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Los Mikaelson habían llegado a Mystic Falls

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Los Mikaelson habían llegado a Mystic Falls. En la misma manera en la que habían dejado el pueblo, excepto que ahora eran seres mucho más poderosos que antes.

Eso era un hecho para una ciudad como Mystic Falls, era un imán para todos los seres sobrenaturales. Cuando los Mikaelson caminaban por el pueblo, parecía que Mystic Falls era una ciudad normal.

Los Mikaelson habían elegido residir en su propia casa, la casa que tenían antes de dejar la ciudad. La casa estaba un poco sucia, no habían estado allí durante muchos años, pero aún se mantenía en pie.

Lo bueno de la casa es que era cómoda para que los Mikaelson pudieran usarla cuando lo necesitaran.

―Es bueno estar de regreso, hermano― dijo Rebekah.

No era como si Rebekah hubiera extrañado la ciudad. Tenía muchos buenos recuerdos en ese lugar, especialmente con la ex novia de Klaus, Hannah Forbes.

La chica era algo especial y los Mikaelson lo sabían.

Ella era una chica que los había exceptuado de principio a fin, y que no los maldijo por sus transgresiones pasadas. Los hermanos Mikaelson creyeron que ella se convertiría en una Mikaelson, que sería la redención de Klaus.

Aunque la vida no funcionaba de esa manera, estaban felices de haber conseguido una sobrina. Pero querían que Klaus estuviera satisfecho, y él no estaba satisfecho con lo que tenía en su vida.

En cambio, era un caparazón de hombre, y la única razón por la que continuó con su vida fue por su hija Hope.

―¡Papá! ¡Estoy tan emocionada! ― Hope gritó dentro de la casa.

La chica no podía contener su emoción, ella por primera vez asistiría al colegio. Iba a hablar con personas de su edad, que eran como ella.

Iba a conseguir amigos, ya tenía toda una fantasía planeada en su cabeza.

Sabía que parte de la ficción no sucedería, pero su entusiasmo abrumaba ese sentimiento de duda.

―Me alegro, mi pequeña lobita― dijo Klaus. Tenía una sonrisa cariñosa en su rostro, pero no le gustaba estar de vuelta en esa casa, mucho menos en ese pueblo.

La casa que su familia en algún momento amo, era la que más recuerdos guardaba para él. Recordó momentos entre él y Hannah, el amor que habían compartido.

La traición que había cometido, una traición que no podía borrar. Esa casa le recordaba demasiado el amor que había compartido por ella, y no sabía si podría aguantar el estar en esa casa.

Cada rincón, cada lugar, era en donde Hannah y Klaus compartieron momentos juntos. Querían que fuera así porque realmente habían creído que iban a estar juntos para siempre.

Querían que la casa tuviera sus recuerdos para siempre, y esa promesa volvía a molestar a Klaus incluso más de lo habitual.





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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

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