Harry Potter y la espada del héroe || Trilogía del héroe 1 ||

Capítulo 4

Capítulo 4 || De Krups y Animagus

Vive el ahora, con quien puedas.
Nunca dejes que el futuro te perturbe ...
Lo enfrentarás, si es necesario, con
las mismas armas de la razón que
hoy te arman contra el presente.

- Marco Aurelio

Al ser la hora del almuerzo de un domingo, la sala común estaba desierta. Harry subió cojeando las escaleras hacia su dormitorio, apenas viendo la nueva placa de 'Sexto año ' en la puerta de madera antes de entrar. La habitación era más o menos igual que siempre, las mismas cinco camas con dosel alineadas en las paredes y, en la de Harry. alivio, su baúl estaba al pie de su cama.

Harry se acostó en la cama, descansando su pierna, había estado en ella demasiado tiempo y había comenzado a palpitar. Se quedó allí pensando, pensando en la profecía, en cómo serían él y Voldemort al final. Todo fue demasiado. El era un adolescente. Todavía estaba en la escuela por el amor de Dios y, sin embargo, se había enfrentado a más peligro y maldad que la mayoría de la gente y sabía que se avecinaban más ...

Los pensamientos de Harry se desviaron hacia sus padres y cómo cualquier posibilidad de una vida normal había muerto cuando lo hicieron. En ese momento no podía pensar en un solo pensamiento honesto y feliz. Si había otro ataque de Dementor en su dormitorio, estaba jodido.

Unos diez minutos después decidió que iría a comer algo. Se puso algunas túnicas y bajó al Gran Comedor. Los pasillos estaban vacíos en el camino hacia abajo, y en poco tiempo estaba parado frente a las puertas del Salón. Harry escuchó; por el sonido de la escuela entera estaba allí. Se preparó y abrió la puerta.

Como si fuera una señal, toda la escuela volvió la cabeza para mirarlo. Hubo un momento de silencio y luego estallaron los familiares susurros.

"Es Harry Potter."

"Mira su cabello."

"Se ve tan diferente, mayor - y ese pendiente".

"Treinta dementores, salvaron a cincuenta personas".

"¿Por qué está usando un bastón?"

"¿Crees que se lastimó la pierna al caer por la ventana?"

"Tengo hambre, pásame ese queso".

El camino hacia Ron y Hermione, a mitad de camino de la mesa de Gryffindor, pareció durar una eternidad. Harry caminaba con mil pares de ojos sobre él. Finalmente alcanzó a sus amigos y se sentó con indiferencia al lado de Ron.

"¿Está bien, amigo?" preguntó Ron gentilmente.

"Sí ... estoy bien", respondió Harry automáticamente.

"¿Cómo estuvo ... cómo estuvo el funeral?"

"Oh ... está bien ..." Harry no quería hablar de eso.

"Por cierto, ¿te hiciste algo en el pelo?" preguntó Ron casualmente, su voz mezclada con sarcasmo.

"¡Vete a la mierda! No puedes pensar en nuevos chistes. Los he escuchado todos de parte de Remus", se rió Harry, tirando de un plato de salchichas hacia sí. "¿Y cómo estás, Hermione?"

"Oh, estoy bien", dijo su amigo de cabello tupido desde el otro lado de la mesa. "Pero parece que no podemos dejar que solo durante cinco minutos sin que de ser atacado por una criatura oscura."

"Entonces oíste sobre los Dementores," murmuró Harry.

"Todos oyeron hablar de ellos, Harry, estaba en todos los periódicos."