¿Eres mi reflejo o yo soy el tuyo?

¿Soy Espejo O Soy Yo?

Hablaba con el espejo y me di cuenta de algo curioso en el reflejo, ese no era yo, eran solo mis complejos, y fue difícil reconocerlo, de hecho me asemeje, pero fue claro cuando con su suave voz me dedico un consejo.

"Deja de amar" dijo el espejo, cosa que yo no comparto, pero antes de intervenir, me callo y siguió su canto. 
—Deja de amar a los demás sí no te amas a ti mismo, deja de intentar volar sin saltar por el abismo, deja de decir adiós, si volverás a lo mismo —me dijo en seco—

—Es muy sabio mi reflejo, pero no siento que seas mío, ¿es que acaso no entendés que apenas soy un crío?
—Te puedes esconder de todos, pero yo a ti te conozco, soy tu espejo, tu reflejo, un boceto de vidrio y luz, a mí no podes engañarme bajo tus excusas tontas, pues yo se lo que pensas incluso cuando no me notas, ¿Como si fueras el  grande cuando de salir se trata? Asumí tu vida un poco, tu corazón no es de hojalata.

—¿Como sabes lo que pienso si hasta yo lo desconozco? Eres reflejo de lo que quiero, no de lo que soy, eres tosco. Si en verdad eres mi reflejo, déjame saber un poco ¿Quién soy yo?
—Si tú no sabes yo no debo responderlo —sentencio—

—¿Y no te preguntas si yo soy el reflejo?

—¿Que pregunta esa esa? —se cuestiono el espejo—

—Tu nunca me vez a no ser que estés presente, tal vez yo soy el reflejo, de tu espejo residente.

Entonces se cuestionó, el espejo nuevamente, había cambiado su vida con algo tan evidente, o tal vez yo me di cuenta de mi verdad inherente, ¿soy espejo o soy yo? El reflejo nuevamente.

Opte por abrir la boca, romper el cristalino silencio, dejando claro que todo esté era novedoso.

—Deja de amar —replique sus palabras, qué tal vez eran mías en un principio—

—¿Sabes lo que hay en mi mente?

—Aqui vamos nuevamente.