00

261 45 11
                                    

Chūya regresaba de su trabajo, cansado.
Debía usar zapatillas altas en ocasiones, aún cuando con su condición era peligroso. Un movimiento en falso o una caída, podría ser fatal para el Bebé, y más si Chūya no estaba muy acostumbrado a usar zapatillas.

Vivía tranquilo en la habitación de hospedaje para alumnos del Instituto donde estudiaba.

Se quitaba su traje de mujer, que era bastante incómodo, y lo guardaba en el armario. Se dió un baño, y optó por ponerse su pijama de una vez.

La noche era el único momento en el que dejaba de usar la faja y vendaje en su barriga, para ocultar su protuberancia. Ni siquiera sabía cómo había hecho para ocultarlo, teniendo ya seis meses.

Suspiró, y se dejó caer cuidadosamente sobre la cama, espalda abajo, posando sus manos sobre su vientre.

- ¡Que cansancio! Sigma, ¿puedes verme y escucharme? Sigo estudiando, y ahora trabajo en cosas extrañas para tener los ahorros necesarios en el nacimiento de nuestro bebé. Quiero decir, nuestros bebés. El médico dijo que son mellizos. Estoy nervioso, pero emocionado. ¿Podré hacerlo bien? Será difícil si tú no estás.

Reposaba unos minutos, hasta que alguien tocó la puerta de su habitación. Era el Director del Instituto, a las 22:00hrs de la noche.

Se cubrió con su cobertor frente a él, para ocultar su barriga. Abrió cuidadosamente, y pudo apreciar a un joven extraño y alto, de cabellera azabache y físico extranjero.

- ¿Profesor? ¿Qué necesita? Estaba por dormir.

- Un nuevo alumno empezará las clases mañana, Nakahara-kun. Se quedará en tu dormitorio a partir de hoy, así que, hazle un espacio. Habla poco Japonés, sé paciente con él, por favor. Su nombre es Fyodor.

Chūya apenas estaba procesando tanta información, cuando el director ya se había ido, dejando a Fyodor en su habitación.

- ¿Por qué a mí? ¿A mí que voy a necesitar mucho espacio y privacidad en unos meses? Espero que el Director te dé una habitación de otra persona muy pronto.

El Ruso apenas entendía unas palabras. Miraba que Chūya parecía molesto, y le daba un espacio para acomodarse.

Se acercó al armario, y lo abrió, queriendo guardar su ropa ahí dentro, pero para su sorpresa, estaba la de Chūya.

- ¡¡ESPERA!! ¡¡M-MAÑANA ACOMODAMOS ESO!! ¡SÓLO DUÉRMETE!

- ¿Esta...mi cama?

Señaló a la de Chūya, y empezó a recostarse cómodamente sobre ella, dejando al pelirrojo sin lugar donde dormir.

- No puede ser...









Habrá triángulo! Dazai-Fyodor-Chūya.

¿Cuál eligen?

Perdonen la poca redacción! Pronto edito!

ROOMMATEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora