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La vida ha sido demasiado dura para Daniel LaRusso.

Desde que era un niño de ocho años perdió a su padre de una terrible enfermedad y se aisló de todos apenas si hablaba con su mamá que se preocupaba mucho por el.

Nunca tuvo un amigo en la escuela, siempre lo molestaban tanto por ser ese chico raro que le gustaba estudiar, siempre cuando salía de clases llegaba golpeado o llorando haciendo que Lucille siempre estuviera preocupado por Daniel.

Daniel le rogó tanto a su madre que pudiera aprender karate y defenderse de los matones, pero Lucille LaRusso contestó que no y si quería aprender que fuera por un libro.

Solo así Daniel pudo aprender karate hasta que seis años después de la muerte de su padre, su mamá decidió que lo mejor fuera es que se mudarán a California ya que ella consiguió un nuevo trabajo.

Daniel y Lucille discutieron ya que su madre decidió por él en mudarse, hasta que su madre lo convenció que fue lo mejor para ellos que estar aquí donde todavía Daniel sufría de acoso.

Tener una nueva vida lejos de Nueva Jersey y que mejor que en California donde hacía calor y ya no sufrirían frío todo el tiempo.

Daniel no estaba muy contento con la decisión, pero tenía que ayudarle a su madre y apoyarla en todo, después de todo la amaba demasiado y quería verla feliz.

Así que empacaron y se fueron de Nueva Jersey a su nueva vida.

Cuando llegaron no fue nada fácil en su primer día.

Daniel se peleó con un Rubio en la playa, solo para defender a una hermosa chica rubia que pedía que la dejaran en paz y que le devolvieran la radio.

Recibió muchas burlas por parte de él y su pandilla Cobra Kai, por ser un chico demasiado débil y flacucho que ni siquiera sabía pelear bien.

Ese día perdió, la única amistad que había conseguido con su vecino Freddy que solo se burló de él, por que no sabía karate y acabo humillado en frente de todos de ese chico rubio, su pandilla y de la hermosa joven que conoció que solo lo miraba con lastima en sus ojos azules.

Aún así la mañana siguiente Daniel y Lucille discutieron, sobre el ojo morado que ese matón le provocó a Daniel y aunque Daniel trató de ocultarlo con sus gafas, Lucille siempre sabía que algo estaba mal con su hijo.

Daniel exigía que tenia que ir a una escuela de karate para aprender defenderse de sus matones, pero Lucille decía que no por que no es seguro y no quería que su hijo sufriera más y acabara más golpeado o peor muerto.

Pero aún así Daniel se enojo y salió furioso de la casa encontrándose, con el señor de mantenimiento, que a lo mucho tenía cincuenta años y era de descendencia japonés, mirándolo amablemente, pero Daniel ahora mismo no quería ser cortes y quería estar solo por unos momentos.

Toda su vida era un infierno desde que llegó a California y desde que vio a ese chico rubio, Johnny Lawrence (ahora sabía su nombre) le estaba haciendo la vida miserable.

En la platica de fútbol uno de sus amigos se rió de él y tanto que empezó a pelear con el, como consecuencia no pudo entrar en el equipo y solo escuchó las burla de Johnny y sus amigos y Daniel solo se fue enojado y triste a saber que lo mucho que trataba en encajar en esta escuela no lograba y mucho menos si estaba ese grupo de matones haciéndole la vida de cuadritos.

Cuando regreso más tarde después de la escuela todo madreado, después de caer colina abajo gracias a unos lunáticos sobre sus motocicletas, se encuentra con su madre afuera del estacionamiento.

Ella se espanta a verlo todo ensangrentado y pide saber que le pasó y por que tiro su bicicleta en el basurero.

Pero Daniel, estaba harto de todo esto, ya no quería estar aquí, que estaban mejor en Nueva Jersey, que en este lugar que todo el mundo lo maltrataba y se reían de él como si fuera el ser más gracioso de este mundo.

Lucille trato de tranquilizarlo, pero Daniel de nuevo se enojo y salió disparado hacia afuera de los departamentos, no escuchando los gritos de Lucille mientras lo seguía angustiada por su bienestar.

Cuando ya no se escuchaban los pasos de Daniel y Lucille, el misterioso anciano salió del cuarto donde trabajaba y miro la bicicleta dañada en el bote de basura, pero lo que más le preocupaba, fue ese adolescente que salía herido en cada pelea que se metía.

De una en otra manera debería ayudar a este pobre chico que ahora que ha estado escuchando, sabe con experiencia lo que es ser un chico maltratado, pero por mientras va ayudar a reparar la bicicleta de este adolescente y quedar como nueva.

Mientras tanto Daniel seguía corriendo desesperando quería escapar aquí y nunca más estar aquí en California, donde todos los estudiantes se reían de él, hasta la hermosa chica rubia que le ayudo con la radio.

No tenía a nadie más que a su mamá que lo perseguía frenéticamente preocupada por el.

Lucille se preguntaba mientras corría, que era lo que estaba haciendo mal con Daniel, desde que se mudaron aquí, Daniel ha sufrido más acosos donde antes vivía.

Debía de saber que Daniel no era feliz aquí, debía hablar con él para convencerlo que todo saldría bien con ellos aquí, que trataría de ayudarlo con sus problemas.

Lucille tuvo que detenerse para tomar un poco de aire, pero lo que si, no sé espero es que un auto se aproximaba a ella sin frenar, su último pensamiento antes de caer en una profunda oscuridad es que Daniel estuviera a salvo y feliz, después de eso fue completamente oscuridad para Lucille LaRusso.

Mientras eso sucedía Daniel seguía corriendo enojado hasta llegar a un bosque y sentándose agotado bajo un árbol y agarrando sus manos en sus piernas mientras soltaba a llorar por su miserable vida y lo que Daniel no sabe hará que su vida, será completamente infeliz por un tiempo.

Lo que Daniel no se esperaba fue que esa noche, que se escapó de su madre y que ella salió a buscarlo, fue el último día que habló con ella.

Bueno aquí con otra historia las espero que les guste.

Siguiente capítulo ya será el punto de vista de Daniel para adelante.

Muchas Gracias por leer.

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