El día realmente no se veía de lo más soleado, es más, corría un viento un poco helado, pero eso no detuvo a mi familia de tomarse unas vacaciones en la playa. Osomatsu-niisan había ganado unos boletos en el pachinko, y cuando lo sorprendimos, pudimos convencerlo de no cambiarlo por dinero. Claramente cuando digo "convencer", para nosotros los sextillizos implica una leve tortura para mantenerlo lejos de la zona de canje, lo cual no fue una tarea fácil, cuando se trata de dinero es obvio que Osomatsu-niisan es el más interesado de todos nosotros. Aunque no todo fue miel sobre hojuelas, y era de esperarse, ya saben, por la ley de intercambio equivalente, o como quieran llamarlo, normalmente estos premios suelen darse en número pares, para quienes tienen la fortuna de tener una pareja puedan invitar a otras parejas amigas con ellos, y así el hotel que los recibe también gana bastante dinero en otras compras, pero este no era el caso, el premio solo era de siete boletos, estos incluían hospedaje y comidas, pero no transporte. En todo caso, si era cosa del destino que pudieran invitar a nuestros padres para variar y ser así una carga un poco menos pesada, estaba totalmente de acuerdo con no ir, quiero decir, relajarse en un hotel de lujo con la mayoría de las cosas pagas no está mal, pero el salir y convivir con gente fuera de mi casi nulo círculo de "amigos", no era mi forma de relajarme, después de todo, nunca nadie me nota por demasiado tiempo, tampoco me extrañarían, y una semana entera solo en casa no suena para nada mal, podría limitarme a solo alimentar a los gatos y tener... Ese "tiempo a solas" que todo joven saludable tiene de vez en cuando. De esta forma cuando todos nos reunimos en la sala para hablar sobre quién iría mi mano se levantó automáticamente, como un reflejo de lo desesperado que estaba para poder auto complacerme en todo aspecto posible sin que nadie me molestara. Igual, nadie extrañaría a esta basura no inflamable.
- "¿Eh? Ichimatsu-niisan, ¿estás seguro?"- Dijo Totty, intentando ocultar el alivio de no ser él quién se quedará, era obvio que este viaje estaba diseñado para él, playa, chicas, comida y bebida gratis, y claro que un hotel de lujo que contiene un spa en su interior le vendrían bien.
- "Realmente no tengo problema. No me gustan los lugares con mucha gente"- Fue lo único que dije mientras me encogía de hombros y evitaba la mirada del resto. No quiero que piensen que lo hago por ellos, no, no es lo que hago, solo quiero estar solo y... Probablemente estarán mejor sin mí una semana.
- "De acuerdo, está decidido entonces, les diré a papá y mamá que empiecen a empacar sus cosas, ¡mañana saldremos rumbo a la playa!"- Gritó con entusiasmo el mayor de nuestros hermanos, y obviamente el resto celebraba en voz alta vitoreando "playa, playa", como siempre, son tan predecibles, aunque no puedo negar que, aunque ruidoso, este tipo de ambiente me es acogedor. Podría decir que fue ayer cuando solo éramos unos niños y seguíamos en todo al mayor, todos exactamente iguales, confundiendo a la gente cuando nos veían. ¿Es esto lo que la gente suele llamar nostalgia? Lo único que podía hacer mientras escuchaba la emoción de mis hermanos, para no causar lástima, era solo mirar a la nada mientras abrazaba mis piernas, como siempre, mientras más cotidiano me vea, más... ¿normal? Así debe ser, ¿cierto? Aún así no pude evitar ver lo felices que estaban mis hermanos con todo esto, todos corriendo por aquí y por allá armando sus maletas, en estos momentos no sé si están contentos por el viaje gratis, alejarse de mí unos días, o ambos. Mis pensamientos se fueron de golpe cuando noté que mi vista se cruzó con la de alguien más. Increíblemente no había notado que era el único que aún seguía presente en la mesa, sin contar a Totty, quien estaba haciendo la compra de los pasajes en su celular, Karamatsu estaba ahí mirándome confundido. En cuanto me di cuenta de que lo estaba mirando me sobresalté, y desvíe un poco la mirada, pero aún así pude notar como su expresión cambió a una cara un poco más amigable, con una media sonrisa, los ojos relajados y el ceño fruncido con ternura. La típica cara que alguien pone cuando sabes que con quien estás hablando hizo una estupidez e intentas remarcarlo sin ser tan evidente. La estúpida cara de Kusomatsu. Aún así, no pude evitar sentir como el color de mi cara subía un poco, y como siempre mi única escapatoria era abrazar aún más mis piernas y hundir la cara lo más posible, como si tuviese sueño.
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No puedo entender lo que siento. KaraIchi
FanfictionDespués de ganar unos boletos para un viaje todo pagado para siete personas, la familia Matsuno se va, excepto Ichimatsu, quien decide quedarse en casa una semana para tener su propio "tiempo a solas". Pero, ¿Por qué Karamatsu sigue aquí?