36. Desapareces (y solo quedo yo)

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Incluso durante el día, Tanjirou huele a sangre.

Bueno, siempre ha olido a sangre. Es un olor que no puede quitarse de encima, sin importar lo mucho que se bañe o lave la ropa, e incluso le preocupa que pueda olerle así a los demás.

Pero cuando le preguntó a Zenitsu, su amigo le dijo que olía a limpio, y ni Urokodaki con su olfato pudo detectar aquel olor del que hablaba. Parecía que el único que podía olerlo era Tanjirou.

Se podría decir que llegó a obsesionarse un poco con ello; frota con fuerza las manchas en la ropa cuando hace la colada, durante los baños procura llevarse en remojo diez minutos más de lo necesario e incluso usa el jabón de glicinias de Aya, pero siempre huele a sangre y solo puede esperar a que desaparezca por su cuenta, pero como si se burlase de él, no lo hace.

Y ahora, como si quisiese provocarle, solo aumenta.

—Inosuke —. Él y Tanjirou han estado en los tejados durante veinte minutos y nadie ha aparecido, así que Tanjirou habla—. ¿Te parece que huelo mal?

Su amigo levanta la mirada bizqueando. Se ha estado rascando desde que llegó, con el kimono a la altura de la cintura. Intentó quitárselo entero porque no lo soportaba, pero dejárselo puesto como cinturón ha sido lo máximo que Tanjirou ha conseguido de él.

Inosuke olisquea el aire y se encoge de hombros, sin dejar de rascarse.

—Hueles a jabón —. Hace una pausa para tirarse un eructo y continúa—. Qué asco.

—Inténtalo otra vez —urge Tanjirou—. ¿No te huele a nada raro?

—Qué va —dice Inosuke—. Es como si acabases de salir de la lavandería del Estado Mariposa. Lo cual es raro porque hace mucho que no estamos allí.

—¿Seguro? —, Tanjirou se rasca la rodilla—, ¿no te huele nada como...? No sé, ¿sangriento?

Inosuke frunce el ceño meditabundo y luego pone una cara asqueada—. Ugh, hueles a Aya. No sé como no lo he notado, apestas a ella y a esas estúpidas glicinias y ni siquiera es época de apareamiento.

Se le debe notar en la cara porque la expresión de Inosuke se amarga de repente.

—¿He dicho algo malo?

La verdad es que Tanjirou no ha vuelto a ver a Aya desde entonces, ni en sus reuniones nocturnas ni en la casa Kyogoku.

Después de tres noches sin saber nada de ella Tanjirou se atrevió a dirigirse a la casa y preguntar, pero lo único que le dijeron era que "Shinazugawa" no se encontraba bien y que volviese en otro momento.

Un par de días después nadie parecía recordar su nombre. Incluso la chica con la que habló desvió la mirada y juró no saber nada.

Pero en las calles es distinto y los rumores vuelan; la mayoría clama que la nueva había aligerado los pies, abandonando a la hermana con la que había entrado a la casa(todos parecían echarle un vistazo a Tanjirou aunque nadie decía nada), otros dicen que murió de un resfriado, que la habían visto extremadamente pálida y débil durante varios días hasta que no volvieron a verla, pero los más curiosos y amantes de las conspiraciones dicen que la oiran la mató igual que había matado a la oiran con la que compartía casa, Hinatsuru. Pero cuando sigue indagando nadie sabe realmente dónde está Aya, solo especulaciones e historias demasiado grandes como para ser verdad. Muchos mencionan también a Yuka Shinohara.

Parecía algo que se escucharía en una historia o una leyenda, no algo que pasaba en la vida real.

El incidente era ya famoso por todo el distrito rojo y probablemente habría llegado a oídos de gente fuera del mismo. Y es que Shinohara le había plantado cara a la madama de su casa.

Blossoming Fissure | Tanjirou Kamado (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora