Un Amor Correspondido [~Jujae~] The Boyz

"Un Amor Correspondido"

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Después de aquel momento tan caótico, lo único que provocó en Hyunjae fue un conjunto de emociones que ni él mismo podía explicar.

Era muy confuso el cómo llegó a sentirse cuando Juyeon, en pleno programa, le ató la corbata; sabía que era parte del juego en ese momento, pero su corazón y su mente no decían lo mismo y durante todo el trayecto devuelta a casa se mantuvo callado; solo sonreía o fingía reír cuando alguno de los miembros decía o hacía algo gracioso, aunque para ese instante, nada le causaba gracia, porque los pensamientos sobre una persona en específica inundaban su mente. Juyeon hacía una que otra broma sobre aquel suceso que pasó en el programa, cosa que para Hyunjae en ningún momento significó una broma y hacía que su corazón se sintiera pequeño e indefenso. Incluso el más pequeño del grupo: Eric, quién siempre andaba con energía para molestar a todos, notó que el mayor no se encontraba de buen ánimo para siquiera socializar.

Así transcurrió lo restante del día: Hyunjae sintiéndose de forma extraña por no querer aceptar que le había gustado tener la presencia se Juyeon así de cerca, ya que jamás se había sentido así, ni siquiera cuando fueron trainees. Hyunjae no quería admitir que desde hace tiempo sentía cierta atracción hacia su compañero, atracción que justo en aquel momento se intensificó mucho más y de la que trataba de convencerse: era incorrecta.

Llegó la noche y él sólo quería dormir tratando de olvidar todo, se sentía patético porque internamente estaba al borde de una crisis mental por solo un simple juego, en un simple programa. Sentía que estaba exagerando al respecto, porque Juyeon actuaba demasiado normal y sin importancia. De hecho, todo a su alrededor era normal, como siempre lo había sido. Pero esa noche él solo no encajaba.

A punto de decidir ir dormir y justo antes de cerrar sus ojos, unos leves golpes se hicieron sonar en la puerta de su habitación con toques leves, eso le desconcertó, ya que creía que cada miembro se debían de encontrar en sus habitaciones, después de todo había sido un día agotador y necesitaban dormir.

Hyunjae pensó en cualquier miembro, era normal que alguno se pasara por su habitación para hablar con él, pedirle algo o incluso solo pasar la noche, nada extraño. Pero en esta ocasión Hyunjae quería estar solo, quería dormir sin pensar tanto las cosas, quería descansar. Así que no se molestó en tan siquiera preguntar quién era el que había golpeado la puerta y ni siquiera se volteó a ver cuando escuchó la perilla girarse y las bisagras crujir indicando que alguien estaba entrando.

Fingió estar dormido, probablemente quien sea que fuese lo dejaría en paz si lo veían dormir, pero esa presencia pronto lo hizo sentir nervioso y reconoció casi de inmediato de quien se trataba. Su corazón comenzó a latir a mil por hora, sentía sus mejillas calientes y rojas, la piel de gallina y esa ansiedad que no lo dejaba en paz.

— Deja de fingir que estás dormido. — Se escuchó aquella voz extremadamente reconocible en la habitación oscura que solo la luz de la luna llegaba a iluminar por una cuarta parte.

En su necedad Hyunjae siguió fingiendo dormir. No pensaba abrir los ojos, ni mucho menos voltear a ver a Juyeon, quién fue el causante de que se sintiera gran parte del día incómodo.

— Si sigues fingiendo, no tendré otra opción más que besarte. — Habló Juyeon en un tono divertido, cosa que para Hyunjae no lo fue, esas palabras lo dejaron alborotado mental y sentimentalmente y rápidamente volteó a mirarlo. Juyeon por su parte se sentó en el poco espacio que había en la cama, ya que Hyunjae ocupaba gran espacio de esta. — ¿Ves? ¿Qué te costaba?... —rio levemente —Aunque igual habría querido darte un beso. — Bromeó.

Aquello fue de mal gusto para Hyunjae quien no dudo en golpear con la almohada a Juyeon.

— Basta, no juegues con eso, no es divertido — Dijo molesto.