🃏 Única parte 🃏

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🃏 Este relato contiene escenas de violencia, lenguaje vulgar y muertes, por lo que se recomienda discreción del lector. 🎭

La brisa fría y seca del aire otoñal golpeaba, una y otra vez, contra su pálido rostro. El aire frío entraba por sus fosas nasales llega hasta sus pulmones generándole una sensación de ahogo casi indeseable, era algo molesta pero aliviaba su dolor en el pecho, cosa que no había logrado con otro método aparte de infringir dolor en su propia piel con cortadas y pellizcos pero se estaban comenzando a notar los moretones cada vez más y más seguido, su familia a había comenzado a preguntar por ello así que esa dejaba de ser una opción.

¡Ah, su familia! Su "perfecta" familia, no sabían hacer otra cosa que criticar cualquier cosa que hiciera. Sus padres conservadores, y exageradamente homofóbicos, siempre le habían insistido en sus calificaciones, comprendía que querían lo mejor para su futuro pero nunca llegaba a casa con menos de noventa y cinco puntos, aún así le castigaban cada vez que no llegaba a casa con un perfecto 100 . . . Y bueno, cuando lo hacía ni siquiera se alegraban o simplemente ignoraban el comentario.

No se atrevía a decirles que era gay, lo más posible era que lo echaran a la calle y no tenía dónde vivir. Ya veía a su padre infartado y gritándole barbaridades si eso llegaba a suceder. Su madre no era tan exagerada, pero decía que no era normal que dos personas del mismo sexo estuvieran juntas, a pesar de que se le había insinuado diciéndole que si en un futuro resultaba bisexual no lo iba tomar a mal, y solo se ganó el castigo más grande de su vida: le prohibieron usar el teléfono, la computadora, ver la televisión, ¡Incluso le impidieron dibujar!

Inhaló y exhaló un par de veces para evitar pensar en sus problemas.
Con los ojos llenos de lágrimas se paró en el borde del edificio para poder observar las ajetreadas calles. Las personas se observaban verdaderamente pequeñas, como hormigas caminando de un lugar a otro, y los autos no parecían medir más de diez centímetros desde donde se encontraba, y no es que fuera para menos: estaba en el techo de el edificio más alto de la zona. No había tenido problemas para quedarse sin que le llamarán la atención, ya que era habitual que subiera a ver el atardecer por lo que ya los encargado de la seguridad en la azotea estaban acostumbrados a su presencia casi diaria allí.

Era la única forma de escapar de su realidad, o bueno también era el único lugar donde estaba a solas para llorar sin que lo vieran.

Desde allí podía olvidar y entretener su mirada en el cielo nublado o en las aves volando hacia el sur. Solo bastaba que sus pulmones recibieran el aire frío para sentir una sensación de alivio casi inmediata, era adictivo el extraño método para no pensar en cortar sus pálida y tersa piel hasta que no quedara nada de él.

Después de pasar un buen tiempo disfrutando del alivio momentáneo, decidió bajar y volver a su tortura diaria.

Quería desafiar sus límites por lo que bajó cinco pisos corriendo. "Bastante bien para todo este cuerpo grasiento".

Luego de recuperar el aliento, presionó el frío botón metálico para esperar el ascensor. Se dedicó a observar las blancas paredes del edificio. No tenían una sola mancha, se veían perfectas, pero debajo de aquella capa de pintura podría encontrarse cualquier suciedad.
No pudo evitar pensar en un lienzo totalmente en blanco, pidiéndole a gritos que pintara algo sobre él para poder llenar la inexpresiva tela blanca.

Las puertas metálicas se abrieron, dejando entrar a Min con la cabeza gacha y rostro cubierto por la capucha de la sudadera negra. Pensó que en el ascensor iba a poder respirar el aire tibio del calefactor pero, para su mala suerte, el aparato estaba descompuesto.

Apretó los dientes y abrazó ligeramente sus brazos para evitar sentir más frío. Inhaló y un suave perfume de hombre llenó sus fosas nasales, logrando que inconscientemente soltara un suspiro y se diera cuenta de que no estaba solo. La esencia cálida y reconfortante no pasaba desapercibida para Min, quien trataba de evitar suspirar o hacer alguna mueca de placer.

Broken [OS CHENMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora