Capítulo 15

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Ella salió de ahí, mientras se escuchaban unos cuantos gritos más, notaba como algunas en aquel salón ya se encontraban asustadas, mi mirada iba a diferentes direcciones, notando como algunas solo susurraban cosas entre ellas, mientras algunas se iban asustando 

— Anda, mira — sugirió Hayley 

— ¿Qué? — giré mi cabeza hacía ella — no, la señorita Harrison dijo que nos quedemos aquí 

— A ti no te va a decir nada, anda, algo debe haber afuera — contradijo 

La mire con temor por unos cuantos segundos, hasta que decidí pararme de mi asiento. Sentía todas las miradas sobre mí, mientras mis dedos se enredaban entre sí por el nerviosismo. Coloco mi mano sobre el marco de la puerta, giro mi cabeza para ver a Hayley y Diana, las cuales solo me dan unas señas para que siga con mi recorrido, pero en cuanto doy un paso hacía afuera, todas pasan por mi lado, saliendo de aquel salón. Infle mis mejillas y solté un pesado suspiro, la mano de Hayley me llama con desespero hacía ella. Sin otra opción camino hasta donde estaba ella, levanto mi mirada lentamente y quedo perpleja al verlo, sí, a él, era Tewkesbury 

— ¡Les dije que no salieran del salón! — reprochó la señorita Harrison 

— ¡Necesito ver a alguien! — dijo Tewkesbury — quiero visitar a una de ellas... — frunció sus labios 

— Quédese en silencio por favor — pidió y dirigió su mirada hacía nosotras — ¿Alguna de ustedes conoce a este muchacho? 

Todas se quedaron en silencio, mire a Diana por mínimos segundos, para luego bajar mi mirada, no podía responder, mucho menos de lo que paso ayer. Él prometió venir por mí, sacarme de este lugar, estuve esperándolo tres meses, y cuando vino no se tomó ni el mínimo segundo en preocuparse por mí, así que asumo que es mi turno de negarlo. El codo de de Hayley golpea mi brazo, pero disimuladamente niego con la cabeza, mientras un nudo en mi garganta se va formando y mi estómago se revuelve. 

— Ya ve — devolvió su mirada a él — nadie lo conoce, puede retirarse 

Hubiera esperado que Tewkesbury haga una queja, hubiera yo podido objetar por él, pero no lo hizo. Solo empezó a caminar hacía nosotras, con su mirada baja, haciendo todas un espacio para que pueda salir, solo lo veía, con tristeza, y sentía como si me hubieran dado una apuñalada. 

La señorita Harrison nos exige volver a entrar al salón. Sentía como si no pudiera caminar, pensando en lo que acaba de pasar, ¿Qué hacía aquí? ¿Vino por mí? ¿Por qué no lo hizo ayer? 

— ¿Por qué negaste a Tewkesbury? — pregunto Diana 

— No quiero hablar de eso ahora — torcí mis labios. 

💐

Hasta el momento que cayó la noche, todas ya se encontraban dormidas, cada una en sus respectivas habitaciones, yo estaba en mi habitación, en mi cama, pero sin poder dormir. Mi mente solo podía pensar en Tewkesbury, y solo en él. En lo que paso ayer, y lo que paso en la tarde. Pero el principales misterio es ¿De dónde conoce a Enola? ¿Cómo fue que la conoció? ¿Por qué se fue con ella? ¿Dónde quedó yo? Aseguro que su amor que promulgaba por mí era mentira, todas sus promesas eran mentira, sus cariños eran mentira y sobre todo cuando me defendía, creo saber que la razón por la cual ya no quiere estar conmigo es por lo de Chad. Pero no quería pensar más en él, así que me levanté de mi cama, prendí una vela y salí de la habitación, bajaba con cuidado las escaleras, hasta llegar a la cocina, busco una taza con la leve luz de la vela, hasta que vuelvo a ver a la silueta a mi lado, volteó rápidamente con la vela en mi mano y logró verlo a él. 

— ¿Qué haces aquí? — quejé 



La flor más bella // Lord TewkesburyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora