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Capítulo 4

CAPÍTULO 4 - DORMITORIO

Fue un día bastante largo, agradezco que mi madre y la esposa del director Spurr son buenas amigas, así consigue los calendarios de tareas para que pueda adelantar.

Mi madre ya tardo mucho en traer mi equipaje, en menos de treinta minutos nos indicaran las habitaciones.

—Hey, Blair. —Se escucho por atrás, genial lo que faltaba, aparte de mi madre quien esta llegando tarde, debo aguantar a Christian.

—Hola Christian. —Salude por educación.

—Siento no haber pasado a recogerte pero mi padre trajo mi equipaje antes. —Se disculpo por no llegar por mi a las 2pm luego de la clase se del sñr. Brawn y en vez de eso enviar un mensaje de texto.

—A si, no te preocupes, sobre eso ¿como conseguiste mi número? — Pregunte,  realmente no se como consiguió mi número pero no me molesta, de donde sea que lo haya sacado esta bien.

—Eso no importa, por cierto ya tengo algo pensado totalmente increíble para mañana. —Dijo, regalándome una sonrisa de lado con superficiencia.

—Bien, será... Divertido. —No se que decirle, hace más de un año que no salimos.

Christian y yo somos amigos desde el kinder garden junto a Nick, Clare y Hope, pero hace un tiempo tuvo su primer novia, razón por la cual dejamos de hablar, porque estaba con ella todo el tiempo.

Por lo que Hope me contó terminaron este verano, me da pena por el, pero tiene medio instituto detrás, supongo que no se ha de sentir mal por la roptura, cuando Christian puede estar con quien quiera y cuando quiera.

—Hola Maddy, siento llegar tarde. — Me sorprendió mi madre por detrás, su voz sonaba agitada. —Dejé el carro por halla atrás. —Dijo señalando el Lexus gris estacionado media cuadra atrás.

—Hola señora Leire. —Dijo Christian poniéndose a la par mía.

—Christian, hola, cuanto tiempo, que grande estas y guapo. —lo último que dijo fue dirigido hacia mi, tengo pruebas y cero dudas, le hice caras a mi madre para que no hiciera esto ahora. —Bien ya que estas aquí Talvez nos ayudas con el equipaje de Mad, trae bastante y esta algo lejos el carro.

—Si señora Leire, es un placer. —Le respondió a mi madre y como acto seguido paso su brazo al rededor de mis hombros.

—Solo Shell. —Dijo mi mamá y luego me volteo a ver y hacerme esa cara pícara  que hace cuando un muchacho esta cerca de nosotras.

Fuimos por mi equipaje, dos maletas de rodos, una maleta de mano y una caja con rodos de maguillaje, en realidad no uso tanto maquillaje pero participó en varias actividades académicas que lo requieren.

Christian tomó la maleta de mano y la más grande de rodos, mi madre me ayuda a llevar la maleta mediana y yo llevo solo la caja (bastante grande) de maquillaje.

—Bien, te deseo lo mejor corazón. — Dijo al llegar a la entrada y me dio un enorme beso en la frente. —Llamame todos los días. —Le sonreí y asentí, no pasó ni una milésima de segundos para que se dirijiera al Rubio. —Cuidala bien Chris. —Le dijo.

—Lo haré. —Respondió él.

—Estoy segura de eso. —Le dijo y estoy convencida que eso alimento más el ego del ojiverde. —Te veo luego.

—Si. —Respondí con una leve sonrisa, me entregó la maleta y espero a que entrarámos para irse.

—Las habitaciones se las entregan primero a las niñas, puedo ir a dejarte si quieres y luego yo busco la mía. —Se ofreció Christian cuando llegamos al pasillo para entrar al auditorio.