Izaro

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¿La abogada del Diablo? ¡Grrr!

El tic tac del reloj es lo único que escucho ansiosa sobre pensando todo, hasta que alguien me saca de mi trance:

—Bellezza, ve a casa. Yo me encargo de cerrar hoy —dice mi jefe el señor Marco, quien notó como no dejaba de observar la hora cada segundo.

—¿Está Seguro? Aún es muy temprano, señor.

—Tu y yo sabemos que a esta hora ya no vendrá nadie. Y deja de llamarme señor, aún no estoy viejo, solo dime marco ¿Entendido?

Asiento

Mi jefe decía que la edad es solo una excusa y que nosotros mismos somos quienes nos limitamos. Ese señor tiene más energía a sus cincuenta años que yo a mis veintiuno.

En fin, tal vez soy un alma vieja que está harta de todo

Espera... ¿Tu tienes un alma?

Ignorando todo lo que pueda decir mi conciencia, tomo mis cosas y me encamino a la puerta.

—Adiós, señ... Marco

—Adiós, bellezza —se despide él con una sonrisa.

Le sonrió y salgo de la tienda de antigüedades, me coloco mis audífonos reproduciendo mi playlist,—El camino es un poco largo, pero no importa me gusta caminar — voy tarareando una canción mientras camino vagamente.

Y Ahí está, esa sensación me invade otra vez. La sensación de que alguien me observa. volteo pero como en la mayoría de ocasiones no hay nadie, nunca logro ver a nadie pero sé que el  me ve.

Aún es de día, no se atrevería a hacer algo o acercarse.

La mayoría de las veces que solía ver algo era de noche, cuando las calles estaban más solitarias. Pero nunca pasaba a ser algo grave, solo simples sustos.

Por eso estaba tan atenta de la hora, no quería quedarme ahí hasta tarde. Hoy en especial sentía que algo iba mal, por suerte mi jefe notó mi nerviosismo y me dejó irme temprano. No volverá a pasar tengo que trabajar hasta la hora de cerrar o el señor Marco me va a terminar despidiendo y no puedo permitirme eso.

Camino tranquilamente ignorando el hecho de que se que alguien me observa, no voy alterarme a esto de ser observada, igual ya esto es rutina del día a día ¿No?

Me apresuro, ya quiero llegar a el apartamento. No quiero que caiga la noche y aún no llegar por caminar de lo más lento mientras me creo protagonista de un vídeo musical.

Un grito ensordecedor resuena en mi mente causando que caiga torpemente del susto. Por suerte la caída no fue nada grave, solo un débil tropiezo, tomo aire en el intento de apaciguar mi lío de emociones.

Idiota.

Calmarme se vuelve algo difícil ya que no ha sido un simple grito, ha gritado mi nombre y junto a el recordándome su amenaza.

Solo está intentando causar temor en mi, que me desesperé y enloquezca.

Será difícil, el nunca ha podido lograr lo que quiere en mi.

Me pongo de pie, sacudo mi ropa y trato de mantener la mente despejada, decido distraerme cantando una de las muchas canciones que amo, el resto del camino.

—They're out to get you— mi voz tiembla un poco, trató de mantenerme serena y solo cantar— There's demons closing in on every side. They will possess you. Unless you change the number on your dial. Now is the time for you and I to cuddle close together. All through the night. I'll save you from the terrors on the screen. I'll make you see...