Spooky Month

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Espero que les guste~

Las nubes se estaban acumulando, volviéndose negras rápidamente, los relámpagos iluminando el cielo de repente y el fuerte estruendo delos truenos asustando al par, quienes caminaban a paso rápido por la vereda, buscando donde quedarse. 

-Ahí- Pico señalo lo que parecía ser una mansión realmente grande pero abandonada, con el césped muy crecido y las paredes manchadas por los años sin mantenimiento. Ninguno quería realmente entrar, se veía como una casa digna para un buen Halloween, pero al sentir algunas gotas caer sobre ambos, se dieron cuenta de que no tenían muchas opciones. Entraron con facilidad, agradeciendo que la puerta no tuviera llave, haciendo una mueca ante el chirrido del suelo bajo sus pies. Estaba oscuro, de seguro el lugar realmente no tenía electricidad, así que solo avanzaron a siegas, chocando con una mesa. El destello de los relámpagos les permitió ver lo suficiente como para notar ver lo porta velas con velas nuevas, el de cabello naranja rebuscando en sus bolsillos para sacar su encendedor y prender las velas, ambos suspirando de alivio ante la ligera iluminación. Era mejor que nada.

-Este lugar no me gusta- murmuro Bf sin poder evitarlo, el tapizado de las paredes rotos y los cuadros allí colgadas con las fotos cubiertas en tierra no le daban un buen presentimiento.

-¿Tienes un mejor lugar a donde ir?- Pico lo miro con mala cara, a él tampoco le gustaba mucho ese lugar pero era mejor que estar afuera en la lluvia.

-No- hizo un pequeño puchero.  -Aunque eso no quieta que esta mansión se vea...-

-¡Espeluznante!- se sobresaltaron ante las voces repentinas y se voltearon al instante, tensos. Parpadearon con sorpresa al ver a los pequeños parados no muy lejos de ellos, Bf soltando un ligero "Beep" del susto al ver unas mascaras horribles. -¡Hola!- saludaron con entusiasmo.

-Tranquilo, son solo niños- rio Pico con diversión, viendo la tensión en los hombros de su amigo.

-¿Niños?- parpadeo con sorpresa, viendo como aquella mascaras horribles eran sacadas, mostrando otras mascaras que lucían mucho más...infantiles que las anteriores. Ambos eran pequeños, con grandes buzos de color pastel y mascaras con pequeñas figuras pegadas. Uno de ellos era una calavera y el otro una calabaza, ambos con grandes sonrisas en sus rostros.

-¡Soy Skid y el es Pump!- se presento el de mascara de calavera.

-¡Estamos haciendo cosas escalofriantes por el mes espeluznante!- continuo el de cabeza de calabaza.

-¿Mes...espeluznante?- Pico enarco una ceja, algo divertido ante la actitud ajena. Eran niños que parecían adorar Halloween más que nada. -Estamos en diciembre- recordó, la navidad era la fiesta más cercana, no Halloween.

-Déjalos, se divierte a su manera- sonrío Bf, sintiendo un ligero cariño hacia los menores y una pizca de envidia, le hubiera gustado poder divertirse a su manera cuando era más pequeño.

-¡Reconozco tu cara!- señalo Pump de repente, haciendo que el par se tensara. Eso no era una buena señal.

-¡Tienes razón, tienes razón!- asintió Skid con entusiasmo. Si, eso no era bueno. -¡Tu papa es super famoso!-

-Y tu cara esta en esos carteles pegados por todos lados- agrego con una ligera risa. Bf hizo una mueca de incomodidad, desviando la vista. Pico mirando al pequeño par con los ojos entrecerrados, esperando lo que harían ahora.

-Mi mama tiene cintas del señor Fairest- comento Skid con una gran sonrisa.

-Y las vemos todo el tiempo- asintió Pump a su lado.

-¿Sabes cantar?- preguntaron al unísono de repente.

-Yo...bueno- el de cabello celeste se removió en su lugar, nervioso por la repentina pregunta. -¿Quizás?- era más una pregunta que una respuesta pero eso no pareció molestar a los menores. 

-Entonces...¡cantemos!- chillaron ambos con obvia emoción. -Por favooooor~- suplicaron ambos ante la falta de respuesta.

-No debes hacerlo si no quieres- susurro el de cabello naranja, mirando con preocupación a su amigo.

-E-Estaré bien- ni él creía eso pero la decisión de no querer decepcionar a los niños era más grande que su nerviosismo. -Hagámoslo- sonrío ante el chillido entusiasta, viendo con curiosidad como Skid se subía a los hombros de Pump.

-Como quieres- Pico se encogió de hombros, retrocediendo unos pasos para sentarse y mirar. Los mayores no pudieron evitar mirar con curiosidad, enarcando una ceja ante el baile llamativo y extraño de los menores apenas comenzó la melodía. El par con mascaras estaban muy sincronizados, cantando con alegría y diversión, haciendo que Bf sonriera ligeramente, relajándose un poco durante la canción.

-¡Eso fue genial!- rio alegremente Skid.

-¡Otra! ¡Otra!- asintió Pump de igual manera, dando ligeros saltitos, sin parecer incomodo con el peso extra de su amigo sobre él.

-¿Otra?- sonrío con nerviosismo, tragando en seco, un pequeño nudo formándose en su garganta por alguna razón. -C-Claro- asintió después de pensarlo unos segundos, se sentía cansado, muy cansado, pero no quería decepcionar a los menores.

-¿Estas seguro de esto?- el de cabello naranja enarco una ceja, notando como su amigo sudaba un poco y parecía jadear suavemente, luciendo extrañamente agotado. -Parece que necesitas un descanso- comento

-E-Estaré bien Pico, no te preocupes- sonrío hacia su amigo, esperando que su sonrisa no se viera tan temblorosa como lo sentía.

-¡Hagamos el baile espeluznante!- ambos empezaron a bailar nuevamente apenas una nueva y más movida melodía empezó a sonar.

-¿Baile...espeluznante?- con que así se llamaba ese extraño baile. La segunda canción fue más rápida y entusiasta que la anterior, Bf hizo una ligera mueca, por alguna razón le estaba costando concentrarse y seguir el ritmo pero eso no lo detuvo, se esforzó, pero cuando llego al final, estaba jadeando. Se sintió tropezar, la conciencia abandonándolo rápidamente, los gritos de su amigos y de los menores siendo lo último que escucho.

... ... ... ...

Abrió los ojos, sentándose con pánico. Aun estaba en aquella abandonada mansión algo deteriorada pero ahora, estaba solo, o por lo menos eso pensaba hasta que escucho un gruñido venir de atrás. Se levanto con pies torpes, volteándose, abriendo los ojos con alarma antela extraña y horrible criatura que estaba parado no muy lejos, mirándolo con un brillo rojizo en sus ojos.

-E-Eres tu...- tembló, aquel ser había sido su pesadilla más aterradora durante años. -Te adió- no pudo evitar decirlo, recibiendo como única respuesta una melodía. Se tenso, estremeciéndose ante la voz grave de aquella cosa cuando empezó a cantar, pero no dudo en cantar cuando llego su turno. Siempre que intentaba negarse, la extraña criatura se acercaba con gruñidos para atacarlo y eso era lo que menos quería, así que simplemente siguió su juego, cantando y esforzándose lo mejor posible para no equivocarse por culpa del nerviosismo.

... ... ... ...

Abrió los ojos con alarma, sin recordar haberlo cerrado en algún momento, encontrándose con el rostro preocupado de su amigo sobre él. Se dio cuenta con algo de sorpresa que estaba en el suelo, con su cabeza recostada sobre el regazo ajeno. Se sentó, acomodándose para estar a su lado-

-Era él...- susurro, sabiendo que su amigo entendería, le había contado después de una pesadilla particularmente mala.

-¿Esa cosa otra vez?- frunció el ceño, luciendo ligeramente molesto. -Maldición...- hizo una mueca ante el asentimiento ajeno. -¿Estás bien?- pregunto con preocupación al notarlo temblar ligeramente a su lado.

-Solo quiero que esa cosa me deje en paz...- fue sincero. -¿D-Donde están los niños?- pregunto para cambiar de tema, notando entonces que los menores ya no estaban.

-Se fueron, gritando algo sobre dulces o algo así- se encogió de hombros, campando la ligera indirecta. Ya no quería hablar de esa cosa. Ambos se acurrucaron entre ellos, escuchando el sonido de la tormenta que sucedía afuera, sintiéndose reconfortados con la presencia mutua pero aun algo incomodos de estar en aquella mansión abandonada. Ninguno durmió mucho esa noche.

Friday Night Funkin SoftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora