Sasu

245 35 3
                                    

Así era como lo llamaba o al menos eso él recordaba. Habían empezado de una manera un tanto extraña, pero no dejaba de ser importante sobre todo para el Uchiha. Su vida cambio en solo en un día, cuando se vio en la encrucijada de quedarse o irse de aldea por aquella extraña invitación de los de la aldea del sonido.

Decidió quedarse

Nunca supo si una decisión diferente hubiera cambiado el rumbo de su vida, ahora solo conocía uno, el que vivía y lo había arrastrada hasta la sala de un hospital, aun portando el traje gris del anbu de elite que era. Sus raudos pasos se oían por los pasillos del hospital, en el camino se encontró con cierta cabellera rosa que termino por ignorar, solo quería llegar a un lugar.

«¿Dónde demonios esta?»

Apenas se había enterado del accidente, mando al demonio lo que estaba haciendo y fue a buscarla. Aquella mujer

Ella

Precisamente a ella, le paso lo peor.

Días atrás fue a despedirla en una misión de un rango no muy alto y le advirtió:

«Debes ser precavida ¿promete que regresaras?»

Solo recordaba su dulce voz diciéndole:

«estaré bien, volveré pronto lo prometo»

La vio partir, él solo deseaba que ella volviera pronto para decirle aquello que cambiaría la vida de ambos.

Cuando llego a la entrada se encontró a la hermana de esta, la vio tranquila y pudo deducir que no era muy grave.

-¡Uchiha-san!-lo llamo- Hinata ya despertó

El disimulo el alivio interno, solo asintió.

-aun la están evaluando

No paso mucho para que el pasillo se llenara de los amigos de ella. Todos esperaban por entrar y verla. La misión se había salido de control, el equipo de Hinata se había envuelto en una pelea innecesaria donde ella termino inconsciente y con algunas heridas no muy graves. Todo parecía normal hasta allí, pero lo que complico las cosas fue que ella no despertaba, por eso se apresuraron en llegar a la aldea.

El Uchiha solo esperaba lejos del nutrido grupo de personas, incluso su tonto amigo había llegado presuroso a verla.

-Tsk..- bufo

Naruto parecía hablar y hablar, sin que nadie lo parara. Entonces entraron..

Ella parecía sonriente y eso lo alivio, sus mejillas rosas y una cicatriz cerca de su cabeza, pero eso no importaba, el tiempo la quitaría, lo importante es que ella viviría y le diría lo que siempre quiso. El grupo se retiró de apoco quedando solo el equipo siete.

-¡Que bueno que estas bien!- Naruto se sentó muy cerca de ella y los colores en el rostro de la bella Hyuga no tardaron de aparecer.

-na..naruto-kun..- su voz nerviosa y evidentemente tímida no estaba bien, eso ya había desaparecido.

¿Sonrojos?

El uchiha frunció el ceño.

«¿Cómo que un maldito sonrojo?» pensó y termino por sentarse al otro extremo de la cama.

Hinata lo observo muy confundida

¿Qué tipo de atrevimiento era eso?

-Hinata- la llamo y quiso hacer su acercamiento más intimo tomándole la mano, pero ella lo evito.

Mi querido SasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora