Amo del terror, ser sin compasión y sin duda, el ser más despiadado de todo el multiverso, estará con millones de dudas en su retorcida mente por tan solo un pequeño obsequio. Algo común para nosotros, pero para el rey de las pesadillas un artefacto...
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(WATTPAD DE MIERDA NO ME BAJES LA CALIDAD LA RECONCHADE TU-)
Ahh~ hoy es un día perfecto
Los pájaros cantan, las flores florecen, niños jugando, todo perfecto... incluso para el esqueleto de ropas negras. Sip estoy hablando del mismísimo, inigualable, espectacular y gran Nightmare sans, ¿él? ¿feliz? algo así hoy era un día común en la vida del de una cuenca
Paz
Era lo que sentía en este momento, y es que nada mejor que leer un libro en su sillón favorito teniendo de fondo de vista su gran biblioteca mientras escuchaba música clásica en su tocadiscos ¡todo perfecto! solo le faltaba una cosa... café
Tranquilamente y con una leve sonrisa en su macabro rostro dejó el libro en el sillón para dirigirse a la cocina dispuesto a beber su café pero fue interrumpido por el sonido de un portal siendo traspasado afuera de su hogar y con eso la pequeña sonrisa que muy pocas veces se veía en él se convirtió en una mueca de fastidio, un suspiro frustrado salió de su boca ¿Acaso había avisado a su grupo de esclavos inútiles para un nuevo intento de derrotar a su odioso hermano? pues no lo recuerda y si habían venido para joderle la existencia se iban a arrepentir
Dejando de lado su café se dirigió con pesadez a la puerta esperando a que el grupo de estúpidos que tenía como compañeros destrozaran su puerta, para su sorpresa esto no pasó siendo reemplazada esa escena mental con el sonido del timbre de su casa, con una expresión de confusión se terminaba de dirigir a su entrada escuchando nuevamente el timbre
-Mare! soy yo! ábreme por favor!
Al reconocer su voz y escuchar ese apodo no espero ni un segundo más, abrió la puerta dejando ver al esqueleto de cuencas moradas con dorado, vestía ropa casual una chompa/casaca a cuadros de color morado, blanco y otros tonos, unos jeans, zapatillas de su característico color y en su cabeza estaba aquella distinguida corona.
-hola! gracias por abrirme, ¿puedo pasar?
-adelante .-mencionó dando un paso atrás para que pasará-.
El menor pasó al lado de su amigo viendo con asombro y nostalgia aquella "mansión" en la que vivía como si fuera la primera vez que entrara a ese lugar, después de todo, ese fue su hogar por muchos siglos, el de ropas oscuras le pareció tierna la acción de su invitado inesperado viendo como este observaba las decoraciones que tenía candelabros, velas, cuadros de pinturas que ambos hicieron en otros años... genial ahora su día estaba mucho mejor con la compañía del esqueleto de coronilla, ambos se dirigieron a la sala el menor se sacó la mochila que tenía dejándola al lado del sillón
-siéntate ¿Quieres café?
-ehh no, gracias no vine a molestarte
-no es ninguna molestia yo me estaba haciendo uno no hay problema
