Lea [SUSPENDIDA]

|Capítulo 16|

Lea

-¿Ya te quedó claro que eres nuestra?- susurró Dante sobre mis labios cuando nos separamos por falta de aire. Sus ojos estaban un poco oscuros y sus labios estaban hinchados al igual que los míos.

-No estoy entendiendo nada- me agaché un poco y logré escabullirme de entre sus brazos- Estoy muy confusa con todo esto, hoy tuve un día de mierda y me gustaría hablar todo esto mañana- resoplé a la vez que acariciaba mis sientes.

-Esta bien, lo hablamos mañana- habló Lucca.

-Bien, tengo hambre. ¿Ustedes quieren comer algo?- pregunté con los brazos en jarra.

-Yo sí- habló Bruno y sus hermanos hicieron un sonido de afirmación, estando de acuerdo.

(...)

Me encontraba mirando el techo de mi habitación, ya habíamos cenado y los chicos estaban durmiendo cada uno en una habitación de invitados. Había comenzado a llover fuertemente y ellos habían venido en auto, lo habían estacionado en una calle antes de mi casa. No iba a permitir que manejaran con esta lluvia tan fuerte, podrían tener un accidente.

Vi la hora en mi reloj y eran las doce y media de la noche, agarré mi celular y marqué el número de mi mamá.

Llamada con: Mommy👭💘

-¿Hija?- preguntó desconcertada.

-Hola, mami. Prometí llamarte, ¿lo recuerdas?- hablé mientras seguía mirando el techo.

-Sí lo recuerdo, hija. ¿Cómo estás mi niña?-

-Me siento triste, ayer me tocó perder a otra paciente- dije con un nudo en la garganta y con los ojos cristalizados.

-Oh, mi niña, lamento tanto eso- susurró.

-Le hicimos una cirugía de corazón abierto, había salido todo a la perfección. La dejamos en su habitación para que descansara y luego de unas horas...- suspiré para no llorar- su pulso se detuvo. Intentamos reanimarla pero nada funcionó, ya la habíamos perdido. No sabes lo feo y triste que fue darles esa noticia a sus padres, mami- sollocé.

-Lo sé, mi niña, y te entiendo. Pero tú escogiste esa carrera, sabías a lo qué te enfrentabas. No puedes dejar que eso te afecte, llora todo lo que quieras, mi amor, pero no te decaigas y sigue luchando por tus otros pacientes- escuchar su voz me daba fuerzas.

-Yo no estudié para ver a mis pacientes morir, má, es difícil-

-Mi amor, tú no haces milagros, eso lo hace Dios, tú les das la oportunidad de vivir muchos más años al curarlos. Está en ti dejar que eso te afecte, mi niña, sabes que puedes contar con mami para lo que sea. A mí no me gusta verte mal.

-Lo sé, má, tienes toda la razón- suspiré.

-No dudes llamarme cualquier cosa, mi amor, te amo-

-También te amo, mamá, saluda a mi papi cuando se despierte-

-Esta bien, que descanses-

-Igual tú, mamá-

-Adiós, hija, te quiero- se despidió antes de cortar la llamada.

Llamada finalizada con: Mommy👭💘

Escuchar la voz de mi madre me relaja demasiado.

(...)

"¡Estamos perdiendo a la paciente de la habitación 93!"