Bitter - LUCIALE (G!P)

Pov Alejandra

Maratón 1/3

POV LUCIA:

Era casi hora de almuerzo, obviamente no comeríamos al haber desayunado tan tarde, el resto habían salido directo a la piscina del hotel, bueno... al parque acuático, yo seguía esperando a que Ale terminara de comer

-Ale... por favor termina de comer-

-Es que no tengo apetito-

-Por favor linda, come- pose mi mano sobre la de ella

-Si terminas de comer dormiré contigo esta noche-

-¿Hablas enserio?-

-Si Ale, pero por favor come-

Ella asintió con una sonrisa y minutos después terminó la comida

-¿Rue está con ellos?-

-Si, se fueron todos-

-Bien, nosotras nos vamos a mi habitación- me levante y ella me siguió

-¿Y por qué en mi habitación no?-

-Déjeme secuestrarla señorita- Ale soltó una pequeña carcajada

-Esta bien- entrelace nuestros dedos y la guié hasta mi habitación

-Si te aburres de estar aquí conmigo lo bueno es que tu habitación está al frente-

-Jamás me aburriría de pasar tiempo contigo- sonreí y le di un beso en la mejilla

-Ven aquí- le pedí y ella me hizo caso

Logré que se acostara, abrí un poco las cortinas y apague las luces, la habitación era algo oscura a pesar que era de día, me acosté a su lado, de manera que a nuestros pies se veía desde un punto alto el parque acuático

-La vista es genial-

-Pues si, ¿Quieres ir por la noche?-

-¿Es mi cumpleaños?- preguntó con molestia

-¿Por qué dices eso?-

-No quiero que me tengas lástima Lucia-

-No es lástima Alejandra, estoy siendo así contigo porque quiero, porque es en realidad lo que quiero dia a dia-

-¿Entonces por qué estás con Benjamín?-

-Ale... vamos por partes ¿Si?-

-Ni si quiera se por que me emocioné cuando le dijiste a Jacobs que eres mi novia-

-Alejandra...- tome aire, no quería discutir

-Quiero que hablemos ya mismo-

-Excelente- se sentó, estabamos frente a frente con las piernas cruzadas

-Vamos por el inicio, desde el día en que nos conocimos, primero tu y luego yo-

-De acuerdo- suspiró

POV ALE:

-El día en que te conocí me fije en ti porque me parecías muy hermosa me pareces muy hermosa, vi que te retirabas del antro entonces decidí seguirte, Daniel me advirtió, me dijo que en algún momento en mi vida volvería a enamorarme pero yo no le creí, mi objetivo era otro, quería tener sexo contigo- su reacción fue de enojo

-Te seguí, luego me di cuenta que no eras como las demás, que no ibas a querer hacerlo conmigo en una noche, por eso decidí invitarte a salir, luego tu lo hiciste, todos esos días conocí más de ti, memorizaba tus gestos, tus sonrisas, tus ojos, tus labios, eres tan maravillosa... que... que yo ya no podía parar de pensarte- luego de decir esto su semblante cambió a uno calmado

-La última noche en que te vi, la noche en que tuvimos..., perdón, la noche en que hicimos el amor te clavaste en mi permanentemente, no pude evitarlo, la verdad es que tenía dudas ya no sabía si quería hacerlo, estabas tan nerviosa que tenía miedo de lastimarte pero al mismo tiempo te veías tan decidida y tan dominante que me dejé llevar, no tuvimos sexo Lucía hicimos el amor, porque a partir de esa noche yo quedé enamorada de ti, completamente- una sonrisa empezaba a dibujarse en su rostro

-¿Por qué te acostabas con esas chicas?- preguntó

-Yo vivía en Miami con mis pa... con Remedios y Max, ellos empezaron con sus problemas y decidieron separarse, producto de eso Remedios quiso que nos mudáramos a Houston porque mi madrina vive aquí con mi padrino y su hijo, mi mejor amigo-

-Daniel- respondió

-Asi es bonita. Cuando me dijeron que debíamos mudarnos, yo no quería hacerlo porque tenía una relación con una chica llamada Tania, aun así tuve que irme pero ambas decidimos seguir juntas, los fines de semana y en vacaciones yo viajaba a Miami para estar con ella, obviamente también visitaba a Max, empecé a ahorrar, gracias a mi trabajo puede comprar un departamento, yo le dije que ella podía vivir ahí porque al final cuando nos casáramos formaríamos nuestra familia ahí, los años pasaron, casi 5 años, a Daniel nunca le agradó y luego supe por que- ella tomó mis manos, al parecer sabía lo que diría

-Un día, antes de que terminaran las últimas vacaciones, decidí pedirle matrimonio, Daniel me acompaño a comprar el anillo, llegamos al departamento, yo le dije ese día que regresaba a Houston para hacer unos papeleos en la Universidad, obviamente ella se lo creyó, me escondí en la habitación, decoramos todo el lugar, yo estaba muy nerviosa, pensé que me diría que no, quizás que era muy pronto, espere muchas cosas pero nunca esperé lo que vi esa noche, la puerta se abrió y junto con ella ingresaba un hombre, estaban besándose y ella ya tenía su pecho desnudo, ella sintió mi presencia y ni siquiera dijo lo típico "Esto no es lo que parece", tan solo dijo "¿Quién querría compartir su vida con una mujer con pene?"-

-¡Es una estúpida!- gritó con enojo

-Ale ella es una porquería de persona-

-Lo es pero te juro que ya no me duele su traición, solo... me duele pensar que eso sea cierto- secó mis lágrimas

-No lo es Alex-

-¿Cómo estás tan segura?-

-Porque yo daría todo por compartir mi vida contigo-

-¿Hablas enserio?-

-Muy enserio Alex, continúa por favor- le di un beso y continué

-Me sentía tan mal en ese momento que lloré por horas, luego decidí que mi refugio sería el alcohol así que me dirigí al antro, aún quedaban unas semanas para regresar a Houston, estaba tan dolida que no pare de beber, ahí conocí a Mariana, ella fue quien me dio la idea devolverme a una casanova, yo pude haberla ignorado pero no lo hice, todo lo contrario, me volví una pendeja, obviamente yo no obligaba a ninguna, sólo me insinuaba y ellas caían ante mi juego, fue hasta la noche en que te conocí, donde conocí a la chica de la cuál me enamoré-

-Para poder verme más interesante y atractiva decidí cambiar mis atuendos, era todo lo contrario a cómo me vestía normalmente, a cómo estoy vistiendo ahora, así me siento cómoda así me siento yo, no debí cambiar, Tania no valía la pena pero ese error hizo que te conociera y aunque suene egoísta estoy contenta porque por ello mi corazón es tuyo, estoy enamorada de ti Lucia Sandoval- declaré y su sonrisa era enorme