Capítulo 1

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Nueva vida

Mensaje de Lucía:

¿Dónde estás?, ya van a hacer las 12pm y ya van como 7 veces que el jefe pregunta por ti. Ven ya.

Cuando termino de leer el mensaje me levanto de la cama para caminar hacia el baño. Pero veo por el rabillo del ojo un movimiento brusco, me giro en dirección hacia el movimiento y veo a Lucía sentada en una silla en la esquina de mi cuarto. Tiene cara de estar enojada, estaba con una pierna encima de la otra y carga su teléfono en una mano

-Veo que no revisas el teléfono nunca- dice ella molesta- hace ya una hora que te escribí Si sigues llegando tarde te despedirán.

-pues si me despiden estaré mejor, ese jefe es un imbécil- dije con cansancio

-Iris...

-Está bien- dije suspirando- la próxima llegare temprano, te lo prometo. Además, la otra vez tu no llegaste ya que estabas perturbando mi sofá con Lucas

Su expresión paso a ser de culpabilidad y vergüenza- fue solo una vez

Enarque una ceja- sí, una vez

salí de mi habitación y me fui a tomar una ducha en el baño del pasillo. Lucía es mi mejor amiga, vivo con ella desde que llegue a esta ciudad, es muy adorable y se ve inocente. Lucas es su novio, llevan como 1 año juntos, son adorables. Ellos dos son mis únicos amigos, después de lo que paso cambie mucho y ella a pesar de que no sabe lo que me paso, me ayuda mucho, no sé qué haría sin ella.

-date prisa Lucas nos está esperando- dijo ella rompiendo el hilo de mis pensamientos

-ya salgo niña- dije, el apodo niña se lo puse cuando llegue, parece siempre como una niña

-te espero abajo abuela- dijo ella, el apodo abuela me lo puso cuando llegue, dice que me parezco a una abuela

Salí y me sequé mi cabello mientras leía los textos de mi teléfono, había uno en particular de un número desconocido

Número desconocido:

Pronto veras lo que se les hacen a las perras locas como tu señorita Martínez.

Fruncí el ceño, el texto era de hace unos 5 minutos, no le di mucha importancia, aunque sentía curiosidad por el texto así que respondí.

Yo: ¿Qué?

La respuesta llego unos segundos después, y fruncí mas el ceño

Extraño: lo que leíste loca, pagaras por lo que hiciste, pronto, solo espera :)

Un escalofrió recorrió mi espalda al pensar que alguien pueda saber lo que ocurrió. Por más que lo intente no pude aguantarlo y recordé

Veía borroso por las lágrimas. Mire hacia abajo y mire mis pies amarrados y una figura se arrodillo al frente de mí. Levante la mirada y puse mi más desagradada mirada hacia la persona, no le importo nada y hablo

-Oh querida no llores que eres más hermosa cuando sonríes- tenía ganas de vomitar ante sus palabras- ya llega tu madre asique no hagas nada raro ni digas nada raro o no comerás en una semana.

Con esto salió, mi cara se llenó de alivio por ver que se iba, pero se paró en seco y dio la vuelta

-No aguanto más querida, sé que ayer te dije que te dejaría tomarías un descanso, pero eres tan hermosa que no me aguanto- mi cara se volvió en una de horror

-No por favor- mi voz sonaba quebrada pero no le importo- no aguanto más yo- no me dejo terminar, pego sus labios contra los míos haciendo que me removiera de asco, sus labios se movieron encima de los míos y sus manos viajaron a mi cuerpo. No me movía, incluso creo que ni respiraba para no oler es asqueroso olor a tabaco. Despego sus labios de los míos y me levanto hasta que estuve de pie junto a él. Me desvistió y él se quitó sus pantalones quedando en nada. Tenía los ojos cerrados mientras lagrimas gruesas bajaban por mis mejillas y caían al suelo

Se sentó en una silla al frente y me sentó en su regazo y comenzó a moverse, yo trataba con todas mis fuerzas en quitarme, pero me tenía amarrada de brazos y pies, me dolía todo el cuerpo cuando me empujo con fuerza cuando le escupí en la cara.

Caí en mi espalda y él se puso los pantalones, me miro con desprecio y me abofeteo tan fuerte que no sentí mi mejilla

-te dije que si volvías a hacer eso no comerías nada- me siguió abofeteando- maldita perra, no sirves para nada, eres una perra.

Cuando termino de pagar su furia conmigo subió las escaleras y se marchó. Yo sollozaba e intentaba levantarme, pero me dolía mi cuerpo desnudo

Lagrimas gruesas descendían de mis ojos estaba arrodillada en mi cama con el teléfono en mis manos

Escuche otra vez el sonido de un mensaje, era el mismo del desconocido, pero lo que me dijo me paralizo

Extraño: si, sé que lo recuerdas, lo mejor no es llorar perra loca, ten cuidado con los que te rodean. Quizá pienses que lo que hiciste te salvo, pero en realidad te está llevando a tu perdición.

Y con eso arroje mi teléfono por la ventana, si,sé que fue una locura, pero entiéndeme, estaba molesta por que la persona queestá detrás de esto sabe lo que oculto. La nueva vida que había creado se va adestruir, pero no lo permitiré. No esta vez.

La traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora