- HeeSeung mantenía su vista fija sobre Ni-Ki, el pequeño se encontraba sentadito en el sofá, manteniendo su espaldita recostada porque muchas veces se iba de lado, tenía su chupón en la boca y no podía dar una imagen más angelical, eso era muy sospechoso para Hee.
"¿por qué estás tan obsesionado conmigo?"
El pequeño Yang tenía un puñito cerrado sobre su camisa, un poco nervioso por la mirada de HeeSeung, pues el chico tenía varias razones para sospechar que él no pensaba como un bebé común, aunque quizás solo era un exagerado, Ni-Ki seguía siendo un pequeño inocente.
— Hee, cuando te dije que miraras a Ni-Ki un momento no era tan literal —el tío Hoonnie volvió a aparecer, quien sabe a donde se había ido, aunque el biberon en su mano le daba una pequeña pista
"El tío Hee es raro, tío Hoonnie, me causaba escalofríos"
SungHoon tomó a Ni-Ki para poder sentarse en el sofá y colocarlo en una posición correcta para tomar su alimento, y el pequeño bebé se sentía feliz en los brazos de su tío, recibiendo su atención como siempre debía ser, acercó el biberon a su boquita luego de quitar el chupón y Ni-Ki hacía todo el trabajo.
—Es que te digo que ese bebé sabe más de lo que aparenta —acusó el alfa, no era que tuviera algo contra el cachorrito, pero simplemente parecía ser que ese pequeño si sabía muchas cosas y entendía muchas otras.
"¿no me digas? JAJAJAJA"
—Ahg, tú eres él que lo molesta —regañó SungHoon —Siempre estás acusando al pobre bebé.
Ni-Ki quiso sonreir pero si sería sospechoso, así que siguió concentrado en su biberon, como si estuviera ajeno a la platica que la pareja mantenía, se sentía un poco mal por tío HeeSeung, pues él tenía algo de razón, pero no haría nada al respecto.
—¿Entonces cómo explicas que te marca con su aroma?
"No hay explicación tío Hee, te estoy declarando la guerra"
SungHoon se rio por lo dicho por su compañero y volvió su vista al bebé, que tenía su pequeña manito sobre la suya en el biberon, era exactamente como los bebés lucían, no entendía la insistencia de su alfa en ciertas ocasiones, Ni-Ki solo era un tierno cachorrito que lo quería mucho.
—No me digas que esto es por celos HeeSeung —se burló el omega, es que no podía ser tan estúpido.
—¡No es eso! —se defendió —es que él parece que me odia Hoon, y te quiere mucho a ti.
"Ay, no te odio viejo, no te agüites"
SungHoon le sonrió por sus palabras y recostó su cabeza en el hombro del alfa, mientras el bebé seguía comiendo, el alfa lo observó un rato y sin pensarlo mucho dejó un beso en su frente, bueno quizás si estaba exagerando con el tema de Ni-Ki, tal vez solo era su imaginación.
"¿y yo estoy pintado o que?"
—Él te quiere, solo que no es un bebé fácil —animó el omega, tenía la sospecha de que en el fondo HeeSeung solo necesitaba que el bebé se encariñara más con él.
El alfa no respondió, solo dejándose llevar por el ambiente familiar que parecía haberse creado, uno que le hizo anhelar su propia família en un futuro.
—oye, saliendo de tema, ¿crees que HanBin ya haya dado a luz? —preguntó curioso el mayor, separandose de su novio
—Mnm no lo sé, si SuNoo no ha llamado...—respondió el alfa.
Claro, la razón por la que Ni-Ki se encontraba ese día junto a sus tíos, era porque SuNoo tuvo que llevar al hospital a HanBin, que se encontraba ese día en la casa de los Yang, y eso solo significaba una cosa, su esclavito estaba llegando y él estaba muy contento.
Unos minutos después el cachorrito terminó de comer, había quedado tan lleno que en serio solo quería eructar y dormir como un angelito.
—Ten, dale palmaditas en la espalda, yo iré al baño —el omega le pasó con cuidado al pequeño, sentía que si lo apretaba vomitaria de tanto que había comido.
El alfa tomó al pequeño adormilado, y lo recostó en su hombro, luego de haber colocado un pañito en él por si acaso, y con suavidad comenzó a palmear su espaldita, escuchando dulces y adormilados balbuceos del menor, después de varias repeticiones, por fin pudo oir el esperado eructo. En ese momento lo acomodó de un modo diferente, acostandolo en sus brazos meciendolo, viendo sus pequeñas y adorables facciones, como sus ojitos se cerraban poco a poco.
—En serio es adorable —dijo el alfa, dando un toquesito en su nariz, con lo que no contaba era que él tomaría su dedo en su pequeña manita, transmitiendole un ameno sentimiento al mayor.
Tal vez el pequeño Ni-Ki no era tan malo como pensaba.
Y claro, queda demostrado que todos lo amaban, Ni-Ki el amo de todos
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.