Cinco

219 37 7
                                    

•|Hueningkai|•

[28|07|06]

Y ahí estaba yo, un pequeño Hueningkai de 5 años que no entendía muy bien lo que pasaba, me encontraba en casa solo, sí, con tan solo 5 años.

Mi papá había salido sin decirme nada, salió desde muy temprano y aún no regresaba. Yo me encontraba en la cocina, tratando de alcanzar el frasco de galletas que se encontraba en una encimera. Estaba apunto de alcanzar el frasco, pero me detuve al escuchar el sonido de la puerta siendo abierta con brusquedad.

- ¿papi? - pregunté bajando de la silla en la que me encontraba, seguido corrí hacía la entrada.

-¡Hueningkai!, ¡ven inmediatamente hacía acá! - escuché la voz de mi papá cada vez más cerca.

- Sí papi, ¿qué pasó?- pregunté una vez llegué a su lado - ¿qué tienes papi?, tu voz suena algo rara...

- ¡Tú! - me señaló con su dedo índice - ¡Tienes la culpa de todo! ¡Por tu culpa tu madre ya no se encuentra conmigo! - dijo mientras se hacía de un lado a otro.

- P-pero yo no he hecho nada papi, estuve aquí en casa desde que te fuiste ... bueno lo único malo que hice fue comerme los dulces de mamá, pero de ahí no he hecho nada más, ¡te lo prometo! - alce mi dedo meñique y lo puse justo en frente de él.

Mi  papá me pegó muy fuerte en la mano, haciendo que yo retroceda algunos pasos.

- papi, ¿por qué hiciste eso? - pregunté con lágrimas en mis ojos, mientras con mi otra mano derecha tomé la mano que había sido golpeada con fuerza - yo... - mi papá me interrumpió

-¡Ya cállate! -  al intentar caminar hacía mi tiró al suelo uno de los floreros que se encontraban cerca, haciendo que pedazos de vidrio se incrusten en mis piecitos - ¡ven aquí! - me tomó por el brazo.

- papi, m-me lastimas- dije mientras empezaba a llorar.

- ¡He dicho que te calles! - seguido sentí como su mano impactó contra mi pequeña y gordita mejilla - ¡vamos a tu habitación.

Mi papá me tomó del brazo con mucha más fuerza y me arrastró por todo el camino hasta llegar a mi habitación. Una vez ahí cerró la puerta y se dispuso a tocar de mi pequeño y frágil cuerpo.

Posando sus grandes y ásperas manos en mis pequeños glúteos, apretandolos con mucha fuerza, haciendo que de mis labios salga un grito de dolor.

- ¡Cállate! - Vocifero - como no te callas haré yo mismo que lo hagas - mencionó mientras empezaba a desabrochar su pantalón.

Yo sólo atine a bajar mi cabeza, mientras lloraba en silencio para no molestar más a mi papá, esperando a que mi mami llegará en ese momento.

Lo que no sabía el pequeño Hueningkai es que su mamá nunca regresaría y también que desde ese día empezaría su infierno.

Multiple personality 𖦹Sookai𖦹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora