Alas preciosas

Capítulo 14

"La verdad duele", resopló Harry. "Pero a veces es mejor saber la verdad que quedarse en una ignorancia dañina. Jesse es uno de esos casos especiales que necesitan saber ..."

Harry se paseó por la cocina de Bobby preparando comida mientras esperaba que Sam y Dean regresaran. Realmente no le importaba cuál era su nuevo caso... cuanto menos se interesara, mejor sería para él. Por alguna razón, todas las cosas interesantes sucedieron en sus cacerías. Las cosas interesantes estaban mal cuando estabas huyendo de los ángeles.

"Harry."

"¿Qué pasa, Bobby?" Preguntó Harry parpadeando como una lechuza al hombre en la silla de ruedas.

"Tengo un mal presentimiento sobre este caso. Voy a unirme a los chicos. Conoces todos los procedimientos, ¿verdad?"

"Oh, estoy seguro de que me has entrenado lo suficiente", dijo secamente el mago.

"Muy bien, tienes nuestro número si pasa algo."

"Mkay, adiós," murmuró enfocándose de nuevo en la comida.

Con un bostezo, Harry terminó su plato y se dirigió a la cama para acurrucarse bajo el nido de mantas que los Winchester habían tenido la amabilidad de llevar. No sabía cuánto tiempo estuvo dormido, pero cuando despertó estaba oscuro afuera. Frunció el ceño.

¡ESTALLIDO!

Harry saltó y se sentó rápidamente. ¿Qué demonios? Con una mano rápida agarró su varita debajo de la almohada sacándola junto a una pistola que Bobby le enseñó a usar. Se quitó las mantas y se escabulló de su habitación hacia la puerta principal. No quería llamar a los hermanos ni a Bobby si se trataba de una falsa alarma, así que lo comprobaría primero. Harry se detuvo al pie de las escaleras y miró lentamente a su alrededor en un esfuerzo inútil por ver más que manchas en la oscuridad. Al no ver nada diferente, lentamente comenzó a revisar la casa comenzando por la cocina. No fue hasta que llegó a la puerta principal que sucedió algo. Ahí fue donde todo salió mal.

"¡Gahaaa!"

Harry dejó caer su varita y su pistola para agarrar la enorme herida abierta en su abdomen.

"Oh Azrael, hiciste que fuera lamentablemente fácil encontrarte. Pasando el rato en la casa del cazador que tiene la mayor conexión con los Winchester. Qué tontería".

Harry gimió cuando sus piernas cedieron y sus rodillas golpearon el suelo con un ruido sordo. "Qu-quién," farfulló lastimosamente.

"¿No te acuerdas de mi contraparte? Oh, creo que mi corazón se rompió, de verdad".

"Tú," gruñó Harry y lo miró con ojos verdes brillantes.

"Mantén tus bragas en un montón de angelito. ¿Qué es eso? ¿Te estás preguntando cómo llegué aquí?" Los ojos de Harry se agrandaron. ¿Cómo había sabido este bastardo exactamente lo que estaba pensando? "Y sabes que te estás preguntando cómo sé lo que estás pensando. ¡Hombre! Eres tan fácil de leer. ¡No entiendo por qué Lucifer todavía está suspirando por ti! ¡Eres inútil! ¡Mejor! Él me creó para ser tú, pero todo lo que siempre me llama una imitación barata. Es bastante molesto, ¿sabes?

¿Lucifer todavía lo amaba? Lucifer todavía... El demonio continuó divagando y despotricando sin siquiera darse cuenta de que Harry ya no estaba prestando atención. Su compañero todavía lo estaba esperando, probablemente todavía lo estaba buscando, pero era un ángel, caído o no, y no tenía forma de encontrar a Harry a menos que el mago lo encontrara primero.

"-¡así que vine a tomar tu sangre! Tus recuerdos serán míos y finalmente podré ser lo que Lucifer me creó para ser. La pareja perfecta ~"

"Vete, demonio," siseó Harry en voz baja. No permitiría que esta criatura inmunda le robara su identidad. Lucifer pertenecía a Azrael, no a esta imitación barata.