Prólogo

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Luna, una mujer joven de piel canela y ojos color verdes como las esmeraldas quería un hijo. A tan temprana edad decidió quedarse embarazada, le rezaba a la luna todas las noches "Oh luna, tú qué me observas todas las noches desde tan alto, por favor, concédeme este único deseo que te pido. Tener un bebé" le dijo a la luna.
Poco tiempo después, Luna conoció a un varón mayor que ella de piel clara y ojos color avellanas con el cual se casó al poco de conocerse, pues se habían enamorado locamente.
Luna le había comentado su deseo de tener un hijo pero a él no le parecía bien "¿Un hijo? Solo traen problemas y gastan demasiado dinero. Centrémonos en nosotros, y en nuestro futuro." le dijo a Luna.
Con una gran tristeza, Luna fue de nuevo hacia la ventana a rezarle a la luna como todas las noches "Oh luna, tú qué me observas todas las noches desde tan alto, haz que mi marido me dé un hijo, es lo único que te pido, por favor. No puedo deshacerme de este loco deseo de ser madre." dijo con lágrimas en los ojos.
Los meses pasaban y Luna aún seguía sin quedarse embarazada, decidida y en secreto de su marido fue a la bruja del pueblo, la bruja Kenya. Todo el pueblo la tomaba por loca y estafadora pero Luna ya estaba desesperada y decidió acudir a ella.
Entró a su pequeña tienda y ahí la vio, pasando sus manos arrugadas por la bola de cristal.
"Cuenta pequeña ¿Cuál es tu deseo?" le dijo la bruja con voz ronca y aguda.
"¡Oh, bruja Kenya! Usted que todo lo sabe y concede, llevo tiempo queriendo un bebé y mi marido no, por favor se lo pido, haga que mi marido cambie de opinión y tengamos un bebé. Es lo único que pido, todas las noches le rezo a la luna para que me lo conceda pero nada ocurre. Haga usted realidad mi sueño y le pagaré todo lo que usted me pida." suplicó Luna.
La bruja sonrío siniestramente, se acercó un poco más a Luna y con su mano agarró el pequeño colgante de Luna "Lindo colgante, te concederé el deseo a cambio de este colgante."
Luna arrancó su colgante de la mano de la anciana bruja "Ni muerta, este colgante fue un regalo de bodas de mi esposo" la bruja se hizo para atrás en su sillón "Entonces no te concederé el deseo que tanto ansias".
Luna se entristeció, se quitó su colgante y se lo dio a la bruja que sonrío satisfecha.
"Bien pequeña, me encanta hacer negocios contigo" le dijo a Luna.
"Entonces ¿Me concederá el deseo?" preguntó desesperada.
"Cuando la luna esté llena, será el día en qué quedes embarazada y darás luz. Será el hijo de la luna".
Luna salió contenta de ese lugar, miró a la luna y vio que estaba media llena, en unos días quedaría embarazada.
Y tal y como dijo la bruja, Luna se quedó embarazada. Su marido seguía sin aceptar el tener un hijo pero no dejaría a Luna pues estaban enamorados al fin y al cabo.
El día que Luna dio a luz al bebé la luna estaba llena tal y como dijo la bruja.
Del vientre de Luna nació una niña de piel canela y ojos color grises, cuando el marido vio al bebé comenzó a gritar como loco "¡Este no es mi hijo! Me has engañado y lo vas a pagar" dijo arrebatando de las manos de Luna el bebé para dejarlo en su cuna. "¡No, no te he engañado! Es tuyo, te juro que es tuyo." dijo entre sollozos Luna. Su marido, furioso, con cuchillo en mano la hirió de muerte. El cuerpo sin vida de Luna quedó en el suelo manchandolo todo de sangre, su marido cogió el bebé y la dejó en lo alto de un monte para dejarlo morir ahí mismo.
Desde entonces se dice que cuando la luna está llena es porque el bebé está de buenas, pero cuando se escucha un llorar de bebé la luna es menguante.
Se le llama: el hijo de la luna.

AliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora