Wrong direction

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Mientras corría a toda velocidad Harry se dio cuenta de que era un mago y podía aparecerse, ¿absurdo no? Maldijo su estupidez cuando vio la casa de sus amigos sabiendo que podía haberse ahorrado parte de su carrera y tiempo, pero más se insultó al darse cuenta de que estos podían seguir en la fiesta. Quien sabe si fue el destino que apiadándose de él le mostró que ambos ya habían llegado pues las luces estaban encendidas. Un gran alivio recorrió su cuerpo al verlas.

Golpeó la puerta con todas sus fuerzas mientras observaba el cielo en busca del tiempo que le quedaba antes del juicio. Suspiró cuando se aseguró que aún podía explicárselo a Hermione y buscar una solución, después de todo la experta en Derecho era ella. Al tercer golpe la puerta se abrió revelando a un Ron a medio vestir. Harry aguantó la risa al saber que probablemente les había estropeado la noche de nuevo.

"Esta vez no fue a propósito Ronnie, lo prometo" pensó entrando rápidamente hasta el rellano donde su amiga lo observaba con suspicacia.

—Mione, necesito tu ayuda urgente. Van a matar a Malfoy—dijo entregándole el expediente del caso que había sustraído sin querer del archivo del Wizengamot. Esta lo observó con sorpresa apresurándose al coger la carpeta que le ofrecía.

—Explícate, Harry—respondió está leyendo a una velocidad que para cualquiera hubiera sido inhumana menos para ella. Después de todo había sido una estudiante de matrícula de honor en Hogwarts.

—De alguna manera llegó a mi una carta que venía de Azkaban escrita por Draco. Explicaba lo que estaba viviendo aunque no parecía tener remitente alguno. Básicamente decía que lo iban a matar por sus crímenes de guerra lo cual no tenía sentido porque yo abogue por él y me dijeron que gracias a su contribución no entraría en la cárcel. Todos sabemos que en verdad fue obligado a unirse a los mortífagos, no como su padre. Total que fui a revisar lo que pasaba y encontré que hoy al alba se va a realizar su juicio y que tiene decidida ya la pena de muerte—explicó desesperado porque por mucho que se hubieran llevado mal, él jamás le desearía la muerte, menos sabiendo lo que verdaderamente pensaba de todo, lo que pensaba de él. Convenientemente se guardó esas intimidades para sí mismo, lo hablaría solo con Draco, cuando este estuviera a salvo.

— No puede ser... Aquí dice que Lucius Malfoy falleció debido a los dementores en Azkaban, pero no debería haber pasado si solo estaba condenado a permanecer ahí. No tiene sentido que le atacaran. ¿Y de Narcissa Malfoy no se sabe nada? Este archivo esta lleno de incongruencias, es como si quisieran enterrar todo lo que sucedió matándolos a todos sin importar si son culpables o no—. Hermione abrió los ojos desmesuradamente mientras señalaba cada parte estaba mal hecha y eran muchas, demasiadas como para contarlas.

— Por eso te necesito. En unas horas se va a realizar el juicio y no se como evitar que lo condenen, no tengo conocimientos de ese tipo. Como auror lo máximo que podía hacer era acompañarlos y nada más—apeló Harry con desesperación, aunque no era necesaria tanta porque Hermione era una persona que no toleraba las injusticias y en su momento fue la que le apoyó cuando dijo que iba a defender a Malfoy frente al Ministro.

— Claro que lo haré Harry, esto es injusto. Todavía tenemos tiempo así que vamos a mi estudio. Tendré que revisar bastantes leyes y jurisprudencia. No puedo hacerlo sola.—Le agarró de la mano llevándolo a su estudio, que mas bien parecía una biblioteca de la cantidad de libros que había.

Ron les siguió en silencio sopesando la información. Su preciosa noche con Hermione había sido estropeada porque iban a matar al Malfoy.

"Y años después sigues jodiendo, hurón" pensó lamentándose. A pesar de todo y de su odio a los mortífagos no se quejó por una razón, porque sabía que no se merecía la muerte. El discurso de Harry y sus posteriores palabras le habían calado. Malfoy podría haber sido un abusón, pero no era un asesino. Además si se atreviera a llevar la contraria a su novia, probablemente lo mataría primero y luego salvaría al rubio ese. Cuando algo se le metía en la cabeza, nadie la paraba, bien lo sabía él.

El trío dorado pasó la noche con la cabeza entre libros en busca de precedentes parecidos que pudieran emplear. Cabe decir que era casi imposible encontrar algo, si no hubiera sido por la guía de Hermione ni siquiera hubieran entendido de que iba la cosa. Además que existiera algún precedente no les servía de nada si el juzgado no lo aceptaba, no era como en EEUU que con señalar uno ya tenían que fallar igual. Si querían podía desviarse del precedente de manera motivada, es decir, argumentando las razones, por eso cuantos más hubiera mejor.

Después de una búsqueda sin parar encontraron varios, pero no eran suficientes porque no se daban los mismos elementos. Aún así Harry pensó que era mejor eso que no tener nada. Sin embargo, esto no era como cuando no realizaban un ensayo de pociones porque a lo máximo que aspiraban en ese momento era una enorme reprimenda o castigo de Snape, aquí era una vida la que estaba en juego.

— ¡Tengo una idea! Podemos usar el derecho a la tutela judicial efectiva— gritó Hermione de improvisto asustandolos tanto que se cayeron de las sillas. Harry se levantó con un fuerte quejido de dolor y observó a su amiga dar saltitos sin parar.

—¿Qué se supone que es eso?—preguntó Ron sobándose el trasero. Cuando su novia se ponía en modo erudita no entendía una palabra.

—El derecho a ser defendidos, Ron. Todos tenemos derecho a un abogado que nos defienda en un juicio y si no hubiera uno que se asignara un de oficio. En caso de no hacerlo se produciría la indefensión atentando contra ese derecho que es fundamental y el juicio debería aplazarse a la espera de uno, más si se trata de un delito que puede conllevar pena de muerte—explicó con paciencia y un cierto deje de fruttracion porque creía que este tipo de conocimientos debería saberlos cualquier persona, pero nunca se enseñaban en la escuela y dejaba a la gente sin saber a que atenerse.

— ¿Y qué podemos hacer con eso?—inquirió Harry no viendo como eso podía ayudar a Malfoy.

— Si te fijas en el expediente no tiene ningún abogado asignado, ni siquiera de oficio. Lo que significa que van a realizar un juicio sin abogado, algo que como he dicho no se puede. Podemos exigir que aplacen el juicio con base a esto y que elija a un abogado, en caso de que no lo hiciera tendrían que poner el de oficio, pero Malfoy no es tonto, jamás haría eso.—contestó con tranquilidad mientras organizaba los papeles y les instaba a salir.

—Vale supongamos que haces eso. ¿Quién le va a defender? Es un mortífago.—Harry se paró al ver el punto de Ron. Aunque él supiera que en verdad nunca había sido un mortífago del todo, la gente creía que sí y le odiaba por ello. Ningún abogado que se preciara tomaría su caso.

—Obviamente yo, no te habías olvidado de que me gradué en Derecho e hice el examen de abogacía no, ¿verdad?— Ron tragó saliva ante sus palabras mientras negaba con la cabeza efusivamente. En verdad sí lo había hecho, pero le tenía aprecio a su vida. Sospechaba que Hermione sabía la verdad y lo ignoraba por su bien. Mejor para todos, sin duda.

— Entonces tenemos un plan. Yo os conseguiré la entrada al juicio porque es a puerta cerrada. Espero que por una vez el estúpido título de "El-Niño-que-vivió" sirva para algo más que para recibir atención innecesaria.—sonrió ante las miradas determinadas de sus mejores amigos. Tal vez Voldemort esté muerto, pero ellos siguen siendo y serán siempre un grupo imbatible mientras estén juntos. El trío de oro había vuelto a la aventura y qué aventura.

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2021 ⏰

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Carta aprisionada (Drarry/Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora