El estruendo de Gloria como alarma sonó puntualmente a las ocho de la mañana, obligándolo a salir de sus sueños sobre cachorros idénticos a Doyoung correteando por la orilla de la playa.
Johnny intentó acoplar sus ojos a la luz mañanera mientras estiraba un brazo con rapidez y detenía la alarma de su teléfono sobre la mesita de noche. Después se tomó unos segundos para despabilarse completamente. Sintiendo un cálido peso sobre su otro brazo, parte de su torso y piernas. Doyoung estaba durmiendo aún enganchado a él.
Una de las cosas que agradecía diario al universo era esa, poder despertar todos los días con aquella vista, de un Doyoung apasible y en calma, relajado por el sueño y luciendo tan bonito como siempre. A veces aferrado a él como si fuese una almohada más de la cama, a veces el omega destendido en toda la cama dejándolo con cinco centímetros de espacio, y otras, que personalmente le agradaban más, pegajosos y unidos después de una acalorada seción de sexo de madrugada. De cualquier forma adoraba poder despertar a su lado, fuese en un hotel de la abuela, la casa de alguno de sus padres o su propio departamento que compartían.
Se quedó en la misma posición por varios minutos más, decidiendo que el estrés y caos que produciría ese día de festejo podía esperarlos un poco más. Sobretodo a Doyoung, puesto que estaba más relacionado familiarmente que él.
Hasta que la propia alarma de Doyoung comenzó a sonar del otro lado de la cama, intentó estirarse para apagarla pero su brazo apresado por el cuerpo contrario no se lo permitió, resignado a qué el omega tendría que despertarse, fingió seguir dormido.
Pasaron unos segundos para que Doyoung se removiera en la cama hasta alcanzar su teléfono y apagarlo, suspirando un bostezo y espabilando. Johnny sintió como giraba de regreso a él y depositaba un suave beso en su frente, entonces no pudo aguantarse a abrir los ojos y envolver al omega con ambos brazos, aferrandolo con fuerza a su cuerpo y hundiendo su rostro en el cuello del chico, ahí donde su aroma era más intenso. En un gesto de ahogar las palabras que tanto quería decir.
—Una mañana dura, Johnny —Le dijo con la voz adormilada y divertida. Sintiendo la erección del castaño rosando su muslo.
—Siempre son así si despierto contigo. —Respondió sin vergüenza alguna.
—Sí, creo que lo he notado —Suspiró de regreso, acariciando con una mano el cabello del alfa, en un gesto de peinarlo con los dedos. Intentando ignorar el calor costero para poder permanecer en esa posición algunos minutos más.
—¡Doyoung! ¡No seas holgazán! No estás en tu luna de miel, levanta tu trasero —La voz de su hermana fuera de la habitación lo sobresalto, así como un golpe fuerte en la puerta. —En media hora la abuela nos quiere listos. —Advirtió mientras la escuchaba alejarse, después, silencio.
—No te vayas aún —La voz de Johnny le hizo cosquillas en el cuello. Doyoung consideró seguir las exigencias de su hermana, pero apenas moverse un centímetro, volvió a hacerlo sentir la erección presionando contra su pierna, entonces tuvo otra idea.
—¿Quieres algo de ayuda? —Ofreció, comenzando a sentir su sangre despertar a la espectativa.
—Jamás te diría que no —Respondió el alfa. Aflojando su abrazo entorno a su cintura para dejarlo moverse. Doyoung entonces sonrió, más despierto de lo usual, girando el cuerpo del alfa para poder subir sus piernas sobre él. Enderezandose y bajando una de sus manos hasta la ropa interior de chico.
Enganchó su mirada a la del castaño al mismo tiempo que enganchaba sus dedos en la orilla de la ropa interior, dejando a estos adentrarse y rozar el miembro del chico. Se inclinó de nuevo sobre Johnny para dejar un pequeño y casto beso en sus labios, comenzando a serpentear por su piel camino abajo. Se dió el lujo de lamer su cuello, fasinado con el aroma afrodisíaco del castaño, dejando una suave mordida sobre su pecho, agradecido de que ambos solían dormir sin tanta ropa estorbosa, repitiendo el proceso por el plexo solar y abdominales, a medida que bajaba con ambas manos la estorbosa ropa interior. Ganando un siseo del alfa cuando envolvió su erección con ambas manos, acariciando gentilmente.
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¿Friends? • Johndo
FanfictionDespués de incluso más de diez años, Doyoung sigue negando a la gente que Johnny sea su alfa, porque aunque se besen de vez en cuando y tengan sexo de vez en cuando, él no lo es, ¿verdad? A veces sólo hace falta un empujoncito para caer sin paracaíd...