La muerte tiene tu nombre

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-Si me hubiera despertado más temprano no tendría que caminar a la escuela-refunfuñe mientras caminaba mirando mi teléfono.

Camine esquivando ocasionalmente a las personas y arbustos hasta que me toco cruzar la avenida principal, no había muchos autos pero si muchas personas.

Mire a ambos lados y traté de cruzar lo más rápido que pude pero me detuve en seco al escuchar  una notificación en mi teléfono, era un mensaje de mi madre recordándome que me esperaba a las 18:30 en la casa, intenté contestar pero el sonido alarmante de la bocina de un auto me asustó, mi teléfono cayó de mis manos mientras volteaba asustada, un trailer venía a toda velocidad contra mi, intenté correr pero sentí el impacto en mis piernas, el trailer se estrelló contra un puente peatonal conmigo siendo arrastrada por delante.

Todos los que miraron el accidente corrieron para salvar a quien sea que estuviera involucrado, traté de mirarlos pero mis ojos estaban desorbitados, un conductor de grúa auxilio en el accidente mientras las ambulancias llegaban, retiraron el trailer de mi cuerpo y al fin pude respirar.

-tengo sueño-dije a mi misma-tal vez si duermo un poco, solo un poco me hará bien.

Cerré los ojos por un breve momento pero el sonido de las personas gritando por ayuda hicieron que perdiera todas las ganas de descansar además hoy era un día importante no podía dormir, tenía que hacer el examen para el que tanto me había preparado.

 A lo lejos estaba mi teléfono con la pantalla estrellada, varias personas me miraban, me dio vergüenza y me levante.

-perdón, no lo tenía planeado hoy...tengo prueba en la escuela, así que me debo de ir, si me buscan las ambulancias díganles que estaba bien.-me limpie la ropa como pude, tome mi bolso casi deshilachado de entre los escombros y tomé mi celular, trataría de llegar a la escuela, no entraría  tarde hoy.

Mis piernas dolían, sin duda había sido un fuerte golpe pero el arrastre me dolió aún mas.

Pude notar como los demás luego de mirarme se fueron hacia el trailer que estaba desecho, creo que los impresionó que saliera casi ilesa, tal vez después vaya a un hospital solo para comprobar que todo estuviera bien conmigo.

No solo mis piernas dolían, todos los huesos del cuerpo ardían como fogata, mi columna crujía a cada paso que daba pero no dejé de correr a la escuela, al entrar estaba por comenzar la prueba.

~es un alivio que pudiera llegar a tiempo~ pensé.

Subí las escaleras al segundo piso, tenía que encontrar mi salón pero...¿cuál era? No lo recordada, todos parecían tan familiares pero a la vez tan desconocidos.

Traté de mirar por las ventanas para reconocer a alguien pero creo que el golpe me afectó, no podía recordar ninguno de los rostros que veía a través del cristal, me empecé a desesperar, había pasado por mucho esta mañana como para que no pudiera presentar tan deseado examen.

Mi alarma sonó.

Al parecer el teléfono aún encendía, en la alarma estaba el mensaje "examen importante en el salón VI ¡no faltar!"

-¡bendita sea mi yo de hace tres horas!-exclamé abrazando el celular.

Me dirigí a mi salón, para mi suerte cada butaca tenía un nombre por alumno, el profesor estaba por entrar, a falta de tiempo no pude buscar mi nombre y me senté en la primera butaca que vi.

-repartiré los exámenes y saldré un momento, las hojas de respuestas estarán en mi escritorio, vengan de dos en dos a buscar la suya.-dijo el profesor con cara de cansancio mientras salía.