Kristain Austerson era una estudiante de 18 años, cerca de terminar la preparatoria, una chica con gustos en el rock y lo gótico, pero también era muy dulce y alegre.
Vivía en un vecindario en el que vivió sus 18 años, con su familia un tanto disfuncional, conformada por un padre comúnmente estricto que se molestaba con facilidad y no aceptaba un no como respuesta, una madre distraída que provocaba problemas a su esposo, y su hermano Al, un chico 2 años menor que Kristain, bastante mimado. Aún con todo eso y los problemas constantes de su familia, eso no impedía a Kristain poder ser feliz consigo misma.
En su mente solía haber positivismo ante la mayoría de cosas, y cuando algo malo sucedía, tan solo pensaba que en el futuro eso solo sería un simple mal recuerdo, eso mantenía su optimismo a flote. Rara era la vez que hablara de manera negativa.
No era popular en la escuela, y no tenía amigos, pero ella estaba bien de esa manera, aunque fuera alguien alegre y positiva, no solía socializar mucho, no queria abrumar a los demás y ser una molestia, pero aún así, nadie era grosera con ella, en cambio, les agradaba su tranquilidad en clase y su optimismo en el descanso.
Sin embargo, aunque Kristain no fuera ruidosa en clase o cerca de sus compañeros, a una alumna de su clase no le parecía agradable de ningún modo. Nuria Mawstlecotch, desde el primer semestre de preparatoria vio con malos ojos a Kristain, sin razón aparente, pero el pensar en molestarla para borrar ese positivismo que parecía asquear a Nuria le agradaba.
Al día siguiente, a la salida de la escuela, Kristain estaba por ponerse sus auriculares para disfrutar su regreso a casa con su multimedia de música como siempre solía hacer, pero Nuria y dos de sus amigos, Lizbeth y Joseph, se acercaron a ella.
"¡Kristain! Curiosamente vamos por el mismo rumbo, ¿podemos ir los cuatro juntos?" habló con amabilidad, tratando de ocultar la falsedad en ella.
"¡Ah, Nuria! Será un gusto que podamos ir juntos, no hay problema alguno." dijo Kristain con su característico optimismo. "Por cierto, pueden llamarme Kris."
"Nos dirigimos al café de la calle Rhinestone, ¿tú vas directo a tu casa?" Lizbeth trató de entablar conversación natural.
"Sip, los acompañaré hasta el café y de ahí debo ir directo a casa."
"¡Uy, esperen, creo que acabo de ver algo en esta calle…" dijo preocupado Joseph.
"¿Qué cosa? Bueno, lo que sea que sea, vamos a ver, anda Kris, ven con nosotros, solo echaremos un vistazo rápido."
Kristain accedió con una sonrisa. Pero poco después de doblar la esquina de la calle, fue empujada y golpeada contra la pared con fuerza.
"¡ACK!" Gritó con dolor. "¿¡Qu-que es lo que...!?" por primera vez en mucho tiempo, la voz de Kristain mostraba miedo, un miedo genuino.
"Escúchame Austerson, me das asco, desprendes un sentimiento repulsivo de genuino asco y desprecio tu mera presencia, tu optimismo me da náuseas, el solo pensar en que pueda cerrarte el hocico para que por fin te calles me tranquiliza." dijo amenazante Nuria.
"¡P-pero yo… Yo nunca… Yo no molesto en clase! Gu-guardo mis palabras y-y actitud para el de-descanso para así no mo-molestar…" la voz de Kristain se quebraba, sentía inmensas ganas de llorar, y aunque pensaba que en el futuro eso solo sería el simple recuerdo de un mal rato, no ayudaba.
"Me das un asco enorme desde el primer año, no pensaba hacer nada hasta ahora que estamos tan cerca de salir, así no podrán hacer nada."
Kristain solo miraba con miedo, repitiéndose en su mente una y otra vez "mañana esto no será más que un mal rato, mañana esto no será más que un mal rato…"
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Creepypasta "Kriseyelis"
RandomUna creepypasta que decidí inventar. Ultimamente me metí mucho en las creepypastas de nuevo, y noté que muchas eran... Algo extrañas. Quise crear una sin seguir mucho el cliche de que estaba loco y ahora mata todo lo que se mueve