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El calor que sentía estaba asfixiandolo, Doyoung ni siquiera había abierto los ojos pero se sentía bastante acalorado y pegajoso.

Se removió en su lugar, intentando estirar sus extremidades pero un gemido le fue arrebatado cuando el simple movimiento hizo que algo se presionara en su próstata.

Específicamente el miembro de Johnny. Había olvidado por completo que se habían dormido en aquella posición, con el alfa aún dentro de él, bastante cansados para esperar que el nudo se desvaneciera. Si bien no le disgustaba despertar de aquella manera, tenía que orinar, y por muy agradable que sonara un mañanero, su vejiga no estaba tan de acuerdo. Soltó un suave suspiro y se movió despacio, logrando que el miembro del alfa lo dejara y terminó de desenredarse de sus brazos. Con el tiempo justo y medido para salir corriendo al sanitario.

Una vez que su cuerpo estuvo en calma, volvió a suspirar cubriendose con la bata blanca de baño que colgaba tras la puerta, era suave y cómoda, con el logo del hotel bordado en un costado.

Tomó el pequeño bolso que había dejado la noche anterior sobre el lavabo y sacó pasta de dientes y cepillo, sabiendo que tendría que comenzar el día.

Tan solo voltear al espejo le sacó un jadeo, la bata que anteriormente se había puesto, no iba del todo cerrada, permitiéndole verse a si mismo con el cuello y torso descubiertos, pero la manta de mordidas y rojos que le cubría toda la piel era hasta obsena. Johnny había dejado bastantes marcas. Ni siquiera quería mirarse los muslos.

Y aquello tampoco le disgustaba, pero, por dios. Era el ensayo de la boda de su tía, todos los omegas debían portar ropa olgada como parte de la tradición, aún si solo era un simple ensayo.

Ojalá Sooyoung llevase algo de maquillaje porque si bien su piel podía regenerarse y quedaría limpió para el anochecer, tendrían un ensayo en menos de una hora. Terminó de lavarse los dientes y ducharse rápidamente, salió a a la habitación de nuevo y no le sorprendió ver a Johnny aún dormido y desparpajado en toda la cama, ese alfa tonto siempre había sido de sueño pesado, desde que eran niños Doyoung batallaba con despertarlo.

Buscó ropa en su propia maleta y suspirando porque todo lo que llevaba no tapaba más allá de sus clavículas, optó por apresurarse a visitar a su hermana algunas habitaciones más allá.

Era la boda de la tercera tía en fila, una alfa imponente pero amable, y la abuela como buena señora de tradiciones, había convencido a toda la familia de llevar a cabo el evento en uno de los hoteles de la familia. Hyoyeon estaba feliz de cualquier manera, su tía planeaba hacerlo de esa forma aún si la abuela no daba la opción. Y es que hasta a él le causaba ilusión cuando había boda en la familia, especialmente porque sus recintos eran hoteles costeros.

La abuela Kim había conseguido un gran imperior con esfuerzo y sudor desde joven, valiendo totalmente la pena cuando toda una cadena de hoteles resort se extendían por las costas del país y extranjeros. Hoteles elegantes y de ensueño. Todos gigantes y llenos de naturaleza que parecían nacidos de la misma madre Tierra.

Si alguna vez Doyoung llegaba a contraer matrimonio, definitivamente querría que la abuela orquestase el evento.

Pero de eso se preocuparía en otro momento, lo importante ahora era hallar a su hermana para que arreglará el problema de su piel.

Y se estaba volviendo más complicado cuando, dejando a Johnny en la habitación, seguro de que no despertaría hasta una o dos horas y buscando a su hermana en la habitación contigua sin éxito, el pánico lo invadió al percatarse que tendría que buscarla por todo el lugar, con el cuello descubierto y la muy grande probabilidad de encontrarse a montones de sus familiares en el transcurso.

¿Friends? • JohndoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora