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Miraba su reflejo con asco, en aquel espejo se encontraba un joven con ojeras, pálido, de pelo opaco, mirada perdida y vacía, delgado con apariencia de enfermo, quería reírse pero su rostro no reflejaba nada más que miseria

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Miraba su reflejo con asco, en aquel espejo se encontraba un joven con ojeras, pálido, de pelo opaco, mirada perdida y vacía, delgado con apariencia de enfermo, quería reírse pero su rostro no reflejaba nada más que miseria.

Eran las 12 de la tarde y a su lado había una tina llena de agua, las voces en su cabeza cada vez eran más fuertes, cerró los ojos tratando de calmarse, su respiración empezó a fallar y cuando se dio cuenta ya estaba adentro del agua intentando morirse una vez más, abrió los ojos de golpe, por más que su cuerpo le rogaba oxígeno él no salió de ahí, quería acabar con todo de una vez, ya no podía aguantarlo, estaba cansado.

Después de unos segundos Jaehyun se encontraba saliendo de aquella tina, su respiración era irregular y las lágrimas comenzaron a salir cuando su cabeza le empezó a recalcar que era un inútil.

Enojado comenzó a golpear la pared del baño, sentía tanta impotencia de no poder acabar con su vida, ya no quería estar ahí, su propia mente se encargaba de torturarlo, le dolía, sufría demasiado, entonces por qué mierda no podía ponerle fin a todo eso? Era un cobarde.

Limpiándose la cara fue a la sala, se sentía mareado y las ganas de vomitar solo iban de mal a peor, no quería dormir porque eso implicaba recordar y su vida era bastante jodida como para mirarla una y otra vez, los abusos de su padre, el abandono de su madre, la muerte de su hermano, eran cosas que no podía soportar.

Girando su cabeza vio ese teléfono verde que tanto odiaba, lo tomo en sus manos y comenzó a observarlo, las voces aparecieron una vez más provocando que comience a golpear su cabeza con aquel aparato, no quería vivir de esa manera porque eso ni siquiera era vida, se sentía tan ridículo porque a pesar de querer suicidarse tenía miedo de dejar de respirar.

Sin pensarlo dos veces amarró el cable del teléfono a su cuello y empezó a apretar, lastimosamente lo único que logro fue quedar inconsciente.

(....)

Despertó tiempo después con una fuerte sensación de angustia, le dolía el pecho, sus manos se dirigieron a esa zona empezando a frotarla con fuerza, las lágrimas salieron una vez más al ser consciente de cómo se estaba lastimando.

Miro en una esquina su encendedor y lo tomo con prisa, prendió el tabaco que tenía en la boca y mientras temblaba comenzó a fumar, parecía que la nicotina era lo único que lo mantenía en calma, sin su pequeña adicción se volvía loco.

Su cuerpo comenzó a relajarse y por primera vez después de horas, Jaehyun se sentía bien, una sonrisa salió de su cara, aquella sonrisa adorable en la que aparecían sus hoyuelos, aquella sonrisa que le hacía parecer un niño otra vez.

Tristemente como todo tiene su fin, su cigarrillo se terminó, la ansiedad atacó su cuerpo con violencia, desesperado buscó por todas partes un tabaco más, la realidad lo golpeó cuando se dio cuenta que ese había sido el último.

Daba vueltas por su departamento, agarraba su cabeza con fuerza tratando de callar lo que sea que tuviera adentro, nada parecía funcionar y cómo si fuera una señal divina, miro una funda blanca que se encontraba encima de un mueble, se acercó con su cuerpo temblando y con rapidez se colocó la funda en la cabeza, repitiendo el mismo proceso que con el teléfono.

(....)

Totalmente ido caminaba por las calles sin un rumbo fijo, se sentía drogado pero para su mala suerte no había consumido nada.

Entre murmullos tarareaba una canción que había escuchado hace poco, Melody Of A Murder rondaba siempre por su cabeza, miraba para todos lados estando perdido, no se acordaba en qué momento salió de su departamento ni en qué momento se encontraba por esas calles abandonadas, se encogió de hombros y siguió con su camino.

Llegando a un semáforo se quedó quieto, unas luces se acercaban y él miro al cielo como si estuviera pidiendo disculpas por todo lo que había hecho, por un impulso terminó arrojándose contra aquel auto, pensó que por fin iba a lograr lo que tanto quería, cuando el oxígeno siguió llegando a sus pulmones se sintió del asco, qué tanta mala suerte tenía que tener para que todos sus intentos de suicidio fracasaran?.

Se puso de pie y lo único que alcanzó a ver fue como un tipo de cabellos rojos se acercaba a él con furia, se dió vuelta listo para seguir caminando hasta que una mano lo agarró, no pudo reaccionar a tiempo cuando ya estaba en el suelo siendo golpeado brutalmente, por unos segundos se sintió vivo así que comenzó a reír, como si enserio le estuviera pasando algo bueno después de tanto tiempo.

- MIERDA, YA BASTA! Que crees que estás haciendo? Lo vas a matar! - Doyoung se acercaba rápidamente hacia Taeyong tratando de pararlo, su noche había sido demasiada pesada como para seguir aguantando más cosas.

- Quédate atrás si? No te metas - el pelinegro no le hizo caso, de todos modos cuando estuvo cerca de Taeyong lo empujó con fuerza para alejarlo del chico que estaba en el suelo.

- Ya para! Qué diablos pasa por tu cabeza al hacer esto? Eres un imbécil - Taeyong viró los ojos y solo se quedó a un lado viendo cómo Doyoung ayudaba a aquel castaño a ponerse de pie, ambos quedaron desconcertados cuando el muchacho comenzó a caminar como si nada.

- Creo que ahora vamos a ser tres, wiii, qué emoción.

(....)

A la mañana siguiente Taeyong se detuvo en una gasolinera porque él hambre lo estaba matando, los tres chicos bajaron del auto, Doyoung se sentó en una vereda y Jaehyun se quedó parado a un lado del coche.

El de cabellos rojos se puso a revisar la cajuela quedándose quieto al mirar lo que había dentro, provocando así la curiosidad de los jóvenes que lo acompañaban.

- No me jodas - Doyoung miro a Jaehyun dándose cuenta de que este sonreía con un brillo en los ojos.

- De dónde sacaron tanto dinero? - el castaño estaba asombrado, jamás en su vida había visto tantos billetes.

- Si les soy sincero, este auto no es mío, lo robe anoche, pero ya que importa no? Somos jodidos millonarios - los tres estaban con la boca abierta, quién quiera que haya sido el dueño del auto, nadaba en dinero.

- Ahora, qué vamos a hacer con todo esto? - esa era una excelente pregunta, primero tenían que comer y después buscar un lugar donde descansar.

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FRESH | DOYOUNG, JAEHYUN, TAEYONG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora