Cartas Para Mi Tharn.

¿Por qué fui yo quién quedó atrás?

Todo el mundo se ha ido, solo me quedabas tú, y ahora también me dejaste.
Me has dejado de lado, avanzaste a un nuevo mundo sin mí.
Siento que las palabras se me acaban.
Ya te he escrito un millón de veces lo mucho que te extraño, el dolor de tu ausencia y cuánto te amo aún.
Nada sirve, nada puede regresarte, nada te trae de vuelta a mí.
Ni aunque ruegue y suplique al Dios en los cielos, nadie me oye, nadie me ayuda.

No me queda nada.
Ni yo mismo.

¿Cuánto más tengo que aguantar?
Si mis sentimientos no se van, entonces porque no me regresan a mi esposo.
El amor sigue aquí.
La calidez sigue aquí
Su ropa y su olor siguen aquí.
Yo sigo aquí.
Devuelvanmelo.

Me siento solo, estoy solo.
Quebrado.
Roto.
Abandonado.

Duele hasta los tuétanos.

Mi tharn, mi fiel y amado compañero.
Parece ayer tarde cuando suplicabas que no te abandonara.
Prometiste despertarte temprano todas las mañanas, prometiste aprender a cocinar, llorabas suplicando que me quedara junto a ti y mira.
Al final fuiste tú quien me dejó. No estas ahora cumpliendo aquellas palabras.
No es tu culpa, sin embargo resultó de esa manera.

Porque tengo que ser yo quien esta con estos sentimientos dolorosos.
Puedo esperar, estoy esperando verte de nuevo, pero resulta demasiado cruel ver pasar los días y no recibir una señal.
¿me amas desde donde estas?
¿Me ves?, ¿me sientes?, ¿me extrañas?

Estoy agotado.
La relación se está tornando sofocante.
Parece que solo soy yo.
Quizá no deba continuar.

Debería rendirme.
Todos los días, debería rendirme.
No hay mucho más por decir.

28 de septiembre.
Asfixiante.

Un sin aliento, type.