1. Un primer día un poco extraño.

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Estaba bajo un sueño hermoso, unos ojos marrones hermosos me hechizaban y me hacían estremecer, cada que me veían me sentía en las nubes, tenia una sonrisa hipnotizante que podía derretirme ahí mismo, pero como todo no es color de rosas un ruido molesto hizo despertarme de mi adorado sueño y sobresaltándome de manera gigante, tome el despertador que estaba en mi mesa de noche y lo primero que hice fue tirarlo para que dejara ese molesto ruido, no me dejaba dormir. Luego me dormí tratando de soñar nuevamente con unos ojos tan bellos como el atardecer, pero no, terminé soñando con asesinos que se comían a sus propias víctimas, me desperté por un sobresalto gracias que yo era la próxima herida, desperté e intente bajarme de mi cama, pero gracias a lo torpe que soy lo único que logre fue pegar mi cara al piso porque trate de levantarme teniendo la sabana enredada en mi cuerpo. El ruido despertó la curiosidad de mi madre, ya que inmediatamente entro a mi habitación, me imagine todas las reacciones del mundo, que corriera a ver que me había pasado era la principal, pero no, en cambio, se rio de mí, se estaba burlando de mi torpeza.

- ¿Qué haces ahí tirada Lily?, ¿se te perdió un zapato? - fue todo lo que pudo decir gracias a su risa, y obvio, era sarcasmo.

Yo solo bufé e hice un intento patético de levantarme, y se quedo en intento porque volví a caer, y mi madre volvió a reír, esta vez fue una risa seca y a medias.

- Anda Lily, mueve el trasero y ve a alistarte para el instituto, se te hace tarde.

Si, hoy iniciaba nuevamente una semana torturante, y no cualquiera, era la semana de inicio de exámenes, pero ¿a quien miento?, iba a ganarlos estudiara o no, y no es que sea engreída, es que tengo una capacidad de retención grande y aprendo rápido, o eso dicen mis profesores de mí. Luego de mi agradable despertar pude levantarme, me di una ducha rápida y decidí ponerme un vestido de verano de flores que me dio mi padre de cumpleaños, hacía calor el día de hoy, coloqué sandalias en mis pies, mi cabello solo decidí atarlo, yo no uso maquillajes, nunca me ha gustado, pero si me aplico un poco de rímel, luego decidí arreglar un poco el desorden de mi habitación, después de eso fui directo a la cocina, se sentía un olor agradable, sin duda, mi madre es una gran cocinera. Lo que vi me impacto mucho, entre y divise dos siluetas, una era mama y al lado de ella estaba mi abuela, la persona que mas me detestaba en el mundo, eso me esfumo el poco humor que tenía, hice el intento de voltear e ir al instituto, pero la señora Margaret logro escucharme y volteo a verme.

- Oh, Lily buenos días, que bueno que te veo, casi te vas sin saludarme. - me dice de manera "amable" ya que no se como tomarlo gracias a la mirada que me da.

- Si, estoy un poco atrasada y tengo un examen importante sobre Geografía. - fue lo único que pude decir.

- Entiendo, pero ¿con ese vestido no estas mostrando mucha carne?, vas para la escuela, no para una discoteca. – suelta de forma seca y poco agradable, decir tales palabras despertó en mi lo que ella siempre despierta: furia, y enojo.

- Puedo entender que no le guste mi modo de vestir, que según usted muestro mucho, pero adivine, a mi me gusta mostrar.

Después de eso solo pude salir de casa e ir directo al instituto, pero, al salir vi como de su casa también iba saliendo Ryan, no es que me cayera mal, solo que siempre es distanciado y solo, un poco misterioso, solo hablé con él una sola vez y fue para el cumpleaños de Nora que le pedimos que hiciera un diseño para sus invitaciones ya que sería una cena privada. Recuerdo muy bien la conversación, bueno, tampoco fue tan extensa, pero algo me hizo ver raro sus actitudes, era tan diferente a los demás.

Flashback:

-Hola Ryan, ¿Cómo has estado? – Penélope fue la primera en hablarle, de las tres, ella ha sido la mas social, Nora y yo siempre hemos sido mas reservada. Ryan solo nos miro e hizo un intento de sonrisa que lo único que hizo fue que le saliera como una especie de gesto un poco raro, ante su silencio, Nora decidió hablar.

-Veras Ryan, dentro de dos semanas es mi cumpleaños y mis padres quieren celebrarlo con una cena, me preguntaba si podrías ¿diseñar las tarjetas de invitación? - Dijo un poco dudosa Nora.

- Claro, háblame un poco de la temática... - fue lo último que escuche ya que me quede admirando un boceto que reposaba en una de las mesas, era hermoso y misterioso, poco sabia sobre el tema, pero podría decir fácilmente que parecía la portada de un libro de Zombies y Vampiros, cada trazo era perfecto y detallado, como si llevara años trabajando en él, estuve tanto tiempo absorta en el bosquejo que no me di cuenta que todos habían quedado en silencio y viéndome de una manera extraña, Ryan al notar lo que estaba viendo, se levantó de un tirón y se fue de ahí sin emitir una palabra, fue muy extraño, pero decidí no prestarle atención.

Fin del flashback.

Gracias a que estaba concentrada en mis pensamientos no note que ya estaba caminando para la parada del bus e iba pasando por la casa de Ryan, este ni se inmuto a decirme una palabra, como siempre, nos ignoramos. Al llegar al instituto me encontré a Nora y Penélope esperándome en la puerta, no podía negarlo, ambas eran hermosas, Nora es rubia, blanca, delgada y con una estatura promedio, Penélope en su lugar tiene el cabello tan negro como el carbón, igual que sus ojos, un poco pálida y delgada igual.

Luego estaba yo, no era que me sentía horrible, pero tenía una autoestima baja y aunque me dijeran que era hermosa, no me lo creía mucho. Pero bueno, en la vida no se podía pedir mucho, era super buena en mis estudios, no podía ser hermosa e inteligente al mismo tiempo.

Sali de mis pensamientos cuando llegamos al salón, ahí estaban la mayoría de mis compañeros, las tres nos sentamos juntas, como siempre, y nos pusimos a hablar cosas banales, hasta que nos dimos cuenta de que había pasado mucho tiempo y el profesor Husky no llegaba, inmediatamente pensamos eso, el director llega al aula y todos hacemos silencio.

-Buenos días jóvenes. – es lo primero que dice el director Smith

-Buenos días- respondemos todos al mismo tiempo.

-El maestro Husky ha enfermado repentinamente por eso no asistirá a clases el día de hoy, pero ha enviado un remplazo mientras el pueda regresar. Adelante, señor Thompson. - todos hicimos silencio esperando que el maestro sustituto ingresara al salón. Luego de un par de segundos ingresa un muchacho, no podría ser tan mayor, unos 7, 8 años mayor que nosotros, lo que sucedió a continuación nos dejó atónitos a todos, escuchamos el sonido de una silla rodarse y luego vi como Ryan salió disparado del salón.

Muchas dudas cruzaron en mi cabeza, pero la principal fue ¿Ryan conocía al nuevo profesor?, pensé que seria lo ultimo y lo mas raro, pero no, luego de un par de minutos en silencio, Ryan regreso al salón y dijo:

-Que clase tan patética, la voy a cancelar.- fue lo único que dijo antes de salir nuevamente.

Juegos del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora