ᵖᵃʳᵗᵉ ᵘⁿⁱᶜᵃ

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Respiró profundamente mientras veía su reflejo frente al espejo, tenía los ojos bonitos, eran de un color común como el de casi toda la población pero en serio le gustaban. Sus cejas eran prominentemente refinadas y aunque en un inicio se sintió avergonzado e inseguro por ellas luego de haber crecido pudo creer en su atractivo. Sus labios eran muy bonitos, sus pómulos eran ideales para su rostro y a su parecer tenía una mirada sexy.

Cualquier fotógrafo lo querría como modelo de apoyo en una sesión pero para su desgracia o alivio con ese ejemplo, él era el fotógrafo. Era una desgracia porque conseguir a un modelo de apoyo indicado era extremadamente difícil y un alivio ya que no le gustaba lo mandones que podían ser lo fotógrafos, él lo era y sabía lo complicado que podía ser conseguir la foto perfecta, era un amargado cuando estaba trabajando y aunque no creía que todos fueran así no podía dejar de pensar en cómo se mandaría a la mierda si fuese su propio modelo. Además de que no sabía posar, por eso le gustaba estar del otro lado de la cámara.

Aún no era un fotógrafo, estaba estudiando para ello arduamente pero tomar fotos no era únicamente apuntar con una buena cámara y presionar el botón, se trataba de conocimientos, los cuales él había adquirido de manera concisa durante los últimos meses por lo que para su proyecto final no se necesitaba sólo una buena cámara y los conocimientos, para este proyecto específico necesitaba algo más.

Un modelo.

Por ello estaba frente al espejo de su habitación practicando lo que diría, tenía una gran presentación que dar con fotos originales, necesitaba que su compañero de piso lo ayudara o estaba seguro que reprobaría su proyecto final. Dejando los nervios a un lado se miró al espejo y acomodó el cabello castaño que caía desparramado en su frente.

¡JaeHyung, hola!—sonrió brillante antes de negar —Demasiada emoción, debo fingir que no me importa.—cambió su mueca a una aburrida antes de cabecear al espejo—Hey, tú, necesito tu ayuda... no, ¿y si me ve como un capullo y me manda a la mierda?—susurró para sí mismo, suspiró y pasó un mechón detrás de oreja antes de apoyar un brazo junto al espejo—Hey, guapo, ¿Qué me dices de ayudarme esta noche?

—Nunca había visto a alguien coquetear consigo mismo para masturbarse.

Del susto al escuchar la voz a sus espaldas Kim WonPil acabó cayendo al suelo y golpeando su cabeza con la madera, JaeHyung o Jae -como prefería ser llamado- tenía la mala costumbre de llegar a la habitación sin tocar, cree que es una maldición por vivir en un departamento con un solo cuarto que tenía las proporciones de una sala de estar, se dividían bien, cada quien tenía su mitad pero la privacidad era prácticamente cero. Se quejó bajito mirando la lámpara blanca que transmitía la luz artificial hasta su rostro, quiso haber practicado un poco más antes que Jae apareciera pero ya era tarde, el mayor estaba ahí apoyado en sus muslos mientras lo veía tirado en el suelo. WonPil extendió su mano hacia su compañero que lo levantó de un tirón, limpió su short con pequeñas cerezas del polvo imperceptible y luego observó al alto.

Traía unos jeans ajustados, una camiseta de rayas negra y blanca, el cabello peinado hacia un lado y su hoodie blanco de siempre en su mano. Bufó cuando vio la mueca burlona en el rostro del contrario, ¿cómo ese tipo podía verse tan atractivo sólo existiendo? Lo necesitaba así que arrojó todo el plan anterior por la borda antes de comenzar a hablar.

—No coqueteaba conmigo para eso, estaba practicando.

—¿Para quién?

—Para ti.

Los ojos sorprendidos de Jae lo hicieron enrojecer al instante en que terminó la frase, no hablaba de eso. La sonrisa que vino después solo hizo que su piel se erizara, estúpidamente atractivo y coqueto Park JaeHyung.

Cᴜᴀᴛʀᴏ - JᴀᴇPɪʟ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora