Su novio llevaba días portándose tan distante con ella. La actitud de su novio hacía ella la destrozaba, y no entendía por qué lo hacía, pero, le dolía ver qué lo hiciera de una forma tan cruel.
- Dery, voy a salir, ¿necesitas algo?
El rubio estaba sentado en un sofá, con el televisor encendido, además de que él estaba mirando la pantalla de su teléfono.
- Dery- volvió a repetir con gentileza, pese a que sabía que él la había escuchado - ¿Necesitas algo?
Este apenas la miró, en seguida desvió la mirada de está, y volvió la mirada a su teléfono.
- creo que no -respondió la chica en un hilo de voz apenas audible - no me tardó - dijo para luego salir del departamento.
Estando fuera de esté, la chica dio unos cuantos pasos para luego detenerse en seco. Se llevó su mano al pecho para luego presionarlo con fuerza. Tenía el presentimiento de que algo malo iba a pasar, pero quería que ese sentimiento se fuera, quería que todo volviera a ser como antes. Cuando Hendery era el tierno y risueño chico de quién se enamoró pérdidamente. Su vista se nublo por las lágrimas que amenazaban en comenzar a brotar. Pero, está las limpió en seguida.
- ¿Estás bien?
Levantó la mirada y se encontró con la mirada preocupada de su mejor amigo, como siempre Ten llegaba en el momento justo para rescatarla. Era como si el detectará en seguida cuando algo no estaba bien, esa alarma se activaba en seguida para que el chico corriera al rescate de su amiga. Está sonrió al verlo, no soporto más y las lágrimas comenzaron a caer resbalando por sus mejillas, pero, su sonrisa seguía ahí. El mayor se inclino hacia ella para darle un abrazo, ella correspondió, escondió su rostro en el pecho del mayor, las abrazos de su mejor amigo/hermano siempre la ayudaban. Su amistad con Ten había comenzado hace doce años atrás, cuando el la salvo de un grupo de niños mayores que la molestaban; desde ese entonces el mayor se quedó a su lado para cuidarla y protegerla de todo y de todos. La cuido como la hermana menor que nunca tuvo.
- pequeña, ¿que sucede? - preguntó el mayor mientras tomaba entre sus manos el rostro de la menor y limpiaba sus lágrimas -
- no se que hice mal - contesto solloza -
- ¿Que? - la expresión del mayor cambio por una de confusión - ¿De que hablas?
Justo en ese momento, Hendery salió del departamento, al ver esa escena paró en seco. Su mirada se fijó en ella. Era una mirada fría, indiferente, como últimamente solía verla. Este solo se dio la vuelta y siguió su camino. Haciendo que el corazón de la chica se partiera en dos. Era como si ya no le importará en absoluto. La verdad, es que hacía un tiempo que la chica ya no notaba ese hermoso brillo en los ojos de su novio, y lo extrañaba cada día más, su mirada se había vuelto tan diferente. Ya no reflejaba ninguna emoción en su mirada, no como solía hacerlo antes, cuando con solo verlo a los ojos ella encontraba tranquilidad, la hacía sentir segura y amada. Nuevamente las lágrimas se hicieron presentes en los ojos de la chica, haciendo que el mayor solo se preocupara más.
- pequeña - dijo el mayor, haciendo que está saliera de su trance - ¿Estás bien?
No sabía que decir, o como sentirse. Se preguntaba una y otra vez ¿Qué había hecho mal?, ¿En que se había equivocado?. Se torturaba a si misma con esas preguntas.
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Durante todo el día su amigo intento consolarla, pero está no paraba de llorar. Le dolía tanto a el mayor verla así, solo quería encontrar a Hendery y golpearlo hasta más no poder. De no ser por la menor quien lo detuvo y lo reprendió de hacerlo. Se estaba haciendo tarde y Hendery aún no regresaba. Solo le preocupaba que le hubiera ocurrido algo a Hendery, lo único que necesitaba era saber que el estaba bien.