Note: Alemania es más alto que México.
- Wo bin ich...? (¿En dónde estoy...?) - Alemania se incorporó lentamente en lo que identificó como una cama, su cabeza dolía demasiado, nuevamente había bebido de más...
- Wie viel habe ich getrunken? (¿Qué tanto bebí?) - El pobre no podía ver nada, la habitación estaba muy oscura y no encontraba sus lentes, tentó toda la superficie de la cama, pero solo pudo sentir latas y botellas de lo que parecía haber bebido anoche, no pudo evitar hacer una mueca de disgusto.
Aún con el mundo dándole vueltas y con un horrible martillar dentro de su cabeza, el chico de bandera negra, roja y amarilla se levantó de la cama, solo para descubrir que estaba completamente desnudo, por suerte se encontraba solo en la habitación.
Después de una pequeña búsqueda entre los muebles de la habitación, Alemania por fin encontró sus queridos lentes, los cuales se encontraban en el mueble de la tele. Una vez los limpió con las sabanas de la cama, se los colocó con cuidado, logrando así que las sombras borrosas en el cuarto comenzaran a tomar forma.
Lo primero que vió fue toda su ropa desparramada por el suelo, había más de la que recordaba poder llevar encima, tal vez seguía sin ver bien, pues todas esas prendas en el suelo fácilmente cubrirían a dos cuerpos; pero él se encontraba solo.
El de grandes colmillos se acercó a lo que parecía una puerta, intentó abrirla, pero tenía seguro; al menos podía hacer una cosa o dos bien estando borracho. Tentó con cuidado la pared alrededor de la puerta, encontrando rápidamente el interruptor de la luz; el cambió repentino de iluminación lo hizo tambalearse en su lugar, su cabeza dolía aún más con tanta luz.
- Fluch... (Maldición...) - El alemán se talló ambos ojos, con cuidado de no manchar sus lentes, una vez creyó soportar la luz, abrió sus blancos ojos una vez más. Las vendas sobre sus muñecas no estaban, seguramente las había perdido estando ebrio. Alemania inspeccionó aquellas profundas marcas que se hacía cada vez que recordaba a su padre y sus acciones, había unas muy frescas y profundas cercas del codo, anoche había hecho nuevas marcas.
- Apaga la luz... - Un leve quejido salió de un lado de la cama, las sabanas estaban siendo jaladas hacía el suelo, el europeo se congeló en su lugar, no estaba solo. Preocupado, el alemán inspeccionó el resto de su cuerpo, había mordidas, chupetones y rasguños en su abdomen, brazos y piernas.
- Nein nein nein nein nein.... (No no no no no...) - El alemán se sostuvo la cabeza con fuerza, ya que esta comenzaba a dolerle a más no poder. El de lentes cayó sentado en el suelo, podía ver las vivas imágenes de lo que había pasado anoche, primero vió a un enojado EEUU arrastrándo a México, luego veía al mexicano llorando entre sus brazos, luego puede verlo sonrojado, con un hilo de saliva uniéndolos. - Nein! (¡No!) -
México se cubrió la cabeza con la sabana, estaba tan crudo como el otro chico, sus molestos quejidos en el idioma que no entendía, junto con la fuerte luz que atravesaba su protección de lana, le hacían doler horriblemente la cabeza; enojado, el pequeño país tricolor aventó la sabana contra la pared, podía ver por la ventana que todavía se encontraban envueltos en la noche, ¿porque chingados no lo dejaban dormir?
- A la verga contigo, ¡sigue siendo de noche, apaga la jodida luz! - México tomó la almohada debajo de él, para aventársela al chico que se encontraba negando con la cabeza contra el suelo. - Pinche vato ridículo, 'ta bien pue', ya apago la puta luz. - México intentó levantarse del suelo, nuevamente se había caído de la cama mientras dormía; el chico se apoyó de la cama, para luego empujar su cuerpo hacía arriba, pero un fuerte dolor en sus caderas lo mandó de nuevo al suelo. - Mierda... -