Tu eres mi vicio

Capitulo 1

-¿Donde has estado?

-Por ahí. Bien creo que esa no es la mejor de las respuestas para la única persona que ha estado ayudándote durante el último año desde la muerte de tus padres. Pero se que si se llega a enterar que eh estado corriendo con mi mejor amiga va a intentar prohibirme que siga llendo y eso no está en mis planes cuando ya soy mayor de edad, necesito plata y es lo que amo hacer. Desde que tenía unos 13 años iba con mi papá a ver las carreras de autos, hasta que cuando cumplí 16 mi papá pudo hablar con un corredor para enseñarme. Es obvio imaginarse que apenas me vi dijo que no tan solo porque era un niña, que me dedicará a jugar con muñecas o a pintarme las uñas. Claramente que eso mi papá no se lo había tomado bien y menos yo, por eso y por venganza había agarrado lo primero que vi (era una moto) y le demostré de lo que era capaz. No había sido difícil porque mi padre me había enseñado a manejar motos y autos con tan solo 14 años, asique eso no fue problema. Me acuerdo que cuando llegue a donde estaban mi papá me miraba con una sonrisa reflejando lo orgulloso que estaba de su niñita y el hombre (que por cierto se llamaba Josh) me miraba sorprendido.. Luego de eso me enseñó algunas de las cosas que se, me había convertido en una gran corredora y había hecho historia con tan solo 18 años, pero para siempre no dura la felicidad luego 2 meses después de mi cumpleaños número 19 mis padres sufrieron un accidente automovilístico, donde murieron los dos en el instante que sufrieron el impacto. Me acuerdo que no pude llorar, ni una sola lágrima salió de mis ojos, y así sigue siendo. No se porque, luego de unos días de la muerte de mis padres me llego la noticia de la asistente social diciéndome que se tenía que llevar a mi hermanito que tan sólo tenía 14 años, porque nadie de mi familia se podía hacer cargo de nosotros. Y los entendí porque con 19 años tan solo los había visto 2 veces. Éramos desconocidos. Luego de ver a mi hermano llorar para que no nos separen y prometerle que íbamos a vivir juntos apenas cumpla la mayoría de edad se lo llevaron. Lo habían alejado de mi lado y no había podido llorar. Me odie, me odie por no tener lágrimas para llorar la muerte de mis padres y me odie por no llorar el arrebato de mi hermano. Luego de unas semanas me prometí luchar por seguir adelante, juntar plata para que cuando cumpla los 21 me den la custodia de mi hermanito. Y podamos seguir con nuestras vidas libres, libres de todos. Pero lo que no sabía era que el destino me prepararia una gran sorpresa y esa era que cuando iba en busca de trabajo a un bar me crusaria con una chica bastante malhumorada y que me provocaría dolores de cabeza. Me había sacado de mis casillas al tirarme al piso y decirme que me fije por donde caminaba. Luego de eso nos habíamos cruzado una que otra vez. Nos llevábamos mal, pero un día ella se me había acercado a decirme que tenía cara de chica "mala" y que me diera una vuelta por las carreras. Si, acepte y desde ahí nos empezamos a llevar de maravilla. Somos mejores amigas, conoce toda mi vida y yo la de ella, me ayuda a juntar plata y aunque al principio sólo la iba a verla correr (antes de que conozca mi lado de corredora) me había retado a una competencia y como me había negado al principio me llamo gallina y no tuve otra que aceptar. Me había hecho tanta gracia ver su cara al ver que le había ganado sin problema alguno que comencé a reír. Obviamente que me pidió explicaciones y le conté toda mi vida. Si, es una persona MUY curiosa. Susy (la mujer que me ayuda en mi casa, que siempre la considere como una madre) me había dicho una que otra vez que estaba contenta de que no ande metida en cosas raras, ya que los adolescentes cuando pierden a alguien o les pasan algo recurren a las cosas ilegales. Yo solo le había dicho que no era como los demás. Y se que no había sido sincera pero no quiero decepcionarla. Me fui a mi habitación a dormir había sido un día largo,levantarse a las 5 am para salir a correr al parque, ir a la universidad, luego trabajar 6 horas y luego ir a ver a Emma correr. Un día larguísimo y mañana lo sería más aún sabiendo que cuando lo vea no querré separarme de él.