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"MIKEY, ¡¿QUÉ MIERDA?!"
Un grito enojado resonó a través de los árboles, asustando a los pájaros.
Era la voz de Draken.
Cuando Mikey abrió los ojos, todo lo que pudo ver fue una oscuridad sin fin. Su cuerpo se sentía entumecido, como si fuera solo un recipiente. El grito de Draken lo despertó.
También pudo escuchar algunos gritos.
¿Quién estaba llorando?
"Mierda. Llegamos demasiado tarde. Ya lo ha hecho" Esta vez era la voz de Mitsuya, sonaba derrotado. "Maldita sea". Maldijo.
Entonces algo golpeó a Mikey.
Fue uno de esos momentos. Perdió el control.
Respiró hondo, tratando de recuperar el control de sí mismo. Con todos sus sentidos volviendo lentamente a él, comenzó a notar su entorno y las personas a su alrededor.
Se sintió inestable. Le dolía la cabeza y había un molesto zumbido en sus oídos.
Había escuchado las voces de Draken y Mitsuya. Él estaba con ellos y estaban enojados con él. Podría trabajar con eso. Solo tenía que saber por qué estaban enojados.
Había árboles a su alrededor. Deben estar en el Santuario Musashi o en sus alrededores.
Eso es correcto.
Iban a hacer una cápsula del tiempo.
Su visión todavía estaba borrosa, pero todavía trató de enfocar sus ojos, sin importarle el dolor que venía con eso. ¿Con quién más estaba? Hakkai estaba allí. Peh-yan y Chifuyu también estaban allí. Angry y Smiley también deberían estar allí, se juntaron. ¿Salieron temprano? No podía recordar.
