Bell:Tengo que terminar esto rápido, tengo que hacerlo...-Fueron las palabras nerviosas del joven.
Pero pronto su caminata se volvió hacia cierta zona, ya que sintió algo preocupante en ese lado de la gran torre en la que estaban.
Bell:Pff, niños...-Dijo secamente mientras se perdía en la oscuridad de la noche.
Pov Aiz.
¿Porque?, ¿porque cada vez que lo veo siento que mi corazón se saldrá?, ¿porque será que no me deja aún en mis sueños?, ¿porque será que deseó que venga y me tome en sus firme brazos...?, ¿porque...te deseo así...Bell?
Fin del pov.
Mansión Crepúsculo, habitación de Aiz.
¿Porque?, ¿porque?, ¿porque?, era la palabra que más rondaba en la cabeza de Aiz, pero no era por una duda, eran muchas, el porque le llamaba la atención la apariencia del joven, el porque le gustaba pasar tiempo con el, el porque le llamaba la atención su pasado. Si la Aiz de antes, que solo quería acercarse a Bell para hacerse fuerte viera a esta Aiz, muy probablemente se quedaría en un completo Shock. Ya que esto no era normal, ni para ella, ni para nadie.
Pero, aquí estaba, ese momento que creían muy poco probable se cumplió, y con más fuerza que nunca. Pero todos sus pensamientos se vieron cortados cuando cierta amazona entró en su habitación exaltada.
Tiona:¡Aiz, levántate, alguien inició una guerra contra la sede Ishtar!-Grito la pequeña amazona mientras Aiz se levantaba de su cama solamente para colocar su armadura y recoger su espada, volviendo a su actitud neutra.
Sede Ishtar.
Bell:Ahora, ¿donde está ese niño?-Pregunto un poco molesto el sith.
Y cuando la caminata por el pasillo parecía eterna vió entre las muchas ventanas como caí algo, una parte de armadura. Donde al asomarse por esta misma lo vio, peleando contra una mujer si se le podía decir así, y una Renard a sus espaldas.
Bell:*suspiro*Al parecer el niño tiene pelotas...-Expreso el peliblanco con un suspiro cansado.
Y poco a poco siguió subiendo la gran torre, ya que su destino no eran ese chico o la Renard, era algo más grande y peligroso que podría costarle a él y a su familia todo. El destruir toda la familia Ishtar, ¿y que forma más sencilla que ir a por su Diosa?, no era honrosa, pero era la más eficaz.
Techo a las lejanías de la sede Ishtar.
Hermès:Interesante...-Dijo con diversión el Dios mientras observaba todo con Asfi a su lado.
Asfi:Pensé que esto solamente trataría sobre el joven Raziel.-Opinó Asfi hacia el Dios el cual se encontraba sentado sobre sus piernas de forma cómica.
Hermès:Asfi, mi querida y tierna Asfi, te contaré algo que nadie más que yo sabe.-Inicio el Dios mientras un poco su sombrero mientras miraba a los dos chicos en la escena.
Asfi:¿Y eso sería?-Pregunto la chica un poco interesada.
Hermès:Hace mucho tiempo Zeus hizo una apuesta, de la cual trataba sobre el último y más increíble héroe jamás visto, la cual fue aceptada fácilmente, pero con la condición de que los chicos no debía tener contacto alguno con el otro.-Contó el Dios mientras se levantaba y caminaba por la pequeña línea entre el techo y la dura caída que le esperaba si se equivocaba.
Asfi:¿Con que fin?-Pregunto curiosa la chica.
Hermès:Fortalecerlos, si son fuertes, entonces debían afrontar todo como tal, pero al parecer algo cambió en el plan de uno de los dos y hizo más...interesante por así decirlo.-Finalizó el mensajero mientras sacaba de su chaqueta dos piezas de ajedrez, un Rey de color negro azabache, y el otro tintado con plateado.-Veamos quien es el que gana este juego.-Expreso divertido el Dios.
