El viento en la cara de Jess era fresco, los rayos del sol apenas iluminaban el día y los pocos que tocaban su rostro los tapaba su casco negro con un decorado de Gun's and Roses. Hacía ya tiempo que no daba una vuelta en su motocicleta, una Sterling 1964 completamente negra, la única herencia y la mejor que le había dado su abuelo. Tardó mucho tiempo para restaurarla junto a su padre, pero lo logró. Aunque a su madre le daba horror el imaginar a su hija en ese "féretro con ruedas" después de un tiempo la aceptó. Era imponente, el sonido de su motor llamaba la atención. Era una imagen un tanto extraña pues nadie se imaginaba que la chica fuese fan de las motocicletas, pero siempre tuvo ese lado rudo y orgulloso y nada lo demostraba mejor. Aparcó en el estacionamiento del hospital ante las miradas de algunos curiosos que ingresaban. Sacó su casco y dejó caer su larga cabellera castaña y ondulada, sonrió y se dispuso a tomar su bolso y bata de un compartimento de la motocicleta. En la distancia se escuchó un chillido, sin duda era Lola.
- ¡Madre mía Jess! ¡Pero que belleza!...- Gritaba mientras corría apresurada- ¿Por qué no me habíais dicho que te gustaban las motocicletas?- Replicó mientras tomaba aire y acomodaba sus gafas.
- Porque nunca me lo preguntaste...- Respondió irónica mientras acomodaba su bolso.
- Vale así que ahora serás una chica ruda, ¿ah?- cruzó los brazos y Jess río a carcajadas.
- No que va...- cambió su tono a uno más serio- pero si te metes conmigo-levantó el puño- te doy una paliza...- Lola puso sus ojos como platos - es broma tranquila...- le abrazó y acarició su cabeza.
- Te creí por un momento...- dijo con las manos en sus mejillas
- Ya anda, entremos de una vez...- la tomó del brazo - cuando terminemos aquí vamos a dar una vuelta, ¿qué te parece? - Dijo mientras caminaban - había quedado con Kat para ir por pizza, pero digamos que esta tarde estará ocupada- tragó saliva - de hecho, toda la noche- dijo algo perturbada, mientras Lola solo reía.
- ¿No me digas que llevará a una de sus "amigas" de nuevo?...- preguntó un tanto sonrojada mientras sacaba una risita.
- Pues...- de repente una voz las interrumpió.
- ¡Doctora Bortolotti!...- era un chico bastante joven, el pasante nuevo del hospital y ayudante de Jess.
- Hola Alex, ¿qué pasa?...- sonrió mientras el chico tomaba aire.
- Bueno hoy toca la Clínica Felina - miró una tabla con hojas en su mano - y bueno hay un chico bastante exasperado preguntando por el Doctor Castelo - su voz sonaba nerviosa - le he dicho que está de vacaciones, pero no nos quiere escuchar y pensé que tal vez podrías hacerlo entender...-
- Ya, entiendo vamos allá...- miró a Lola - ¿vienes?...-
- Claro, si ese chico se sale de control necesitaras de mis encantos para tranquilizarlo...- respondió adoptando una pose "sexy" mientras Jess reía.
Los tres caminaron rápidamente por el pasillo mientras Alex explicaba lo ocurrido, dieron vuelta en otro pasillo y pudieron escuchar una voz masculina gritando y haciendo reclamos. Era bastante obvio que estaba molesto. Cuando al fin llegaron el chico lo señaló. Era un joven muy alto y bastante delgado, su cabello castaño estaba muy alborotado y vestía jeans y una playera verde con una sudadera a cuadros de colores y una gorra. Su altura lo hacía ver un poco intimidante, pero a Jess, quien siempre ha sido bajita, 1.65 para ser exactos, no lo era. Se acercó bastante firme, el chico estaba de espaldas con los brazos cruzados.
- Buenos días señor...- se giró, dejando a Jess algo sorprendida, tuvo la sensación de que ya lo conocía pero recuperó la postura - soy la Doctora Bortolotti...- el chico frunció las cejas y miró hacia el techo.
ESTÁS LEYENDO
Entre dos mundos
FanfictionDespués de pasar por una serie de experiencias amargas y la pérdida de sus padres Jessenia se muda a España para intentar olvidar y enterrar su pasado. Huyendo de una vida difícil, un hermano tirano y una familia rica desmoronada decide comenzar de...