El beso había terminado, a Josh le había parecido insuficiente, deseó que pudiese oprimir el botón el boton de "repetir" a ese beso, pero por supuesto no podía ¡su corazón le suplicaba a gritos! Como cuando un vaso de agua está a punto de desbordarse. Pero Kim ya lo había rechazado y le dolía, era como si tomaran su corazón y sin piedad alguna lo apretaran.
Josh tuvo que enseñarle de nuevo a su cerebelo cómo respirar.