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ɪ ꜱᴏʀʀʏ °•∴▬▬▬▬□◈□▬▬▬▬∴•°
De nuevo me encontraba intentando evitar que usted terminara con su vida.
Nos encontrábamos en una azotea de uno de los edificios que estaban cerca de la agencia, yo estaba a unos tres metros aproximadamente lejos de usted, ¿Por qué se ve tan feliz Dazai-san?
-¡Dazai-san deténgase por favor!- ¿Por qué ríe si está a tan solo un paso de caer al vacío? -¿Por qué tengo que hacerlo?, Atsushi-kun- Su mirada se encontraba pérdida y escasa de algún sentimiento, solo reflejaba nostalgia y melancolía.
-Dazai-san todos lo esperan en la agencia, aunque no lo parezca tambien nos preocupamos por usted, queremos volver a almorzar con usted en la cafetería- Me volteo a ver sin borrar esa sonrisa amarga de su rostro, ¿Acaso no puede ver lo hermoso de la vida?, ¿Qué fue la cosa que lo llevo a desear y amar tanto la muerte Dazai-san? -Sabes Atsushi-kun, de tanto hablar me dió hambre vamos a comer algo- Se alejó de la orilla comenzando a caminar, yo no volteé hasta que escuche el sonido de la puerta cerrarse tras mío.
¿Qué puedo hacer para que usted pueda ver lo hermoso de la vida?, quiero que usted pueda admirar cada amanecer, que disfrute cada uno de sus despertares sin que algún pensamiento suicida pase por su mente; el que adore sentirse vivo.
Me volteé con la mirada baja para caminar por dónde usted paso, sentí el frío del metal con el que estaba echa la puerta la empuje para poder pasar y que una vez estuviera nuevamente dentro de aquél edificio cerrarla tras mío, usted se encontraba sentado en uno de los escalones -¿Quieres comer chasuke Atsushi-kun?, esta vez yo invito- Le respondí con una afirmación.
Se levantó ocultando sus manos en los bolsillos de su gabardina y comenzó a caminar, yo solo seguí desdé atrás mirando su espalda, seguía sin entender sus pensamientos, mientras que usted puede leerme como si fuera algún tipo de libro abierto yo apenas y logro saber que es lo que siente.
*
Siempre soy yo quién escucha los problemas y preocupaciones de los demás, de alguna manera los miembros de la agencia encontraron un refugio en mi, era como esa persona que siempre los apoyaría y escucharía sin juzgar, pero aún así, ¿Quién me escuchaba a mi?, todo el tiempo soy yo quién está ahí para que puedan desahogarse pero nadie está ahí conmigo cuando intentó hacerlo.
Por lo que acostumbré a llorar en silencio, seguro a nadie le importaban mis problemas o el como me siento, no quería molestarlos o incomodarlos por lo que preferí callarme.
A nadie le importo
Desde que salí del orfanato era un poco más libre, cuando entre a la agencia tenía un lugar donde pertenecer, pero seguía llorando en silencio sintiéndome como un inútil y un egoísta por desear un poco de atención, el que alguien me preguntará cómo estaba o me sentía, que alguien me escuchará y me permitiera llorar sin que me juzgue o que le incomode.
