Capítulo IX
Yenifer
Una vez mas me quedo boquiabierto, miro a Christopher con que su sonrisa que no desaparece de su rostro, mientras toma su café de una forma magnífica.
-Hora de de irnos anuncia -mordiendo su labio inferior.
-¿A donde iremos? -le reto y el niega divertido
-A mi casa, después de llevaré a mi cama -dice con voz ronca
-Christopher apenas te dije que si y ya andas urgido -me cruzó de brazos
-Tengo que celebrar que aceptaste antes que te arrepientas -sonríe
Evitó sonreír ante su comentario pero sin pensarlo ambos reímos, el se nota relajado mostrando su dentadura y su tan perfecta mandíbula marcada.
Nos ponemos de pie al ya pagar la cuenta caminamos a la salida y todos se comen con la mirada a Christopher algo que no me incómoda.
Subimos al coche de Christopher en un total silencio uno muy incómodo por que ya sabía que pasaría, estoy nerviosa por que al fin pasara lo que el tanto desea.
Llegamos a su casa no hay nadie por lo que se sus papás aún no llegan de su viaje, el tomo mi mano para entrar a su casa y llevarme su habitación.
-No hay nadie -dijo el al notar mi incomodidad- Mis papás llegan en una semana y mi hermana no esta -prosiguió.
Entramos a su habitación y una oleada de calor golpeó todo mi cuerpo, Christopher cerro la puerta con seguro para después observarme con deteniendo.
-Parare en cuanto tu me lo digas -dijo con su respiración agitada.
Llego hasta a mi, para comenzar a besar mis labios con delicadeza, me tomo de mi cintura atrayendome hacia su cuerpo sintiendo su erección en mi vientre, gemí en sus labios y aprovecho el momento para jugar con su lengua.
Christopher
Cuando Yeni me cito en esa cafetería de verdad me sorprendió bastante, sin embargo fui a verla y vaya sorpresa que me lleve cuándo dijo que aceptaba lo que le había propuesto.
Sin aguantar la traje a mi casa, llegamos a mi habitación aun qué no lo crean soy un caballero y quiero tratarla de lo mejor para que se lleve un buena perspectiva de mi.
Acaricie su pequeño cuerpo antes de acostarnos en la cama yo quedando arriba de su cuerpo sin dejar caer todo mi peso, bajando mis besos por su cuello.
-Te deseo Yenifer -susurre mirándola a sus ojos.
-Y yo a ti -susurro agitada.
Mi sonrisa se asanchó ante esa declaración y sin perder oportunidad la despoje de su pequeña playera que llevaba dejando ver sus sostén.
-No te cansas de ser tan perfecta -gruñí.
Su cuerpo era mi obsesión toda ella era por lo que me atrevería a morir si era posible, la mire a sus ojos dejando escapar una sonrisa al fin la tendría para mi.
-Quiero que sepas que después de esto, nadie mas te podrá tener -quite su pantalón dejándo en ropa interior- Solo yo podre tocarte
Me quité mi playera dejando ver mi cuerpo, baje mi pantalón quedándome en boxer y me volví a subir arriba de ella, atrapé sus labios en un beso lleno de pasión, apreté sus cenos con mis manos y ella gimió en mi boca.
-Dios Cristopher -gimió ella.
Quite su sostén dejando ver sus cenos, los cuales me deleite observándolos, toda ella sería mía en tan solo minutos, acaricie su cintura bajando por su vientre y deteniéndose en la orilla de sus bragas.
Yenifer
De un momento a otro mi respiración se volvió irregular y solo deseaba que lo dejará de tocar mi cuerpo, el era todo un experto a comparación de mi.
-Christopher -gemí.
Metió su manos por adentro de mis bragas acariando mi intimidad, lo que provocó que un largo suspiro saliera de mis labios.
Sin dejarme tan solo reaccionar en donde se encontraba su mano ya tenía sus labios alrededor de mi ceno derecho, adueñándose de él como un niño pequeño.
Los gemidos no tardaron en salir, al sentirme tortura de mi ceno y de mi intimidad Christopher parecía feliz sin quitar mi mirada de mis ojos que se cerraban por el placer.
Quito mo braga de un tirón dejándome desnuda a su merce a estas alturas ya no pensaba tenerlo y no quería hacerlo, esta siendo tan placentero como para detenerlo.
Del cajón de a lado saco un paquetito plateado "Un preservativo" me miro con sus ojos llenos de algo que no lograba descifrar, bajo su boxer dejándo salir su miembro tan erecto.
-Asi me pones siempre -dijo el y yo tragué grueso- No te haré daño -volvió a decir colocándose el preservativo- Pararé en cuanto me lo digas.
Se colocó en medio de mis piernas sintiendo su bulto el cuál me hizo soltar un largo suspiro, deseaba ya tenerlo dentro de mí pero me hacía sufrir demasiado.
-Christopher te necesito dentro de mi ya -dije agitada y el sonrió burlón.
-O quieres esto -frote su miembro en mi entrada- Debo de pensármelo.
-Christopher por favor -dije irritada.
-A la princesa lo que pida -y sin más entro en mi- Dios Yenifer se siente increíble -mencione él.
Enrede mis piernas alrededor de su cintura mientras el se movía de atrás hacía delante luego en círculos, lo podía evitar gemir en su oído.
Nuestros cuerpos chocaban al ritmo de sus embestidas, adentro y afuera, mientras yo olvidaba hasta como me llamaba, enterré mis uñas en su espalda al sentir un cosquilleo en mi estómago.
-Aun mo bonita -murmuro Christopher sim dejar de moverse.
Beso mis labios en un beso sin ritmo interrumpiendo por los gemidos de ambos, mi vientre se contrajo provocando mi primer orgasmo.
Christopher callo agotado en mi pecho, mientras tratábamos de recuperar nuestras respiraciones pero era todo un desastre.
El sueño me estaba venciendo pero no me podía quedar dormido, ahora no que acabo de tener mi primera vez con Christopher Vélez.
-¿Estas cansada? -dijo el salió de mi y tirando el preservativo en el cesto.
-Si -dije con dificultad.
El me cubrió con una manta y se tumbó a mi lado mientras acariciaba mi brazos subiendo por mi hombro y viviendo hacer el mismo camino.
-Eso estuvo increíble -murmuro en mi oído.
Y ante esa pequeña confesión pude lograr cerrar los ojos para caer en un profundo sueño del que no me despertaría si me pasaran diez vacas encima.
Continuará.....
*Escritora: La esposa de Erick*