Secretos escondidos, horrible pasado, tragedias, negaciones, relaciones, celos y mucho misterio.
Arriesgarse a cambiar de ciudad a veces es una buena opción, normalmente no sabes que es lo que pasara, si será bueno o malo. ¿Qué es lo peor que podría...
Han pasado 12 años desde el nacimiento de mis adorables Niklaus y Hope. No voy a mentir, criar a dos hijos ha sido un reto, pero, ¡vaya que ha sido una aventura! Ambos han crecido sanos y felices, y a pesar de las dificultades, no puedo imaginar mi vida sin ellos.
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Ahora que estamos todos al día, les cuento que finalmente terminé mis estudios, siendo ahora una gran cirujana plástica. Noah y Dylan están trabajando en la empresa de mis padres, mientras que Malina ha seguido brillando en su carrera. Aún mantenemos nuestra increíble amistad, y los elegimos como padrinos de Hope y Niklaus. Mis pequeños ya saben que son muy poderosos e híbridos, y han estado entrenando con Dylan. ¡Puedo decir que han controlado sus poderes a la perfección! Desde su primer año, usaron los MOB.
Ah, y hace seis meses convertí a Sadie. ¿Y saben qué fecha elegí? ¡El 14 de febrero! Fue un día muy especial porque también le propuse matrimonio, y afortunadamente, dijo que sí. Nos casamos poco después y ese fue, sin duda, el día más feliz de mi vida. Ahora que somos esposas, no hay nada que pueda separarnos. Bueno, excepto quizás el divorcio, pero vamos a evitar pensar en eso.
Estamos en casa, y Malina está con nosotros. Ha hecho un tremendo pacto de amistad con Noah, hasta parece que son novios, aunque todos sabemos que Noah es gay. ¡Eso es lo que hace que nuestra dinámica sea tan divertida! Y para agregar un poco más de drama a la mezcla, Malina ahora está saliendo con Louis, nuestro antiguo mejor amigo. ¡Increíble, ¿verdad?! Y lo mejor de todo es que ¡está embarazada! Cada vez que salimos, tengo que aguantar sus cursilerías, pero no me quejo; soy igual de empalagosa con Sadie, quien siempre saca mi lado tierno.
Mientras estoy en la cocina hablando con Noah sobre asuntos de la empresa, escuchamos la puerta abrirse. Suponemos que son mis hijos, así que decido salir a ver.
—¡Mamá! —grita Hope, corriendo hacia Sadie.
—¡Mamá, no le creas! —protesta Niklaus, acercándose a mí con una mueca de desagrado.
—¿Qué pasó, mis niños? —pregunta Sadie, preocupada.
—¡Klaus hizo trampa en el entrenamiento! —dice Hope, con los brazos cruzados.
—No es cierto, chismosa. —Niklaus, al ver que su hermana lo estaba acusando, se le pusieron los ojos rojos como dos rubíes.
—Tranquilos, tranquilos. —intervengo, levantando las manos para calmarlos—. Klaus, ¿algo que decir?
—Sí, Hope es una mentirosa. —Niklaus hace que su hermana levite.
—¡Bájame o te dejo calvo! —grita Hope, haciendo aparecer fuego en sus manos.
—¡Dejen de pelear! —les grito, sintiendo que mis ojos se tornan morados por la frustración—. Klaus, baja a tu hermana. Hope, apaga el fuego.
—Sí, madre. —responden al unísono, y aunque normalmente no me enfado con ellos, cuando usan sus poderes entre sí, ¡eso me saca de quicio! Los abrazo para que sepan que todo está bien.
De repente, humo aparece frente a nosotros, y de él emergen Rahel y Jedrek. Instintivamente, coloco a mis hijos detrás de mí.
—_____, su esposa y sus hijos, qué bueno es encontrar a la familia unida, ¿verdad? —dice Rahel, y sus secuaces asienten como si estuvieran en una película de terror.
—Mamá... —Hope me mira, esperando una explicación. Nunca les conté sobre Rahel. De pronto, Rahel hace levitar a Sadie.
—Así que ella es tu alma gemela... conveniente. —dice con una sonrisa burlona.
—¡Deja a mi madre! —grita Niklaus, tratando de acercarse, pero Rahel lo hace caer contra un estante.
—Rahel. —digo, ayudando a mi hijo a levantarse—. Bájala, ahora.
—Bien. —ella responde, y deja caer a Sadie.
—¿Tus amigos? —pregunta Jedrek, frunciendo el ceño—. ¿Has pensado en convertirlos?
—¿Tú quieres extinguir a los humanos o qué? —le pregunto, cruzando los brazos.
—No se responde a una pregunta con otra, Salvatore. —Jedrek parece serio, pero no puedo evitarlo.
—Llegó la hora. —Rahel sonríe de una manera que me pone los pelos de punta—. La ceremonia, querida.
—Perfecto. —suspiro, dándome un masaje en la nuca—. Esta noche estarán aquí.
—Nos vemos a las 3:33 a.m. El carruaje pasará por ustedes. —dice Jedrek, y luego desaparecen junto con Rahel y sus secuaces.
—Mamá, ¿qué pasa a las 3:33 a.m.? —preguntan mis hijos, ansiosos.
Les explico que ese día conoceremos a otros niños híbridos, y como ellos son descendientes de un dios, en este caso, Jadrek, se les otorgará un gran cargo. Según la leyenda, "cuando los descendientes de este cumplan 12 años, se les otorgará un mayor cargo, haciéndolos los ALFAS de la manada". Sus ojos se abren con asombro, pero, por suerte, lo entienden.
