chicos se voltearon a ver.

Minho alzó una sonrisa, y HyunJin le sacó la lengua, y el otro sacó una sonrisa más fuerte. Siempre lograba sacar de sus casillas a HyunJin.

Las bromas que le hacía desde hace años, siempre estaba en su contra y pocas veces congeniaban, haciendo que esas veces fueran para dos ocasiones; el cumpleaños de JeongIn y sus trabajos en equipo, porque siempre eran esos tres.

El pelinegro ya estaba harto de tener que aparentar control total ante HyunJin.
Se quedaron mirando en ese sillón, con el menor en medio. Pero ahora no hubo ningún gesto. Se quedaron mirando con un rostro neutro, que casi parecía una batalla de quién parpadeaba primero, batalla que perdió HyunJin, pero que jamás apartó su mirada. Solo estaban mirándose.

HyunJin chasqueó su lengua cuando JeongIn fue al baño y dejó a ambos chicosen ese sillón de cuero. Chilló cuando se levantó y se escucharon unos pasos, dejando un hilo de silencio.

-¿Por qué te caigo tan mal?- Dedos jugando en sus propias piernas y su pelo sobre su cara.

El pelinegro se volvió a desparramar en el sillón, y HyunJin puso su pierna sobre la otra.-Dime o me muero.

-No me caes mal, Hwang.

-Me estás diciendo Hwang, no HyunJin.

-Así te apellidas.

-También me llamo HyunJin, Hwang es mío tanto como HyunJin.

Frunció sus labios, y acariciaba sus dientes con su lengua.

-No me caes mal, es solo que me gusta molestarte.

-Es lo mismo que caerte mal.- Movía su pie al ritmo de su canción mental, moviendo la pierna de Minho. El solo había alzado sus hombros, moviendo un poco a HyunJin y haciendo chillar el sillón.

-Creo que soy malo hablando con gente nueva.

Tenía razón. Apenas hace meses el menor comenzó a salir con JeongIn y apenas esos meses se la había presentado a su mejor amigo, que se presentó inmóvil ante la notica. Minho podría parecer una persona social pero en realidad era callada y reservada, también HyunJin. Callaban cuando debían, no querían hacer la situación incómoda, o decir algo estúpido.
Aunque ninguno quería admitirlo tenían más cosas en común que en contra, aunque el pasatiempo favorito de el pelinegro era molestar al novio de su amigo.

-Yo igual.

-Ya sabes que no me caes mal.

-Si.

Minho movió su pie. JeongIn estaba tardando en el baño. Pensó en todo lo que había comido en el día para saber qué cosa le había afectado tanto en su estómago. ¿La leche de fresas? A JeongIn le encantaba y por lo que sabía, no era intolerante a la lactosa. ¿Puerco? No, Tal vez se estaba maquillando para luego llegar y besar al chico.

Puso su mano en la pierna de HyunJin, no para quitarla, sino por inercia. Se quedaron sentados en el sillón en una posición cómoda, y tal vez ese día se fueron sinceros por primera vez.