I.I El comienzo a la caída

25 4 0
                                    

Inicio, desarrollo y conclusión. Esas son las tres principales columnas de una historia, en mi caso es igual
-agregando- que es la historia de mi vida. Mis desgracias resumidas desde al primer hombre que amé hasta el último amor que me traicionó descaradamente pero el primero siempre es el peor.

¿Porque? Porque en ese momento está tu corazón intacto.

No digo que odié a todos los hombres por mis experiencias, yo misma sé que no por su género va a ser alguien malo. También me enamoré de una mujer en mi vida pasada que resultó ser igual de oscura que los demás, en ese entonces entendí que los géneros no importan para el mal que puedes hacer seas mujer o hombre.

Bien, aclarado estos puntos empezaré.

Recordando a mi querido padre, Galises Demien de Shine.

Emperador ¿No lo sabías? Por más que me odiaras, desde la primera vez que te vi hubiera dado mi vida por ti pues eras lo único que podía llamar familia al menos una biológica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Emperador ¿No lo sabías? Por más que me odiaras, desde la primera vez que te vi hubiera dado mi vida por ti pues eras lo único que podía llamar familia al menos una biológica. Monette después de su muerte causada por negligencia tuya, me dejó a mis hermano Caius un niño de mi misma edad pequeño, débil, cabellera blanca con ojos platinos al igual que los tuyos que pronto al igual que tú, me odiaron. Lo hubiera soportado si solo fuera de parte de ustedes dos, en serio lo hubiera hecho.

Algo que no mencione es que mi madre, la emperatriz Monette dos años después de mi llegada estuvo embarazada, el mismo día que encontraron evidencia de su supuesta "Traición" fue el mismo día de mi cumpleaños y cuando me encontraron. Ella dio un parto prematuro al recibir tal acusación de la cual no vi remordimiento en tu mirada, de ello nacieron dos hermosos mellizos pelirrojos con ojos esmeralda platinados que prometí cuidar con mi propia vida, como Monette había hecho desde mi llegada. Ella fue ejecutada un año después de su traición.

Eso fue lo que hice cuidar y proteger. Recordaba haberles cantado y sostener sus pequeñas manos cuando dieron sus primeros pasos, aún me prohibieras verlos los iba a ver por eso muchas veces me castigaban, siempre los ame hasta el día de mi muerte en que no se presentaron a mi ejecución. Hubiera querido ver sus caras por última vez, eso me habría reconfortado.

Igualmente Caius y tú, hicieron que me odiaran y no los culpo también me odiaba. Eso no era una justificación para hacerme lo que me hiciste. Me despreciaste, no hubo día que no lo hicieras pero mantenía una esperanza después de todo ustedes eran lo único que me quedaba y los iba a proteger con mi propia vida.

Pero no negaré que fui feliz un tiempo.

- ¡hermana! No corras tan rápido -Grito un niño cansado mientras perseguía a una niña que reía corriendo. - Sabes que no tenemos permiso de ir al jardín, está todo lodoso.

La niña pronto se detuvo haciendo que el niño se estrellara contra la espalda de la más alta, se escucho un quejido imperceptible cuando se cayó al lodo.

-Bien, me detuve. -Respondió volteando su cabeza, sacando la lengua con una sonrisa.

El niño la vio algo molesto, para después sonreír con sus ojos platinos brillantes, que combinaban bien con el atardecer.

De manera repentina el niño le tomó el pie y la hizo caer en el suelo.

- Caeser, cayó que ironía. -se escucho reír al más pequeño.

El vestido que la contraria traía puesto originalmente rosa, se vieron manchadas por lodo, lo vio unos instantes para que prosiguiera a reír agarro lodo respondiendo un "¡Hey! Caius algo te va a caer" siguiendo el mal chiste tiro el lodo hacia la cara de su hermano.

Más tarde había una mujer pelirroja molesta mientras dos sirvientes traían a dos niños o cómo se hacían llamar "Caballeros de la orden del lodo"

No les volvieron a dar permiso por un mes de entrar al jardín.

Quién diría que esos mismos ojos brillantes y llenos de vida que me miraban con amor iban a voltearse contra mi con un odio demasiado palpable.

Quién diría que esos mismos ojos brillantes y llenos de vida que me miraban con amor iban a voltearse contra mi con un odio demasiado palpable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pero me pasé del punto, volvamos empezando por una palabra.

Adulterio, adulterio es una cosa mala. Tan mala para merecer una ejecución, pues ¡Es un delito contra la iglesia! Pero siendo que es al gran Jefe supremo de la iglesia de Shine con quien lo cometes es peor no obstante que te casen a los 18 años en tu contra es de alabar.

Y ahí empieza mi historia.

"¿Qué quieres de mi?" grito desgarradoramente una joven de 29 años a un guardia para que la liberará de la celda.

El juego se acabó una semana después de incontables torturas.

Hey, igual a vuelto a comenzar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 18, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los Amantes De La Princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora