“Al fin dieciocho años”, eso fue lo primero que pensé cuando me desperté en la mañana; pero cinco segundos después recordé mi conversación con mi mama el día anterior y mi emoción decayó un poco, aunque no mucho, al fin y al cabo era mi cumpleaños.
Mi ropa para ese día consistía en una blusa blanca de tirantes con perlas negras en el escote y una saya negra a la cintura con un cinturón dorado parecido a una pequeña cadena. Todo esto a juego con unos tacones negros con detalles dorados de al menos siete centímetros de alto, junto a un bolso de mano negro con cadenitas doradas.
Después de terminar de vestirme bajé a desayunar con mis padres, quienes me esperaban con mi desayuno favorito que es batido y bocadito de helado, todo de chocolate.Mientras desayunamos cada uno sacó un regalo de debajo de la mesa.
–¡Hora de los regalos!– dijo mi papá con emoción.
–¡Ábrelos cariño! Son todo tuyos – dijo mi mamá con una enorme sonrisa en su cara.
El primero que abrí fue el de mi papá, es una caja de tamaño mediano forrada con papel de regalo color rojo y un lazo azul. Dentro hay un increíble vestido rosado, con una manga y una pequeña cadena que hace de tirante al lado derecho de este.
–Papá...– dije emocionada y con lágrimas en los ojos–. Esto es increíble, gracias–terminé mientras iba hasta su asiento y lo abrazaba con fuerza.
–Todavía no has terminado Lis– me dijo mi padre con una increíble sonrisa.
Al volver a mi asiento y mirar el interior de la caja entendí lo que decía mi padre, había una cajita pequeña dentro y al abrirla me encontré con unas llaves.
–Papa, ¿de qué son?– dije sin poder creérmelo.
–¿Por qué no lo averiguas?– fue lo que me respondió apuntando a la puerta de la casa.
Me levanté como un resorte de mi asiento y al salir afuera vi un increíble auto parqueado frente a la casa.
–¿Es mio?– pregunté dándome la vuelta para verlos desde mi posición.
–Todo tuyo– dijo papá-. Felices dieciocho Lis.
Me llevé las manos a la boca y lágrimas comenzaron a correr por mi cara, llevaba desde los dieciséis pidiéndoles un auto. Seguramente trabajaron bastante para poder comprármelo, y no es que seamos pobres, pero tampoco tenemos tanto dinero como para andar gastando en caprichos cada vez que queramos.
–¡Ahhhhh!– grité de la emoción mientras corría a abrazarlo de nuevo– Gracias, gracias, gracias.
–Bueno, ahora es mi turno– dijo mi mamá después de un momento–. ¡Ábrelo!-pidió mientras me extendía su regalo.
La caja era un poco más pequeña que la de mi padre, forrada con papel de color rosa y un lazo dorado. Al abrirla me encontré con unas pequeñas alas de goma que me cabían en la mano, me resultaban familiares aunque nunca las había visto.–¿Qué son mamá?– pregunté con desconcierto.
–Son tus alas Lici– dijo mi mamá –, las que tendrás a partir de hoy.
Y entonces entendí de donde se me hacían conocidas, eran las mismas alas de mis sueños, y eran increíbles.
××××××××××××××××
Me pasé todo el día muy nerviosa y pendiente de cualquier cambio inminente en mi cuerpo, pero nada sucedió, así que ya en la última hora de clase estaba más relajada comprendiendo y dando gracias de que mi “transformación” no sucediera en la escuela, estaba totalmente equivocada.
Mientras caminaba a la puerta de salida de la escuela comencé a ver como una nube luminosa se formaba a mi alrededor cubriéndome por completo mientras sentía como mis pies se separaban del suelo y flotaba en el aire. Poco a poco mi ropa y zapatos fueron sustituidos por un top rosado con perlas doradas y una saya corta con una cola que me llegaba a los tobillos. La nube se fue difuminando y lo empezaba a ver todo claramente otra vez. Mis pies volvieron a tocar el suelo, pero no por mucho tiempo, porque entonces un par de alas que no había notado empezaron a batir a mis espaldas y volví a estar flotando en el aire.
Lo único que quería era salir de allí, volver a mi casa. En un segundo estaba flotando en medio del pasillo de la escuela y al siguiente estaba en mi cuarto. En un solo pestañeo el escenario a mi alrededor había cambiado totalmente. Pasé de ver taquillas y murales a estar frente a mi cama y otra vez con mi ropa.
**********
Después de tanto tiempo, al fiiin, aquí esta el segundo capítulo. El próximo no se hará esperar tanto como este, lo prometo.
Entonces, díganme que les pareció. Dejen su comentario, eso me hace sentir genial.
Bsoss.
ESTÁS LEYENDO
Sueños Alados
FantasyAlicia llevaba una vida tranquila, era exitosa en los estudios y sabia exactamente lo que quería en su vida a pesar de ser tan joven. Pero ya no será más esa chica tranquila, ahora deberá lidiar con un secreto familiar y algo que nunca se imaginó qu...