Milagros.

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Evidencias de la ausencia: 


Dentro de poco, habré alcanzado una madurez que cuando era niño
veía casi imposible de adquirir. Esta nueva visión de la vida es más
que nada un aumento en el pesimismo y el cansancio que venía
acarreando hace ya bastante tiempo. Sin embargo, lo importante de
todo, es que ahora puedo percibir el tiempo con mayor tranquilidad
y calma. Me siento menos afortunado, es cierto, pero a la vez,
mucho más sereno.


Y bien, quedamos en esto: "Un nuevo día, una nueva oportunidad".
Repaso todos aquellos rostros y aquellas sensaciones que circulan justo
frente a mis ojos como si fueran alucinaciones de toda una
vida. Consecuencias de un falso libre albedrío. Sinceramente, estamos
condenados a perecer lenta y dolorosamente en soledad.


Quisiera escribirte una carta mencionando mis hazañas y mis
logros, pero estos no son más que condecoraciones al esfuerzo de
seguir estando vivo. ¿Cuál puede ser un buen regalo en este
momento? Yo creo que, sin duda, el coraje que poseemos para seguir
sonriendo aún cuando no nos quedan dientes... (Te amo con locura).


Y es así, que en este día tan retorcido, veo en el horizonte de la tierra de mi infancia, el ocaso de una vida completamente desaprovechada. Ahora, te suplico que dejes que te dedique estas palabras; Palabras perdidas, palabras infantiles y que intentan  mantener firme el objetivo de apaciguar las tormentosas aguas de mi soledad. Este es un océano que ambos cargamos en nuestro pecho y que conocemos de memoria.  Ambos sabemos que al dormir, nuevamente estamos viviendo nuestra mayor pesadilla: Estar a la deriva en un inmenso mar de inseguridades.


Cuando era niño mi mayor anhelo era ser artista. Actualmente no existe momento alguno en que no me arrepienta de haber soñado eso. Aquel sueño atormentado de querer triunfar
a pesar de toda adversidad, es solo evidencia de la ausencia clínica que ajetrea mi rutina . No hay un mayor objetivo en mí. No hay nada. Pienso que ir en contra de la
corriente es lo único que me mantiene cuerdo (y en el mejor de los
casos, sobrio) pero que cada cierto tiempo, aquel pensamiento se vuelve una reflexión acerca de la efectividad de mis decisiones. Ya puedes adivinar que siempre termina todo muy. muy mal.


Todo sería mejor con mi ausencia.


Nuestras acciones nos definen.

La vida en este punto llega a ser hasta irónica. Crecemos intentando hacer
siempre el bien, pero siempre terminamos arruinando las cosas...
supongo que es de familia, un tema de herencia. Desde que tengo
memoria recuerdo que nada me sale bien.


Se me nubla el juicio y no necesariamente porque escriba desde la rabia o el
remordimiento. Es solo que estoy cansado, ¿Sabes? A lo largo de mi
rutina diaria siento que cargo una pesada carga con
responsabilidades ajenas y que no comprendo del todo bien. Mi
necesidad vital de querer mejorar mi entorno me obliga a actuar
como una especie de esponja que absorbe toda la mierda junta, pero
no puedo absorber la mía. Mis problemas y mis penumbras se quedan
flotando en el aire, para que así, cuando suelte una carga, a la
vuelta de la esquina me estén esperando, hambrientos de espanto, un montón de nuevas responsabilidades emocionales que  me devorarán y me harán caer
nuevamente en una depresión infinita. Estoy viviendo el sueño del
pibe, claramente.


¿Será la sinceridad el mejor regalo de cumpleaños? A mi parecer,
sí. Estoy apestado con tantas mentiras. Me siento asqueado,
enfermo, confundido y hasta decepcionado con el doble estándar que
ahora funciona como elemento vital para cualquier relación
interpersonal. ¿Ves? te lo dije, ya estoy alcanzando un nivel de
madurez que jamás pensé vería reflejado en mi.


De esta forma (y que quede claro en estos párrafos) mi sentencia
será la de siempre hacer el bien. Ser consecuente y serio. Ya no
hay vuelta atrás y el tiempo avanza y nos hacemos viejos, ¿cierto?
ya no quiero jugar. Solo quiero llegar a casa y dormir tranquilo.
No sé que voy a hacer más adelante, tal vez me canse y deje todo a
medias (como siempre) pero hasta que eso no pase... feliz
cumpleaños. Gracias por todo, aún no estamos (tan) muertos.


Nuestro corazón se vuelve nuestra cárcel.  

Te amo.

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2021 ⏰

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