Único :³

402 52 23
                                    

Hoy era un gran día para un chico de cabellos bicolores, la razón, es muy simple todos los sábados salía a las 2 de la tarde, al centro de la ciudad por su helado favorito un delicioso helado de fresa cubierto de mermelada.

Esa era su única razón para salir a la ciudad y afrontar su pequeño miedo a la interacción con las personas.

Salía de la ducha con el cabello completamente empapado, se dirigió hacia su cajón para poder cambiarse.

Salió de la habitación con una gran sonrisa en su cara, pues podría saborear su helado favorito nuevamente.

- shou, vas a salir?- gritaba su hermana Fuyumi desde la cocina.

-si, voy a salir un rato, llego en unas horas- respondió Shoto alzando un poco la voz.

-Bien no te tardes-

Al salir de su casa se aseguró de traer su dinero, justamente era lo que necesitaba para comprar su helado y volver a casa.

.........................................................................

Tomó el metro, al llegar al centro comenzó a caminar hacia el norte y llegando a su amada heladería.

Recuerda cuando la descubrió con Touya y Natsuo, salían de un partido de fútbol que Natsuo tenía. Hacía mucho calor, así que Touya sugirió tomar un helado.

Al llegar a su heladería se encontraron con que estaba cerrada, así que comenzaron a vagar por la ciudad para encontrar otra.

Después de mucho caminar se toparon con la actual heladería favorita de los tres, de llamativa no tenía nada y el establecimiento no era muy grande, entraron con un poco de desconfianza, no era el lugar más bonito.

Pidieron sus respectivos helados, Natsuo pidió uno de mago, Touya pidió uno de yogurt y finalmente Shoto pidió uno de fresa y mermelada.
Si que su hermano menor era muy específico respecto a sus gustos.

.........................................................................

Entró a la heladería.
-Buenas tardes señor- saludó el chico bicolor

- buenas tardes, joven- decía el dueño del establecimiento con una sonrisa, ya lo conocía, comenzó a venir todos los sábados en la tarde sin falta, pidiendo el mismo sabor de helado. - va a querer lo mismo, o quiere probar un nuevo sabor?-

- el mismo porfavor, como siempre - respondió el chico bicolor con una pequeña sonrisa, y notable entusiasmo.

-bien aquí tiene - respondió el señor entregando el helado al chico bicolor.

- gracias - respondió Shoto con una gran sonrisa, definitivamente amaba todos los sábados era su día favorito.

Unas horas antes...

Un chico cabello ceniza se encontraba usmeando cual ratón, en la cocina de su casa, no había desayunado nada y sabía, que cuando no desayuna se vuelve tan insoportable como su madre.

Así que, decidió salir de esa cárcel llamada casa e ir a la ciudad y comer algo que le gustará , como un ramen picante.

.........................................................................

A pesar de su entusiasmo con la comida que le esperaba, llevaba un humor de los mil demonios, no había comido, el calor era insoportable y además no llevaba una sombrilla para cubrirse.

Al llegar al centro de la ciudad comenzó a caminar, con su típico seño fruncido y su mirada de desprecio, viendo a todos como si fueran inferiores a él, sus manos en sus bolsillos, y la espalda un poco encorvada, todo iba de manera normal desde la perspectiva de Bakugo.

Hasta que sintió como chocaba con alguien de un manera brusca, con el simple toque su seño se frunció aún más, esta rojo del enojo,
Es que a caso su día no puede ser más mierda?

- Que carajos te pasa maldito hijo de perra?!!!- respondió gritándole a la persona con la cual había chocado.

El chico de cabellos bicolores calló al piso al toparse con Bakugo, y con toda la amargura del mundo descubrió como su helado, al cual solo había dado unas cuantas lamidas se encontraba en el suelo, ohh no eso si que le rompió el corazón, tanto que comenzó a soltar pequeñas lágrimas.

-Heeyy!!, es que acaso no me escuchaste bastardo de mierda?!!!- grito el chico cenizo aun más enojado porque el chico con el que se topo no le hacía caso.

- yy..o lo siento no estaba viendo por donde caminaba - respondió el chico bicolor con una voz muy baja y suave. Se sentía muy triste como para tomarle importancia a los insultos del chico.

Sin más se levantó, para verle cara al chico y disculparse más formalmente.

Al momento en el que Shoto volteo el rostro, Bakugo se quedó completamente serio sin ningún seño fruncido ni nada, su enojo se esfumó. Es que acaso este era un ángel?, era el chico mas bonito y peculiar que haya visto con esos ojo heterocromaticos, esa marca de aparente quemadura en su lado izquierdo y la piel más blanca.

Esos ojos eran los que más llamaban su atención en especial por sus ojos llorosos?
Le dio un poco de tristeza verlo así, pero porque?

- Oye estas bien?- pregunto el chico de cabello cenizo, bajando un poco su tono de voz.
Shoto se quedó paralizado, la razón era simple, los ojos rojos del chico, como si de rubíes se tratasen, lo ipnotizaron al momento, dibujando un pequeño sonrojo en su cara.

- s..si estoy bien, gracias por preguntar. - respondió el chico bicolor un poco nervioso.

El de cabello ceniza al bajar un poco la mirada se encontró con una escena muy triste un helado tirado, y al levantar la mirada el propietario de ese helado, estaba triste por lo ocurrido y por alguna extraña razón se sintió culpable ( aunque si era el culpable xd ),así que tomó un poco de valor y...

- Oye lamento lo de tu helado fue mi culpa, puedo comprarle otro, si así lo quiere - respondió con un poco de nerviosismo.

-ohh, muchas gracias, pero no sera mucha molestia? - respondió con una gran sonrisa.

- no claro que no - respondió un poco apenado por lo sucedido.

Después de volver a comprar el tan mentado helado.

Katsuki se ofreció a llevarlo a su casa y como el aprovechado que es no dudó en pedirle su número de teléfono.

Era muy extraño, a pesar de no haber comido su humor era bastante bueno y transmitía felicidad. Tanto que al llegar a su casa saludó a su mamá completamente tranquilo y con una gran sonrisa.

Y es que como no estar feliz después de haber conversado con ese chico bicolor, concebido por los mismos dioses.

Se aseguraría de volver a toparse y conversar con el, sería más fácil ya que tenía su número.

Y pues ya eso es todo aquí termina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y pues ya eso es todo aquí termina.
Espero y les haya gustado y si no pues los comprendo. c:

Actu de autor.

Pues fue la primera historia que hice por lo que decidí republicarla y dejar todas esas faltas de coherencia y ortografía jajssj porque de cierta forma me generan melancolía y gracia.

ice cream Bakutodo-Todobaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora