POV _____
Estaba sentada con mis amigos y mi familia, rodeada de risas y preguntas curiosas. Todos querían saber cómo me embaracé y cómo logré evadir una acuchillada. Cada vez que me preguntaban, me reía nerviosamente y cambiaba de tema. La noche avanzaba, y mientras todos se iban, solo Malina y Noah se quedaban, jugando con los niños, mientras Sadie insistía en estar cerca de sus pequeños.
—Sadie —dije, llamando su atención—. ¿Qué pasó cuando no estuve?
—Bueno... —comenzó, con una sonrisa traviesa—. Siempre te tenía en mente. Intenté convencerme de que ya no estarías en mi vida, pero era imposible. Volví a hacerme amiga de Faith, soñaba contigo cada noche y no quería despertar.
La miré con ternura, sintiendo un cosquilleo en el estómago.
—Ahora, respóndeme algo: ¿Cómo quedaste embarazada?
—Yo... —dudé un momento.
—_____, creo que es momento de que sepa la verdad —interrumpió Noah, mirándome con seriedad.
Una voz en mi mente me decía: "Díselo, aunque le cueste entender, merece saber la verdad". Esa voz siempre aparecía justo cuando la necesitaba.
—¿Y bien? —dijo Sadie, tomando mi mano con curiosidad.
—Sadie, prométeme que no se lo dirás a nadie. Solo Malina, Noah y mis hermanos saben esto —le pedí, y ella asintió con la cabeza—. Soy... híbrida.
—¿Qué? No entiendo... —su expresión era una mezcla de confusión y sorpresa.
—Soy una vampira y mujer lobo. Me mordieron en el bosque... cuando fuimos a la casa de playa de Anna —le expliqué, notando cómo la preocupación aparecía en su rostro.
—¿Cuándo pensabas decírmelo? —preguntó, casi enojada—. ¡Creí que teníamos confianza!
—Te lo iba a decir el día que fui a tu casa, cuando me raptaron. Leí tu mente, y sé que querías ver a Ted. Lamento haber hecho eso —admití, jugando nerviosamente con mis manos—. Yo también creía que teníamos confianza, pero... Ted. Sabía que algún día podrías salir lastimada, pero te amé lo suficiente para no pensar en eso.
—Ya no siento nada por él. Desde que llegaste, cambiaste mi mundo. Solo quería cortar lazos con él. Ese día iba a verlo para definitivamente despedirme, porque te amo —dijo, y Malina y Noah observaban la escena como si fuera una película.
—Me embaracé por órdenes de Rahel. Quería descendientes, y si no lo hacía, me torturaría a mí y a mis seres queridos. Así que Dylan eligió por mi y prefirió eso —dije con una mueca, tratando de restarle dramatismo a la situación—. Los niños se parecen a ti porque eres... mi alma gemela. Son híbridos y también...
—¿Son...? —preguntó Malina, curiosa.
—Son descendientes de Jadrek, el hermano de Rahel. Por eso, son de los híbridos mas poderosos que habrá y tienen probabilidades de ser más que solo eso —anuncié, viendo sus ojos abrirse como platos, llenos de asombro.
—Imposible... —murmuró Noah.
—Qué lindo tu cuento, _____, ¿cuándo sacarás tu libro? —dijo Malina con una sonrisa burlona, y la miré seria, haciéndole entender que no era broma.
—A ver, déjame ver si lo capté —dijo Sadie, pensativa—. ¿Eres una vampira mujer lobo, nuestros hijos son muy poderosos y yo soy tu alma gemela?
—Exactamente —confirmé, y vi cómo Noah levantaba la mano.
—Noah, esto no es un aula de clases. Di lo que quieras —le dije, conteniendo la risa.
—¿Tuviste sexo por telepatía y quedaste embarazada? —preguntó Noah, y Malina y yo estallamos en risas, mientras Sadie me miraba con seriedad.
—No lo sé, imagínate que un airecito se metió dentro de mí y... ¡puf! Quedé embarazada —respondí, tratando de restarle importancia, pero Sadie seguía mirándome con esa mirada seria.
—Espero que eso sea verdad —dijo, mientras yo me acercaba a los niños.
—Solo los miro, además, recuerda que soy híbrida, el dolor se me pasa rápido —le dije, y ella alzó una ceja, como si estuviera escéptica.
—Bien, pero igual te voy a cuidar —dijo, preocupada.
—Está bien —respondí, observando a mis pequeños mientras dormían—. ¡Vaya, la niña sí que se parece a mí!
—Y el niño tiene mis ojos, ¡me siento tan orgullosa! —dijo Sadie, haciendo que todas nos riéramos juntas.
Pasaron un par de días y mis padres y amigos vinieron a visitarme, así como la familia de Sadie, que también eran como mi familia. Todos lo tomaron bastante bien. Dylan bromeaba sobre lo mucho que los niños lo adoraban, y era cierto. Cada vez que lloraban, él aparecía como un superhéroe para calmarlos. Me contó que los demás se habían ido porque Rahel les había encomendado misiones en otros lugares. Al parecer, había algunos problemillas con el gobierno.
Hoy podía volver a casa, mientras Sadie estaba con los bebés, llenándolos de mimos.
—¿Es normal tener un poco de envidia por mis hijos? —le pregunté, abrazándola por la cintura mientras ella reía.
—Vamos, siempre estoy contigo —dijo, mirando a los bebés con ternura—. ¿Es normal que ellos ya sepan sentarse?
—Bueno, son muy poderosos y también híbridos, debe ser por eso... —dije mientras recogía las cosas de los bebés y las mías—. ¿Listos para irnos?
—¡Sí! —respondió Sadie, cargando a Niklaus, mientras yo levantaba a Hope.
Mis padres nos esperaban afuera, listos para llevarnos a casa. En el camino, hablábamos de cómo les diría a nuestros hijos que eran híbridos y demasiado poderosos para sus pocas semanas de nacidos. Mis padres ya lo sabían y lo tomaron muy bien. Sin embargo, había algo en mi mente que no me dejaba tranquila: se suponía que los híbridos tienen vida eterna, y Sadie no lo era. Pensaba en proponerle... hacerla híbrida también.
Finalmente, llegamos a casa, acomodamos las cosas de los bebés y nos sentamos a descansar, sintiendo que una nueva aventura estaba por comenzar.
ESTÁS LEYENDO
Silhouette║Sadie Sink y tú
RandomSecretos escondidos, horrible pasado, tragedias, negaciones, relaciones, celos y mucho misterio. Arriesgarse a cambiar de ciudad a veces es una buena opción, normalmente no sabes que es lo que pasara, si será bueno o malo. ¿Qué es lo peor que podría...