Mal Padre ━ Aizawa Shota ¡Revelado!

⸙͎•̩̩͙⁺゜Prólogo

≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪

Extendió un nuevo lienzo sobre su cuaderno. Los pedazos de crayola hacían líneas y rayones, mientras sus manitas difuminaban los detalles en su propia creación.

La pequeña Aizawa pasó toda su tarde libre después del colegio incrementando sus dotes artísticos, en una sola obra que le dedicaría a su padre. Últimamente lo ha visto de mal humor, más que de costumbre; "Quizá un retrato de ambos le suba el ánimo", pensó ella.

— ¿A esto le llamas un dibujo? —exclamó Shota, tomando el trozo de papel— No hay rasgos faciales, no hay líneas bien hechas, los colores no contrastan y mi traje esta mal dibujado.

— Padre....Yo intentaba dibujar algo lindo para ti.

— ¿Lindo? —se bufó— Te quedas a clase de artes después del colegio, ¿No te enseñan colorimetría básica?

— No...Realmente no —admitió la pequeña algo apagada, hasta que recordó algo— ¡Pero! Nos enseñaron a dibujar animales y...En clase me dijeron que se dibujar realmente bien...

El adulto se llevó los dedos a la sien, intentando colmar la migraña que le estaba comenzando a dar por lidiar con la que se proclamaba como su hija. Si, Aizawa Shota tenía una hija de hace un par de años.

¿Orgulloso por ello? No, no lo estaba. Y para ser honesto, si hubiera podido zafarse cuando tuvo la oportunidad lo hubiera hecho.

Pero ahora ahí estaba el, cansado de un día lleno juntas, papeleo excesivo, largas horas laborales y ética hasta el tope. ¿Y llegando a casa tenía que lidiar con esta niña de primaria? Estaba haciendo un excelente trabajo conteniendo su estrés y malhumor ahora mismo.

— Yo no lo veo así —dijo secamente Shota— Estas malgastando tus materiales, si se terminan por dibujar cosas tan malas, no vengas llorando a que compre unos nuevos.

— Pero padre...

— Ya basta, ¿Quieres? —respondió, cortando el tramo de su palabra— No se por que toma clase de artes si haces cosas como esta...Te dije que te unieras a la clase de matemáticas avanzadas.

Y ahí iba de nuevo. Si iba a ser su hija, mínimamente podía ser buena en algo, no?

— Sea lo que sea a lo que te dediques, las matemáticas y el cálculo te serán más útiles que el camino del arte y esas cosas— Shota tomó aquel papel y lo examinó mas de cerca, golpeando las imperfecciones a su vista.

Le parecía indignante, humillante y sobre todo, deplorable.

— Cuando tengas una nota perfecta en matemáticas, consideraré la idea de darle una mirada a tus papeles— bufó, arrugando con su mano aquel dibujo que había arrebatado— Por lo mientras, si seguirás con la patética idea del arte, no me dirijas ni un saludo.

La mirada de Tarö entristeció, lamentablemente era algo que veía venir. Aunque sea, esperaba una reacción diferente, pero era tan ingenua.

Todos los días era lo mismo, agradece al menos que se haga cargo de ella. Era alguien, el cual todos tenían derecho de admirar, menos ella.

Sus razones pasaban de ser las mas complicadas a las mas simples.

No la quería en absoluto, y su razón es desconocida, para cualquiera.

Sostuvo su lagrimeo y se dirigió a su habitación, sus manos temblaban entre sí. Tenía la pequeña ilusión de colgar el dibujo que había hecho de su padre y ella en su pared, pero era inútil.