POV _____
Todo estaba calculado. Llegamos a la universidad, el ambiente estaba lleno de estudiantes despreocupados, sin saber lo que se avecinaba. Nos infiltramos fácilmente, como si fuéramos parte del caos rutinario. Teníamos una hora antes de que todo ocurriera. Las seis de la tarde sería el momento en que mi destino cambiaría para siempre.
El tiempo pasó rápido, con cada segundo mi corazón latía más fuerte, consciente de que este era el último acto de un juego peligroso. Cuando el reloj marcó la hora señalada, Louis y Thomas me taparon los ojos y ataron mis manos y pies. La oscuridad me rodeaba, pero no la incertidumbre. Sabía lo que venía. Estábamos esperando la señal.
POV Amybeth
El momento finalmente había llegado. Salimos en silencio, cada uno en su posición, moviéndonos entre las sombras. La alarma de incendios resonó por todo el campus, y como habíamos planeado, todos los estudiantes fueron dirigidos hacia las canchas. Justo ahí, entre la multitud, estaban ellas: Faith y Sadie, las protagonistas de este drama que estábamos por desatar.
—¿Amybeth? —preguntó Faith, su voz cargada de confusión.
—La misma —respondí, con una sonrisa afilada.
—¿Qué demonios haces aquí? —dijo Sadie, su tono lleno de una seriedad que no había visto en ella antes.
—Oh, querida, esto no es solo sobre lo que hago aquí, sino sobre lo que vine a quitarles. A ambas. —Dije, sin ocultar el veneno en mi voz.
Sadie no entendía aún. Pude verlo en sus ojos. Pero la verdad estaba a punto de golpearla.
—Ustedes dos son solo unas estúpidas. No tienen idea de lo que hacen ni de quién aman. Especialmente tú, Sink —dije, dirigiendo cada palabra como una daga—. Me dejaste cuando más te necesitaba. ¿Sabes lo que se siente?
—¿Qué quieres, Amybeth? —intervino Millie, la mejor amiga de Sadie, tratando de protegerla, pero yo no iba a detenerme.
—Cada uno de ustedes tiene una debilidad. —Sonreí mientras señalaba al centro del campo. Ahí, traída por Thomas y Louis, estaba ella: _____, atada y vulnerable. —Y ella es la suya.
El aire se llenó de un silencio aterrador. Vi el horror en los ojos de Sadie mientras entendía la magnitud de lo que estaba pasando.
—¡Louis! ¡Thomas! ¿Qué están haciendo? —preguntó Malina, con incredulidad y miedo.
—Hola —respondieron ambos al unísono, con sonrisas vacías.
—Ustedes me quitaron la felicidad. Ahora es mi turno de quitarles la suya —dije, sacando un cuchillo de mi bolsillo y mirándolos a todos con desdén.
—¡Déjala ir! —gritó Sadie, desesperada. —¡Mátame a mí, no a ella!
—Demasiado tarde, querida. —Me acerqué lentamente a _____, susurrándole al oído. —Tú puedes, lo sabes. Solo... aguanta un poco más.
—¡No le hagas daño! Te lo ruego —suplicó Sadie, pero ya era tarde. En un solo movimiento, clavé el cuchillo en el abdomen de _____. Su cuerpo cayó pesadamente al suelo, el rojo carmesí del dolor derramándose a su alrededor.
El grito de Sadie perforó la noche.
—¡_____! —gritaron al unísono, pero para mí, la misión ya estaba cumplida. Nos alejamos, dejando el caos a nuestras espaldas.
POV Sadie
El mundo se derrumbó frente a mí. El dolor que más temía se hizo real. La persona que más amaba, mi _____, yacía en el suelo, desangrándose.
—No... no, _____... No me dejes, por favor —dije, cayendo a su lado, mi voz rota, incapaz de aceptar la realidad. —Te amo, siempre te he amado, más de lo que puedas imaginar.
—No... tú... amas a Ted —susurró con dificultad, cada palabra un esfuerzo doloroso.
—No, no... ¡No lo entiendes! Te amo a ti, solo a ti, siempre ha sido así —dije, las lágrimas corriendo por mi rostro mientras acariciaba su cabello, rogándole que no se fuera.
—Tú... siempre... viste... a Ted —su voz era apenas un susurro, su vida escapándose con cada segundo.
—No, no digas eso... por favor. —Me aferré más a ella, temiendo perderla.
—Es... la... verdad... —susurró, luchando por hablar. —Yo... te... amé... más... que a mí misma... pero ya es... mi hora...
—No, no... No es tu hora, no puedes irte ahora —rogué, pegando mi frente a la suya, desesperada por aferrarme a cualquier esperanza.
—Esa vida... tendrás... que vivirla... sin mí... —Y con esas últimas palabras, cerró los ojos. Su pulso desapareció. Ella... se fue.
—¡No! ¡_____! No, por favor, no te vayas... no me dejes así —grité, mi corazón destrozado. Todo dentro de mí se desmoronó. Nunca podré explicarle lo que realmente sentía, porque hacía lo que hacía con Ted, y eso me destrozaba.
—Sadie... —dijo Malina, acercándose, con lágrimas en los ojos.
—Murió —dije sin rodeos. Mi voz era un eco vacío de lo que una vez fui. Mi alma gemela se había ido, y no podía vivir con la idea de que ella pensara que amaba a otra persona.
Noah cayó de rodillas junto a mí, tomando el cuerpo de _____ en sus brazos, llorando descontroladamente. Malina también se unió al abrazo, mientras todos los demás se quedaban paralizados, incapaces de procesar lo que acababa de suceder.
—Todo esto... es tu culpa, Sink —dijo una voz conocida detrás de mí. Me volví y ahí estaba Faith, con la mirada cargada de reproche.
—Cállate —dije sin mirarla.
—Ella te quería, Sadie. Pensé que habías cambiado, pero siempre lo mismo. Siempre Ted. Siempre el mismo error. —Las palabras de Faith eran duras, pero no podía desmentirlas.
—Maldita sea la hora en la que me enamoré de ese idiota —susurré para mí, pero Faith lo escuchó.
—En eso estoy de acuerdo —respondió, su mirada más suave. —Pero _____... ella era diferente. Ustedes parecían...
—¿Parecíamos...? —pregunté, sin esperar realmente una respuesta.
—Almas gemelas. Parecían almas gemelas.
Y en ese momento, entendí que había perdido más que a alguien que amaba. Había perdido a mi otra mitad.
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Silhouette║Sadie Sink y tú
RandomSecretos escondidos, horrible pasado, tragedias, negaciones, relaciones, celos y mucho misterio. Arriesgarse a cambiar de ciudad a veces es una buena opción, normalmente no sabes que es lo que pasara, si será bueno o malo. ¿Qué es lo peor que podría...